Alrededor de 350 bolivianos caminaron desde las afueras del Consulado de Bolivia hasta la Parroquia Italiana Nuestra Señora de Pompeya en General Bustamante
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En la tarde de este martes comenzaron a ser trasladados a distintos recintos de la iglesia católica los migrantes bolivianos que durante tres noches durmieron en un improvisado campamento afuera del consulado de su país ubicado en la comuna de Providencia.
Los ciudadanos bolivianos estaban imposibilitados de volver a su país, debido al cierre de la frontera, y reclamaban una solución a sus autoridades, pero mientras arriesgaban su salud y además se convirtieron en un posible foco de contagio de covid-19.
Por esa razón, el Arzobispado de Santiago ofreció distintos recintos para trasladar a los migrantes, lo que ocurrió esta tarde. Y aunque en principio las autoridades cifraron en 500 a 600 los ciudadanos varados, desde el organismo eclesiástico puntualizaron que se trata de 950 migrantes.
El arzobispado comunicó que "inicialmente se habló de 600, pero al llegar la noche la cifra se incrementó a más de 950. Los ciudadanos bolivianos fueron trasladados hasta la parroquia Nuestra Señora de Pompeya, ubicada en Providencia, a la casa de retiro Sagrada Familia, en la comuna de La Cisterna y a la parroquia Santa Cruz", en Estación Central.
El obispo auxiliar de Santiago, Cristián Roncagliolo, expresó que "pusimos tres espacios a disposición de esta delicada situación sanitaria, de tal forma de ayudar en la emergencia que se ha producido frente al consulado de Bolivia. Es una solución que encontramos hoy en la mañana y también las autoridades están aportando caminos para esto. Por el momento es una solución para que se puedan hospedar en un espacio más digno que la calle".
Además, Roncagliolo agregó que se les brindarán los elementos necesarios para prevenir contagios por Covid-19: “Mascarillas, alcohol gel, de tal forma de ayudarlos en todo lo que sea prevención, pero también la alimentación básica hoy y mañana, y por supuesto estamos viendo el tener los suficientes colchones para acoger a todas estas personas con dignidad. Se están tomando todas las medidas sanitarias, distancia social, mascarilla, no tener contacto físico, espacios amplios, haremos todo lo que se requiera”.
"Es nuestro deber evangélico acoger al forastero. Pero sabemos que no es suficiente. Que son muchos más los que aún necesitan vivir la cuarentena para después regresar a su país. Animamos a otros actores sociales a ser acogedores con los hermanos bolivianos" expresó el obispo auxiliar.
Marina Ramírez, ciudadana boliviana de la ciudad de Cochabamba, quien estaba en las afueras del consulado y que además se encuentra cesante a raíz del covid-19, expresó: “Yo necesito irme a Bolivia, tengo a mis hijas allá y un bebé, nosotros venimos solamente a trabajar para mantener a nuestras familias. En Chile hay muy buenas personas, muy rápido dan trabajo al boliviano. Todos estos días de Semana Santa he estado orando. Yo tengo mucha fe, soy muy católica y solo he pedido que nos estén enfermos”.
Luis Flores, quien se encuentra en la misma situación dijo: “Estoy muy agradecido con la Iglesia que nos va a acoger. Como ve no tenemos donde llegar y tenemos que esperar, no sabemos cuándo vamos a llegar a nuestro país porque somos varios, la mayoría son puras familias. Solo nos queda esperar y dar las gracias a la Iglesia”.
Cabe señalar que esta tarde las cancillerías de ambos países llegaron a un acuerdo para que los ciudadanos bolivianos sean trasladados entre hoy y mañana a Iquique, donde realizarán una cuarentena antes de poder ingresar a su patria.