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Las semanas más críticas de la pandemia en Chile: De las decisiones políticas y sanitarias al relato de las urgencias

El impacto del SARS- CoV-2 se sintió con más fuerza en junio, según las cifras oficiales, lo cual es reforzado por quienes lo vivieron en carne propia atendiendo a pacientes críticos.

18 de Julio de 2020 | 07:11 | Por Daniela Toro, Emol.
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UCI de un recinto asistencial en la RM.

La Segunda
El concepto de "leve mejoría" se viene instaurando hace cerca de un mes por parte del Gobierno, en voz del ministro de Salud, Enrique Paris. Esto, amparado en las cifras de contagio a nivel nacional que han sido comunicadas a la opinión pública. Este descenso en la curva permite hoy mirar -hasta cierto punto- en retrospectiva lo que fueron las semanas más críticas de la pandemia en Chile.

Para hacer el análisis hay que partir de la premisa de que las cifras que se han entregado hasta ahora, provenientes de las fuentes de Minsal -teniendo como fuente las defunciones inscritas en el Registro Civil, por lo tanto con desfase- y del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Minsal, no son coincidentes, por obedecer a metodologías diferentes. Sin embargo, este viernes la cartera informó "la migración a un sistema único" que se basa solo las muertes reportadas por el DEIS, lo que ayer sumó más de mil.

Si nos situamos hasta antes de este cambio, con cifras del DEIS, día más crítico de la pandemia fue el 9 de junio con 271 defunciones, donde se consideraron casos confirmados y por sospecha. En tanto, también es posible considerar el registro que hace el Ministerio de Ciencias, que dan cuenta que uno de los días más críticos fue el 13 de junio, donde fallecieron, al menos, 173 personas. El registro de esta cartera apunta directamente al día de la defunción, por lo que es posible tener una mayor claridad del panorama a medida que pasa el tiempo.

¿Qué estaba ocurriendo en las UCI del país en esas semanas y qué decisiones políticas se estaban tomando en el manejo de la pandemia?

El peak de emergencias: "Casi 50 pacientes diarios"


Esa segunda semana de junio, en cuanto a muertes registradas, coincide con la percepción de urgenciólogos que vivieron momentos de extrema exigencia en emergencias y en las UCI del país, al menos tres semanas antes.

"El diagnóstico es que las dos últimas semanas de mayo y las dos primeras de junio, tuvimos una alta tasa de consultas, absolutamente supranormal a lo que podemos vivir en un invierno convencional. Llegó un momento en que, efectivamente, la capacidad instalada que habíamos pensado utilizar se usó completa", planteó a Emol el doctor Luis Herrada, urgenciólogo de la Clínica Las Condes.

13de junio fue el "peor" día de la pandemia en Chile, cuando se registro la cifra más alta de decesos.
Esos días, aclara, "hubo un peak marcado de consultas, solicitud de exámenes, de requerimientos intensivos, y para la Región Metropolitana fue el momento más álgido que hemos tenido hasta el momento".

La percepción coincide con la que plantea el doctor Luis Rojas, médico internista de la Red Salud UC Christus, quien sostiene que "la sobrecarga de pacientes en la UCI fue alrededor de la última semana de mayo y hasta la segunda de junio. Esa cifra ha ido lentamente bajando".

Herrada recuerda que, por un lado, en esas semanas se observaban los datos que entregaban las autoridades, "pero el feeling clínico, estando en la puerta del Hospital, es que empezaron a llegar enfermos de manera aguda, caminando algunos, saturando un 80%, todos con el mismo cuadro clínico, con la misma neumonía y en volúmenes altos. Era lo que esperábamos, pero verlo fue muy distinto", comenta.

"En el momento más álgido estuvimos ingresando casi 50 enfermos diarios a la clínica y de esos un 10% caía a ventilación mecánica. Hoy estamos en la mitad de eso, pero esto no ha terminado"

Luis Herrada, urgenciólogo CLC
Para dar una cifra aproximada, el urgenciólogo plantea que los pacientes llegaban "unos tras otros, al menos 10 pacientes seguidos en dos horas, y todos quedaban en reanimador, a todos había que hacerles el proceso, ver si necesitaban o no ventilación mecánica (...) en el momento más álgido estuvimos ingresando casi 50 enfermos diarios a la clínica, y de esos, un 10% caía a ventilación mecánica. Hoy estamos en la mitad de eso, pero esto no ha terminado".

Decisiones políticas en la etapa crítica


El 16 de mayo, la encuesta de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva (Sochimi) sobre ocupación de unidades críticas y pacientes conectados a ventilación mecánica durante la contingencia por covid-19 era de un 81% a nivel nacional. La situación más crítica se vivía en
Magallanes, con un (97% de camas UCI) seguida por la Región Metropolitana (91%).

