La llegada de las esperadas celebraciones del Año Nuevo chino o Fiesta de la Primavera se han visto truncadas por la propagación del coronavirus esta última semana en el país asiático, que ha llegado a traspasar fronteras y ha dejado 25 personas fallecidas y más de 800 contagiados.
Este sábado 25 de enero de 2020 China le da la bienvenida al primer día del primer mes lunar, un periodo marcado por realizarse la mayor migración humana del planeta para asistir a las festividades, debido a que es un atractivo turístico y familiar muy popular, lo que mueve a millones de personas a viajar a sus lugares de origen para celebrar junto a sus seres queridos.
Pero las celebraciones no son llevadas a cabo solo en China, sino que también en Corea, Japón, Vietnam, Singapur y Filipinas, y en los diversos barrios chinos del mundo se celebra con bailes, festivales de linternas y desfiles de figuras, lo que ha activado las alarmas internacionales tras la rápida expansión del coronavirus que fue incubado en Wuhan, China.
Las complicaciones de la propagación en medio de la festividad
Uno de los factores que mayor preocupación ha causado en los países asiáticos son los más de 3.000 millones de viajes que se proyecta se realicen en medio del apogeo del nuevo virus, mientras se llevan a cabo los 40 días de celebraciones de la primavera.
Según Xinhua, solo en 2009, las estaciones recibieron a 130.000 pasajeros, para realizar más de 38.000 viajes diarios por todo el país.
Los masivos traslados y aglomeraciones han provocado que estaciones, aeropuertos y medios de transporte sean los lugares más propicios para un posible contagio, por lo cual las autoridades han decidido tomar medidas previo al Año Nuevo.
"El período de viaje del Festival de Primavera es largo y
los trenes pueden estar llenos. Algunas personas ya están enfermas y en el camino, por lo que podría no haber una forma muy efectiva de controlarlas", dijo a Bloomberg
Zhong Nanshan, un experto en enfermedades respiratorias que dirigió la investigación sobre un tratamiento para el SARS, un brote viral similar que devastó China en 2003 y que cobró 800 víctimas.
Precauciones tomadas
La primera medida en relación a las celebraciones de este sábado fue la que tomó Beijing este jueves, de manera bien drástica: canceló las populares ceremonias previstas para el Año Nuevo, para evitar una propagación mayor.
Asimismo, para tratar de contener el contagio, en los aeropuertos, estaciones de trenes, estaciones de buses de larga distancia, oficinas y centros comerciales de China, así como en los terminales aéreos de todo el mundo, se han instalado monitores de temperatura para los viajeros, aunque los expertos reconocen que la fiebre es solo un síntoma del virus similar a la neumonía, reportó Bloomberg.
Además, se determinó suspender los viajes desde Wuhan, la ciudad donde se inició el coronavirus que alberga 11 millones de personas. También se suspendieron los vuelos de ida y el servicio ferroviario de la localidad, así como los viajes en bus, metro y ferry. Y las reuniones públicas durante el período de vacaciones fueron prohibidas por las autoridades.
Por su parte, el grupo ferroviario estatal de China decidió reembolsar los pasajes hacia o desde Wuhan. Y el Gobierno está incitando a las aerolíneas a hacer lo mismo. Cathay Pacific y varias aerolíneas nacionales acordaron no cobrar a los pasajeros que tengan que reprogramar o cancelar el viaje para ese lugar.
Alto Nivel de México informó que también las plataformas chinas de reservas de viajes como Trip.com o Fliggy de Alibaba Group, ofrecieron cancelaciones gratuitas en las reservas realizadas para Wuhan, mientras que la aerolínea surcoreana low cost T'way Air suspendió el lanzamiento de una nueva ruta a la ciudad.
Entre las recomendaciones que se han hecho a todos los ciudadanos chinos que circulen por la vía pública está usar mascarillas durante los trayectos de los viajes y cambiarla cada dos horas tras largos periodos en estaciones, lavarse las manos frecuentemente y evitar el contacto con gente que está resfriada.
