El presidente de Colombia,
Gustavo Petro, atraviesa una de las etapas más complejas desde que asumió como jefe de Estado tras varios problemas que han puesto a prueba su liderazgo. En las últimas semanas, su gobierno ha enfrentado presiones tanto internas como externas que incluyen
disputas diplomáticas, crisis de seguridad y tensiones políticas dentro del país.
Entre los hechos más recientes que han afectado a Petro, se destacan el conflicto con el presidente estadounidense Donald Trump, los mortales enfrentamientos entre grupos armados en la región de Catatumbo, y su visita a Haití en medio de la crisis que enfrenta el país, además del ajuste en su gabinete.
Tensión con Estados Unidos por deportaciones de migrantes
El pasado domingo el Presidente colombiano rechazó la entrada de dos vuelos de deportación provenientes de Estados Unidos en aviones militares del país norteamericano.
Petro argumentó que "un migrante no es un delincuente y debe ser tratado con la dignidad que un ser humano merece", y agregó que solo recibirá a migrantes deportados en vuelos "civiles".
Tras estas declaraciones, Trump anunció la imposición de un arancel del 25% a todas las importaciones colombianas, con la amenaza de incrementarlo al 50% en una semana, y prohibió los viajes y visas para altos funcionarios del gobierno colombiano y sus familias.
Petro reaccionó instruyendo a la cartera de Comercio Exterior que también impusiera un arancel a los productos provenientes de Estados Unidos y motivó a su gobierno a "redirigir" las exportaciones hacia otros mercados internacionales.
Sin embargo, se logró encontrar una solución diplomática. Ante las presiones y posibles consecuencias económicas, Petro aceptó recibir a los deportados, mientras que EE.UU. levantó las sanciones.
Violencia en Catatumbo
La región del Catatumbo, en el noreste de Colombia, ha sido escenario de intensos enfrentamientos relacionados al mundo del narcotráfico entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Estos combates entre grupos armados ilegales han dejado al menos 80 muertos y han desplazado a cerca de 40.000 personas según el Ministerio de Defensa de Colombia.
Debido a esta escalada de violencia, el gobierno de Petro decretó "estado de conmoción interior", permitiendo al Ejecutivo tomar decisiones extraordinarias en relación a los recursos asignados y la imposición de restricciones de movilidad de los habitantes, con el fin de restaurar el orden y proteger a la población civil.
En medio de esta crisis de seguridad, el Mandatario colombiano realizó una visita a Haití el pasado 22 de enero con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales y la cooperación entre ambos países, lo cual generó una ola de críticas tanto hacia el Gobierno de Colombia como al de Haití.
Las objeciones dirigidas a las autoridades del país caribeño estaban relacionadas con el significativo gasto gubernamental destinado a la preparación del viaje, donde se invirtieron 3.8 millones de dólares en la ampliación de la pista de aterrizaje, reparación de calles y restauración de servicios básicos en Jacmel, en un contexto en el que Haití enfrenta la mayor tasa de pobreza multidimensional en América Latina -41,3% de su población vive en condiciones de pobreza aguda, según un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de octubre de 2024-.
Cambios en el gabinete
Algunos ministros y directores de importantes organismos del Gobierno de Colombia presentaron sus respectivas cartas de renuncia luego de que Petro señalara a sus colaboradores que aquellos que tengan aspiraciones a otros cargos públicos podrían dejar sus puestos para no tener impedimentos legales.
Entre los cambios más relevantes se encuentran el de Laura Sarabia, quien dejó su cargo como directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) y fue nombrada canciller, y el de Jorge Rojas, quien reemplazará a Sarabia, dejando su puesto como vicecanciller. Además, Mauricio Lizcano dejó su cargo como ministro de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), y Helga Rivas presentó su renuncia como ministra de Vivienda, Ciudad y Territorio.
Sarabia, quien se ha convertido en la persona de mayor confianza de Petro en los últimos años, está siendo investigada por la Fiscalía y la Procuraduría General debido a presuntos abusos de poder ocurridos cuando fue jefa de gabinete del Mandatario. Fue acusada de presuntas intercepciones ilegales de comunicaciones y usar indebidamente recursos oficiales.
En esa línea, la senadora del partido de oposición Centro Democrático, María Fernanda Cabal, expresó sus críticas a Petro por los cambios en el gabinete en su cuenta de X: "Esto no es más que una vieja táctica. En momentos en que se cuentan en más de 11.000 los desplazados en Catatumbo y más de 80 los muertos por los enfrentamientos entre las FARC y el ELN, se le ocurre a Petro un 'remezón' ministerial. Pretende así evitar el foco a donde debemos estar mirando los colombianos".