En medio de la preocupación por la crisis sanitaria mundial debido a la pandemia del Covid-19, la Alta Comisionada Naciones Unidas ante los DD.HH., Michelle Bachelet, hizo un llamado a los gobiernos del planeta a que presten atención a lo que está sucediendo en las cárceles producto de la emergencia y consideren liberar a aquellos presos de baja peligrosidad.
A través de un video subido a sus redes sociales, la ex Mandataria chilena explicó que el coronavirus ya ha afectado a "prisiones, cárceles y centros de detención de inmigrantes, así como a residencias de ancianos, hospitales psiquiátricos y otros centros de reclusión", donde hay "un gran riesgo de que afecte a las personas más vulnerables acogidas en esas instituciones".
"En muchos países los centros de detención están superpoblados y las personas que albergan están peligrosamente hacinadas", recalcó Bachelet, quien agregó que, en esas circunstancias, es
"prácticamente imposible" seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias de auto aislarse y evitar el contacto físico para frenar el avance del virus.
Es por eso que, añadió, "las autoridades deberían examinar caminos para liberar a aquellos que son particularmente vulnerables al Covid-19, como los reos enfermos y los mayores. Para reducir drásticamente la población en las prisiones y que el distanciamiento físico sea posible se debería también considerar la liberación de los presos poco peligrosos".
"Algunos países ya han empezado a hacerlo. Ahora más que nunca los gobiernos deberían liberar a todas y cada una de las personas que están encarceladas sin suficiente base legal, incluyendo prisioneros políticos y otros detenidos por haber expresado opiniones críticas o disidentes", aseguró.
"Entiendo que los gobiernos están bajo mucha presión, que existe una gran demanda de recursos y que tienen que tomar decisiones muy difíciles. No obstante ello, les insto a que
no olviden a los que están presos o en lugares como los centros de reclusión para personas con enfermedades mentales o las residencias de ancianos o los orfanatos. En caso contrario, las consecuencias podrían ser catastróficas", sentenció.
Por otro lado, Bachelet también abogó porque los gobiernos no utilicen el encarcelamiento como castigo a quienes no obedezcan las normas impuestas en el combate contra el coronavirus. "Esto, por supuesto, puede exacerbar la grave situación en las prisiones y ayudará muy poco a contener la expansión de esta mortal enfermedad", afirmó.
"El encarcelamiento debería ser una medida de último recurso, particularmente durante esta crisis", cerró.