La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos,
Nancy Pelosi, aterrizó este martes en
Taiwán en medio de un creciente escenario de tensión con China, cuyo Gobierno ya había advertido que la isla podría enfrentar "consecuencias desastrosas" de concretarse esta visita.
El avión que trasladaba a la congresista norteamericana aterrizó en el aeropuerto Songshan de Taipéi a las 22:43 hora local (10:43 horas en Chile) proveniente de Malasia, en el marco de la gira asiática de la líder demócrata que ya la tuvo en Singapur y la llevará después a Corea del Sur y Japón.
Esta visita no estaba contemplada en la agenda oficial de la congresista pero había información preliminar de que podría concretarse, por lo que el último vuelo fue fuertemente monitoreado desde su salida de Malasia, generando movimiento tanto en Estados Unidos como en China, que días atrás ya había condenado este plan.
A través de un comunicado, Pelosi afirmó que "la visita de nuestra delegación a Taiwán honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos de apoyar la vibrante democracia de Taiwán".
La líder de la Cámara Baja explicó que los diálogos que sostendrán con las autoridades taiwanesas "se centrarán en reafirmar nuestro apoyo a nuestro socio y promover nuestros intereses compartidos, incluida la promoción de una región del Indo-Pacífico libre y abierta".
"La solidaridad de Estados Unidos con los 23 millones de habitantes de Taiwán es más importante hoy que nunca, ya que
el mundo se enfrenta a una elección entre la autocracia y la democracia", agregó.
De todos modos, la dirigente demócrata recalcó que esta visita "de ninguna manera contradice la política de larga data de Estados Unidos, guiada por la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979, los Comunicados Conjuntos de Estados Unidos y China y las Seis Garantías. Estados Unidos continúa oponiéndose a los esfuerzos unilaterales para cambiar el statu quo".
El viaje de Pelosi acrecienta las tensiones entre Beijing y Washington. China reclama a Taiwán como parte de su territorio, al que anexará por la fuerza en caso de necesidad, y considera que las visitas de funcionarios extranjeros constituyen un reconocimiento de la soberanía de la isla.
En esa línea, la vocera de la Cancillería china, Hua Chunying, afirmó horas antes que esta visita extiende la posibilidad de "consecuencias desastrosas si Estados Unidos se equivoca en su juicio" no solo para Taiwán sino para la "prosperidad y seguridad del mundo entero".