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Juicio a Carolina Schmidt: El rol de la ministra en la crisis en Quintero que el informe de la SMA no logró despejar

Apuntó tempranamente a Enap como responsable de la intoxicación, lo que fue confirmado esta semana por la superintendencia y le trajo consecuencias políticas al Gobierno: Gonzalo de la Carrera, designado en el directorio por Piñera, renunció.

07 de Septiembre de 2018 | 08:01 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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SANTIAGO.- Entre la tarde en que fue nombrada ministra de Medio Ambiente y la tarde en que comenzó el episodio tóxico en Quintero, habían pasado apenas 12 días. Mientras Carolina Schmidt no bien se instalaba en la cartera, tuvo que enfrentar la mayor crisis medioambiental en lo que va del segundo periodo de Sebastián Piñera.

Tres días más tarde, la ministra habló. "Hemos podido detectar que en Enap se han realizado faenas que podrían estar emitiendo estos gases tóxicos. Por esta razón hemos decretado el cierre inmediato de todas aquellas faenas de Enap que puedan estar produciendo gases que hoy afectan a la población", aseguró.

Enseguida le llovieron las críticas, principalmente de la petrolera, que contrató una auditoría externa y anunció acciones legales en caso de que se comprobara que la responsabilidad no había sido suya.

Con el paso de los días, el ministro del Interior, Andrés Chadwick, puso paños fríos a la polémica. "Quien determina cuáles son las causas son las autoridades correspondientes y es fundamentalmente la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) la que tiene las atribuciones", afirmó.

Más adelante, el propio Presidente se mostró cauteloso. "La causa exacta está en pleno estudio y análisis, porque en esto no podemos equivocarnos", aseguró a los alcaldes de las comunas afectadas.

Pero la ministra sostuvo sus dichos, y la resolución de la SMA, 15 días después del episodio, la respaldó: anunció formulación de cargos contra la estatal. La respuesta desde la empresa fue contundente: Gonzalo de la Carrera, vicepresidente del directorio nombrado por el Presidente, presentó su renuncia, y el sindicato de trabajadores anunció que no descartaba empezar movilizaciones.

"Habiendo llegado recién a la cartera, creo que fue demasiado temprana la forma en que apuntó a una empresa como la responsable. En vez de contener el conflicto, lo que hizo fue iniciar otro, y lo que el Gobierno no necesita es tener dos adversarios. Partió solamente con la ciudadanía en contra y ahora tiene a Enap encima", opina el doctor en Ciencia Política, Kenneth Bunker.

Tras un segundo episodio y mientras el nudo medioambiental parece comenzar a destrabarse, surge otro en el horizonte político.

El rol del Ministerio


Desde el oficialismo han respaldado el actuar de la titular, asegurando que se trató de una acción "jugada" con intenciones de encontrar soluciones rápido. El diputado por la zona, Pablo Kast (Evópoli), considera que Schmidt "ha tenido la mejor disposición a hacer bien el trabajo".

"Ha estado presente en el conflicto desde el primer momento. Todavía ni siquiera terminaba su etapa de instalación cuando estalló esta crisis. Ella ha tenido contundencia, ha estado disponible, pero falta mucho por delante: todavía estamos en una etapa de diagnósticos y de levantamiento de la información. Recién está empezando a verse algún resultado", asegura.

A su juicio, el actuar de la ministra ha sido "muy riguroso". "La he visto muy dispuesta, abierta y ha respetado la institucionalidad", comenta. Dice, también, que el diagnóstico que entregó inicialmente la ministra no correspondía a una versión personal, sino a información que recibió de la SMA. Otros dicen que el rol de compartir esa información no era una atribución del ministerio.

"Uno espera de los ministros de Medio Ambiente que se la jueguen precisamente por la protección del Medio Ambiente y la salud de las personas. No creo que ella no lo haya hecho, pero no ha sido lo suficientemente eficiente ni ha tomado las medidas correspondientes"

Ezio Costa
"El Ministerio de Medio Ambiente no es el organismo fiscalizador y la SMA debería tener algún nivel de autonomía. No es una buena política que se den órdenes desde el ministerio", dice por su parte Ezio Costa, abogado especializado en regulación ambiental. Se refiere, entre otros hechos, al plazo de 48 horas que Schmidt dio a la superintendencia para entregar su veredicto. La respuesta llegó en la mitad del tiempo.

"Es bueno que hagan su trabajo rápido, pero la SMA tiene responsabilidad sobre la fiscalización de los instrumentos normativos. La responsabilidad del caos, en cambio, es una que se divide en distintos organismos, entre ellos el ministerio", añade.

A su juicio, el rol de la ministra es "calmar a las personas y tomar las acciones correspondientes para que situaciones como estas no sigan ocurriendo". "Las medidas que hasta ahora han publicitado no parecen estar muy conectadas con el nivel de la emergencia", dice.

"Schmidt enfrenta una crisis que tiene que ver con un daño visible a la salud y la vida de una parte de la población. Uno espera de los ministros de Medio Ambiente que se la jueguen precisamente por la protección del Medio Ambiente y la salud de las personas. No creo que ella no lo haya hecho, pero no ha sido lo suficientemente eficiente ni ha tomado las medidas correspondientes", agrega.

"Lejana y ejecutiva"


Para Bunker, la estrategia del Gobierno de involucrarse incluso presencialmente en el conflicto es positiva, más cercana, pero afirma que no se trata necesariamente del actuar de todo el Ejecutivo. "La ministra se ha mostrado un poco lejana y ejecutiva para solucionar un problema que es ciudadano. La gente está buscando un poquito más de cercanía y empatía", comenta.

Sin embargo, reconoce que tiene capacidades para liderar "de buena manera" un ministerio, como considera fue el caso de el Servicio Nacional de la Mujer y el de Educación en la administración anterior. "Por medio de este proceso más ejecutivo-administrativo logró resolver problemas, pero no es igual cuando se trata de temas ciudadanos. No estoy claro de que ella sea la ministra precisa que debe estar en este cargo en este momento, y por ende puede estar creando más problemas que soluciones", opina.

"No estoy claro de que ella sea la ministra precisa que debe estar en este cargo en este momento, y por ende puede estar creando más problemas que soluciones"

Kenneth Bunker
Bunker revive una figura del gobierno de Michelle Bachelet que terminó su gestión con una buena evaluación: la del ex ministro de la cartera, Marcelo Mena. "Su posición un poco más horizontal con los ciudadanos podría haber logrado desactivar el conflicto político un más rápido. Habría sido un poquito más cauto en sindicar quiénes son los responsables", asegura.

Se trata de una comparación que salta a la vista luego del preponderante rol que le dio la administración de Bachelet al medio ambiente, uno de los aspectos primordiales del llamado "legado de Bachelet". "Me parece que la sensación era que se necesitaba un gobierno proactivo y para ser proactivo basta ser un buen administrador e identificar dónde se puede ir avanzando", comenta Bunker.

Pero un buen administrador, advierte, no siempre sabe resolver las crisis. O al menos una con estas características. "En el caso de la ministra Schmidt, tal vez es cierto que no es la mejor para esta cartera sectorial, pero sí lo puede ser para otra", concluye.
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