El 18 de mayo, la ocupación a nivel nacional era de un 84%, el 26 de ese mes era de un 87% y el día 31 era de 88%. Recién el 4 de junio volvía a quedar en 87%, mientras que el 15 de ese mes era de un 90%, con un 78% de ventiladores ocupados. La situación se mantuvo en ese porcentaje -con pequeñas variaciones de uso de ventiladores- hasta el 23 del mes pasado.

Por esos días, el Gobierno llevaba a cabo el plan de reforzamiento al sistema hospitalario en Chile. Con el ex ministro de Salud Jaime Mañalich a la cabeza del Minsal, se ponía en relieve la llegada de ventiladores mecánicos y el aumento de camas críticas. Entre los primeros arribos figuró la donación de 500 equipos de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC). El 19 de mayo, Chile ya tenía 1.912 aparatos, y 1.493 estaban siendo ocupados.

La semana siguiente, Mañalich celebraba otros 65, lo que dejaba a Chile con 2.603 respiradores artificiales. La promesa era llegar al 31 de mayo con 2.752 de estas máquinas. En paralelo, se sumaban 40 camas de alta complejidad a la Posta Central, situación que se repitió en diversos recintos asistenciales de la RM y del país.

El sector privado también fue exigido. El entonces ministro de Salud firmó un decreto donde las clínicas privadas debían aumentar en un 20% sus camas críticas con fecha límite el 24 de mayo, meta que fue alcanzada por los recintos asistenciales un día antes. En total, más de 141 camas se sumaron a la Red Integrada Covid.

(El 23 de mayo, por primera vez en la pandemia, helicópteros Black Hawk de la FACh trasladaban a pacientes críticos covid-19 desde la RM hacia Talca para descongestionar la red asistencial. Foto: El Mercurio.)

La cuarentena total para la RM también fue un nuevo anuncio que entró en vigencia el 15 de mayo. Luego de la controversia por los confinamientos dinámicos, el Minsal tomó la decisión, precisamente, cuando en las UCI se reflejaba el peak de atenciones. Por esos mismos días, también se registraba el traslado de pacientes covid-19 a regiones, con el fin de descongestionar la exigida red asistencial.

Pese a los esfuerzos, las cifras de contagio hacia principios de junio seguían siendo elevadas. Incluso, dos semanas después de decretada la medida -al 2 de junio-, 33 comunas del Gran Santiago habían aumentado sus casos activos. Luego de semanas registrando un promedio de 45 decesos, el 1 de junio el reporte diario del Minsal daba cuenta de 59 víctimas fatales y 5.471 contagios.

Dos días después, el ministerio anunció una nueva metodología en el conteo de los fallecidos, considerando no sólo a los casos confirmados, sino que también a quienes tenían un examen PCR, pero hasta su muerte no tenían confirmación de si era positivo o negativo. Estas muertes "asociadas a covid-19" sumaron en un solo día 653 decesos a la cifra informada, lo que elevó el total de muertes al 7 de junio a 2.190.

Este cambio metodológico, que incluso el representante de la OMS en Chile, Fernando Leanes, pidió aclarar, se sumó a las críticas que apuntaban a un mal manejo de la trazabilidad en el país. Hacia fines de mayo, Mañalich insistía en que las llamadas "faltantes" eran "relativamente menores", sin embargo, el 3 de junio se anunció que finalmente la tarea de trazar los casos y a sus contactos estrechos quedaría en manos de la Atención Primaria de Salud (APS), dependiente de los municipios, y bajo la supervisión de los seremis.

La última decisión del Minsal con Jaime Mañalich al mando y en medio de las semanas más duras de la pandemia fue reforzar los cupos para las residencias sanitarias. Al 31 de mayo, en Chile había 90 de estos recintos, con 4.216 habitaciones totales. En la oportunidad, el ex ministro calificó esta estrategia como "crucial".

Lo cierto es que 13 días después se concretaba la renuncia del entonces ministro para dar paso al ahora titular de la cartera, Enrique Paris, quien desde el primer momento intentó imprimir un nuevo aire, con apertura al diálogo con las sociedades científicas y expertos en salud que, afirmaban los expertos, no existía con el médico. Ese fue, precisamente, uno de los "peores" días en cuanto a cifras del Minsal: hubo 231 decesos inscritos en el Registro Civil y 6.509 contagios.

Con todo, el ministro Paris, casi al inicio de su administración fue enfático en advertir que habrá que esperar para tener una mejor perspectiva. "No vamos a hablar de peak ni de meseta, no quiero hacer ningún pronóstico (...) uno no puede dar esa respuesta ahora. Cuando, si Dios quiere, logremos superar este gran desafío vamos a poder ver retrospectivamente", zanjó.
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