La candidatura de Jeanine Áñez a las próximas elecciones presidenciales en mayo provocó el domingo una grave crisis al interior del Gobierno en Bolivia, donde la Presidenta interina está siendo cada vez más cuestionada, incluso en sus propias filas.
Áñez, la noche del domingo, le pidió a sus ministros la renuncia para encarar la "transición" hacia los comicios, poco después de que dimitiera su vocera de Gobierno, la ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, que cuestionó con duras críticas la candidatura de la Mandataria transitoria.
El pasado 12 de noviembre, Añéz asumió la presidencia interina de Bolivia por sucesión constitucional desde la segunda vicepresidencia del Senado y tras cinco renuncias consecutivas a la Presidencia, comenzando por la del ex Mandatario Evo Morales, presionado por las movilizaciones urbanas en su contra, las Fuerzas Armadas y la Policía, y tras la publicación de un informe de la OEA que calificaba los resultados de las elecciones como "irregulares".
Un comunicado de la Secretaría de la Presidencia confirmó la solicitud de renuncia a los ministros y anunció que la Presidenta "completará o ratificará a su equipo de Gobierno en el menor tiempo posible para dar continuidad a los objetivos trazados en el inicio de su gestión".
Los cuestionamientos a la decisión de perpetuarse en el poder se atribuyen aludiendo a una "falta de ética" de la gobernarte por su postulación, ya que semanas antes había negado que se presentaría como candidata con el argumento de que hacerlo "no sería honesto".
Candidatura cuestionada
La Presidenta interina anunció el pasado viernes, cuando terminaba el plazo para inscribir alianzas electorales, que se presentará a las elecciones presidenciales del 3 de mayo como candidata de su partido.
Desde ese momento, su decisión fue seriamente cuestionada, ya que había asegurado cuando asumió el poder el 12 de noviembre del año pasado que sería la Presidenta solo hasta que se se entregaran los resultados de las nuevas elecciones.
Incluso, hay ciertos políticos que han puesto en duda que su candidatura sea legal, al advertir que si bien un Presidente "electo" puede ser candidato a la reelección, ella no llegó al poder en las urnas, sino al activarse el mecanismo sucesorio tras la salida forzada de Morales.
También se ha criticado que su candidatura no garantiza la imparcialidad, ni la neutralidad en los comicios con los que se pretende resolver la crisis política del país altiplánico.
La "legalidad y legitimidad" de Áñez "se trunca" cuando "abandona la neutralidad y deslegitima el único motivo por el que ocupa el cargo", criticó el ex Presidente boliviano Carlos Mesa.
Por si parte, la ex vocera del Ejecutivo, Lizárraga, comentó: "Áñez puso al Gobierno al servicio de un grupo de políticos y de un proyecto prorroguista que se diferencia muy poco de las prácticas de Evo Morales".
Renuncia una ministra
Cabe recordar que en la tarde del domingo, su ministra de Comunicación - un puesto relevante en Bolivia - anunció su renuncia con duras críticas contra Áñez.
El Gobierno, a poco de ser notificado de la renuncia de Lizárraga, emitió un comunicado en el que Áñez pide que dejen el cargo todos los miembros de su Ejecutivo.
"Ya no somos un Gobierno interino ni transitorio. Al convertirse en presidenta/candidata dejó de lado el mandato del pueblo boliviano que luchó en las calles"
Ex ministra de Comunicación de Áñez, Roxana Lizárraga
Algo "usual en vísperas de la inscripción de los candidatos", argumentó en un breve comunicado, en referencia a que queda poco más de una semana para que cierre el plazo de presentación de candidaturas, el próximo 3 de febrero.
"Ya no somos un Gobierno interino ni transitorio. Al convertirse en presidenta/candidata dejó de lado el mandato del pueblo boliviano que luchó en las calles", lamentó Lizárraga.
La ex ministra concluyó con que "si hoy, desde el Palacio, un grupo de políticos tradicionales traicionan las expectativas del pueblo y traman un proyecto oportunista para gozar del poder, estaremos no sólo traicionando a la democracia, sino que se estará generando un escenario para que pueda regresar la dictadura de Evo Morales".
La carta de renuncia de la secretaria de Estado deja entrever lo que cada vez se escucha con más fuerza en Bolivia, que Áñez intente perpetuarse en el poder como le reprochaban a Morales quienes salían a las calles a finales del año pasado, en medio de la crisis política.