Como un "avance, pero insuficiente", calificaron las víctimas de ex Colonia Dignidad la indemnización que el gobierno alemán anunció entregará con el fin de reparar a quienes sufrieron abusos en el enclave de alemanes fundado en Chile.
El gobierno alemán y una comisión parlamentaria decidieron indemnizar con hasta 10.000 euros (unos 7,7 millones de pesos chilenos) a cada una de las víctimas, lo que fija el monto total de indemnizaciones en unos 3,5 millones de euros desde este año hasta 2024.
"Es una ayuda sí, pero no soluciona el problema que hay (...) Somos una generación perdida", dijo Horst Schaffrick, un alemán que a los tres años se instaló junto a su familia en el enclave ubicado en el sur de Chile.
Schaffrick sufrió en carne propia los abusos sexuales cometidos por Paul Schäfer, quién fundó la Colonia en 1961. El lugar presentado como una cálida localidad familiar se transformó en el reino de Schäfer, que instaló un esquema de trabajo esclavo y violó a niños alemanes y chilenos.
La indemnización "alcanza para cubrir muy poco, frente a los 40 años sin pago de trabajo, sin imposiciones, además está el tema de los sufrimientos por esclavitud, los palos, las drogas, los abusos sexuales por 20 años", comentó el alemán que aún vive en los terrenos donde se erigió la Colonia.
"¿Cómo voy a seguir mi vejez, cómo voy a vivir? Eso no se soluciona, eso es lo grave de la situación", agregó.
Winfried Hempel, un hijo de alemanes que nació y vivió en la Colonia hasta sus 20 años, también resaltó que "la indemnización es un avance, pero sin lugar a dudas insuficiente".
"Lo que hubiéramos querido y por lo que estamos abogando es que a los colonos que están en edad de jubilación, que tienen una cierta invalidez (...) se les diera una pensión digna, ni más ni tampoco menos", agregó el abogado que se encarga de la defensa de las demás víctimas.
Desde su despacho en Santiago, Hempel asegura que seguirán adelante en busca de una reparación digna.
Agradecimiento a los parlamentarios
Ambos ex colonos agradecieron la actuación de parlamentarios alemanes que escucharon su caso y trabajaron para poner en agenda el tema.
"Estamos muy agradecidos por la ayuda, por el tremendo esfuerzo de los parlamentarios", dijo Schaffrick.
Pero ambos rechazaron que el gobierno alemán señalara que las indemnizaciones son la consecuencia de una "responsabilidad moral, sin que se pueda inferir una obligación legal".
El Presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, reconoció en 2016, cuando era canciller, que "durante años... los diplomáticos alemanes se limitaron, en el mejor de los casos, a mirar hacia otro lado -y claramente no hicieron lo suficiente para proteger a sus compatriotas en esa colonia".
Las atrocidades cometidas por Schäfer salieron a luz al final de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que también usó el enclave para someter a torturas a opositores a su régimen.
Detenido en 2005 en Argentina, Schäfer murió en prisión en 2010.
La mano derecha de Schäfer y director de la clínica que funcionaba en la Colonia, Hartmut Hopp, fue condenado en Chile por complicidad en los crímenes sexuales, pero huyó a Alemania en 2011 sin cumplir la condena.
Un tribunal alemán ratificó la condena a Hopp, pero una corte superior y la Fiscalía decidieron recientemente que las pruebas aportadas por las autoridades chilenas no cumplían los requisitos de la justicia local.
El cierre de la causa del médico "es un escándalo y absolutamente inaceptable", alegó Hempel.
En la actualidad, la antigua Colonia se denomina "Villa Baviera" y es administrada por empresas privadas que brindan servicios turísticos en sus terrenos, enmarcados por la generosa vegetación y espectaculares vistas panorámicas de la zona precordillerana chilena.