Los escolares españoles, confinados desde mediados de marzo a causa del coronavirus, tendrán este año un aprobado general de, con repetición del año solo en casos excepcionales, según acordaron este miércoles las autoridades educativas.
El curso escolar terminará en junio, como estaba previsto, aunque cada región podrá mantener los colegios durante el verano para realizar actividades de refuerzo con los estudiantes, según se pactó en la reunión de la ministra de Educación, la socialista Isabel Celaá, con los responsables de esa cartera en los gobiernos regionales.
Con las escuelas cerradas desde distintas fechas de mediados de marzo en todas las regiones españolas debido a la pandemia del coronavirus,
parte de los estudiantes no pueden seguir las clases por internet debido a la falta de dispositivos electrónicos o acceso telemático.
La reunión acordó que no habrá aprobado general, pero que la repetición de curso se realizará solo como "medida extraordinaria", según indicaron tras la reunión fuentes próximas a la discusión.
Celaá ya había adelantado en la mañana en el Congreso que se apostaría porque el aprobado sea la norma "general" y que repetir curso fuera la "excepción".
Las calificaciones
tendrán en cuenta los dos primeros trimestres y las del el tercero -el actual- solo serán contabilizadas si favorecen al alumno.
Antes de esta reunión, el Consejo Escolar del Estado (CEE), un órgano consultivo, había pedido que se evitaran las repeticiones de curso, que se mantuviera el calendario escolar y que se evaluara lo impartido en clase y por internet, según las circunstancias de cada alumno, para que ninguno se viera perjudicado por la brecha digital.
