SANTIAGO.- "¿Siempre vas a escribir sobre Nigeria o vas a escribir de cosas más normales?". Fue la pregunta que recibió la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie de parte de un estudiante, una pregunta que calificó como "bienintencionada". "Pero puedes tener buenas intenciones y aun así estar equivocado", respondió.
Fue la charla inaugural del Congreso del Futuro 2020, y su debut en Chile era ampliamente esperado. Como una de las máximas exponentes del feminismo y una referente en temas de racismo y migración, Adichie agotó las entradas para su ponencia en apenas una hora.
Dice que empezó a leer a los cuatro años, aunque su madre cuenta que fue a los dos, y que empezó a escribir a los seis. Entonces escribía historias protagonizadas por personas blancas, de ojos azules, porque era lo que leía en la biblioteca de la Universidad de Nigeria, donde creció debido a que allí trabajaban sus padres.
Por no ver personajes como ella, contó, por un tiempo pensó que las personas como ella no podían protagonizar esas historias. Luego empezó a leer autores africanos y sus historias cambiaron. "Escribía de gente que comía mangos y no manzanas", relató.
Fue uno de sus temas principales durante la exposición: la importancia de la representación. También afirmó que es importante leer historias que traten de gente como uno, pero también leer sobre gente distinta. Es, para ella, una forma de "entender mejor este complejo y diverso mundo".
Cuando llegó a vivir a Estados Unidos, a los 19 años, sus compañeros se sorprendían de que hablara inglés y no escuchara "música tribal africana". "Asumían que ser africano era ser pobre. La historia de la pobreza de África es importante y debe contarse, pero no es la mía", acotó.
"El mundo no le da la misma dignidad a mujeres que a hombres"
Adichie contó otra historia: la de un amigo de Europa occidental que compró copias de la biografía de Michelle Obama y se la regaló a sus amigas mujeres. La escritora le preguntó por qué no le dio el mismo regalo a sus amigos hombres.
"Para él, las historias de mujeres le son ajenas", dijo, y comentó que desde su infancia ella estuvo acostumbrada a leer historias de hombres y buscar cómo identificarse en ellas. "¿Por que asumimos que lo masculino es la norma? Ampliemos nuestra idea sobre lo que es normal", añadió.
"Está documentado que los hombres leen hombres y las mujeres leen hombres y mujeres. Si los hombres leyeran a mujeres, estoy segura de que hasta bajarían los niveles de violencia de género, que hoy se ha convertido en una epidemia"
Chimamanda Ngozi Adichie
"Está documentado que los hombres leen hombres y las mujeres leen hombres y mujeres. Si los hombres leyeran a mujeres, estoy segura de que hasta bajarían los niveles de violencia de género, que hoy se ha convertido en una epidemia", aseguró.
De niña, dijo, no leía a feministas sino que le "bastaba con ver cómo funcionaban las cosas". "El mundo no le daba la misma dignidad a mujeres que a hombres", contó, e identificó algunas enseñanzas que se le inculcaron, junto con otras mujeres: no ser ambiciosa para no intimidar a los hombres, para no dañar su ego.
En la universidad donde creció, contó, había una profesora que tenía fama de ser estricta y era valorada negativamente. Un profesor, a su juicio con la misma actitud, era visto como alguien "autoritario y fuerte". "El comportamiento es el mismo, pero lo juzgamos diferente dependiendo del género de quien lo ejecuta", afirmó.
"Todos compartimos el deseo de ser valorados", aseguró Adichie, haciendo un llamado a escuchar al otro. "Antes de estar en desacuerdo contigo tengo que entenderte, y antes de eso tengo que escucharte", dijo.
Su charla, que duró poco más de 25 minutos e inició con una hora de retraso, cerró con una cita a Pablo Neruda, aludiendo a la universalidad de toda historia que "pertenezca a esta gran masa de humanidad, no a unos pocos, sino a muchos".
