El Tribunal Supremo de Brasil dictaminó este miércoles juzgar al exmandatario Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado, lo que lo expone a una alta pena de prisión y afecta sus aspiraciones de volver a la presidencia.
La fiscalía brasileña lo imputó en febrero por supuestamente liderar una organización criminal que buscó impedir la investidura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, luego de que Bolsonaro perdiera las elecciones en 2022.
A través de la red social X, Bolsonaro criticó que los jueces "tienen prisa. Mucha prisa. El proceso en mi contra avanza a una velocidad 14 veces superior a la del Mensalão y 10 veces más rápido que el de Lula en el Lava Jato", haciendo referencia al proceso contra el entonces presidente Lula da Silva por corrupción en su primer mandato, y al caso de desvíos en la petrolera Petrobras.
El exmandatario aseguró que es víctima de "un juicio político, llevado a cabo de forma parcial, sesgada y abiertamente injusta por un relator completamente comprometido y desconfiado, cuyo objetivo es vengarse, arrestándome y eliminándome de las urnas".
"Porque todos saben que, con mi nombre en la contienda, mi victoria y la conquista de la mayoría en el Senado son resultados ineludibles. Así de simple", continuó el mensaje Bolsonaro mientras los jueces deliberaban.
Además, agregó que "el tribunal intenta impedir que me juzguen en 2026 porque quieren impedir que me presente a las elecciones en libertad, porque saben que, en una contienda justa, ningún candidato puede vencerme".
Proceso judicial
Los cinco magistrados de la primera sala del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, Flávio Dino, Luiz Fuz, Cármen Lúcia y Cristiano Zanin votaron por unanimidad abrir el proceso contra el expresidente y otros siete aliados por el intento de golpismo.
Cabe señalar que dos magistrados fueron cuestionados por su cercanía con Lula, ya que Zanin es el antiguo abogado personal del actual presidente, mientras que Dino fue ministro de Justicia en el gobierno del mandatario hasta que en 2024 fue nombrado para el Supremo.
Según consignó el medio brasileño Globo, entre los imputados del caso se encuentra también el exdirector de la Agencia Brasileira de Inteligencia (Abin), un excomandante de Marina, un exayudante de la Presidencia, un exministro de Defensa, y los exministros de Justicia, de Defensa, el del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) y de la Casa Civil de Bolsonaro.
Bolsonaro, que podría enfrentar una condena de unos 40 años de prisión por los delitos que se le imputan, no compareció en la corte en Brasilia.
El líder de la oposición brasileña ha clamado su inocencia y se declara un "perseguido". Y pese a que está inhabilitado políticamente, Bolsonaro mantiene su voluntad de volver a la presidencia en las elecciones de 2026.
Aunque no hay un plazo legal, "hay expectativa de que el caso sea juzgado este año" para no interferir en las elecciones del año próximo, dijo a la AFP el abogado penalista Enzo Fachini.
Acusaciones
Según la fiscalía brasileña, el plan golpista dirigido supuestamente por Bolsonaro contemplaba medidas como la elaboración de un decreto para justificar un "estado de defensa" e incluso el asesinato del presidente Lula y del juez Alexandre de Moraes, a cargo del caso.
De acuerdo a las diligencias, el complot no se habría consumado por falta de apoyo de parte de los altos mandos del Ejército.
Cabe mencionar que la investigación vincula también a Bolsonaro con los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia.
"Hay indicios razonables de la fiscalía que apuntan a Bolsonaro como líder de la organización criminal", dijo hoy el juez Moraes antes de emitir su voto en la sesión.
El juez, que según las investigaciones era blanco del supuesto plan de asesinato y al frente de varias causas contra el expresidente, fue cuestionado por la defensa de Bolsonaro y acusado de tener "interés personal" en el caso.