Un nuevo debate respecto al diseño y uso de Plaza Baquedano se ha instalado por estos días, potenciado por la decisión tomada por el Consejo Nacional de Monumentos (CNM) de retirar el monumento del general Manuel Baquedano con fines reparatorios -lo que se concretó el viernes-, a raíz de la serie de ataques que ha recibido la escultura desde el estallido social.
Pero esto último es sólo una pieza de un tema que se viene discutiendo desde hace años antes y que cobró fuerza con el proyecto
Eje Nueva Alameda - Providencia. Iniciativa nacida por un concurso internacional organizado por el Gobierno Regional Metropolitano, que en 2015 se lo adjudicó un grupo de arquitectos conformado por Alejandra Bosch, Arturo Lyon, Danilo Martic, Clara Oloriz y Alfredo Ramírez.
El ahora ex intendente metropolitano, Claudio Orrego, encabezó el 13 de abril de ese año, la constitución del jurado para el proyecto que contemplaba un diseño de Nueva Alameda-Providencia extendido por 11,5 kilómetros entre el nudo Pajaritos (poniente) y Tobalaba (oriente), con un costo estimado de U$223 millones (138 mil millones de pesos en ese entonces).
"La Alameda, por la cual transitan muchos millones de santiaguinos, ha terminado hoy siendo fea, sucia, lenta e insegura, y queremos devolverle su carácter de paseo público", señalaba Orrego por esos días.
Entre sus especificaciones, el proyecto contemplaba la inclusión de un corredor de transporte público (incrementando la cobertura en 25 mil pasajeros cada hora por sentido), una solución para ciclistas, paseos peatonales y áreas verdes. Su ejecución, en tanto, se proyectaba para el segundo semestre de 2017.
Finalmente, el proyecto no se concretó, en parte porque "lamentablemente se fue encareciendo por exigencias que hizo el Ministerio de Transportes, y que subieron su costo hasta hacerlo inviable, porque se exigía incorporar un corredor de micros al centro, que además tenía un impacto paisajístico enorme. Producto de producto de esa mala decisión, el proyecto se cayó", explica a Emol el arquitecto Iván Poduje.
Por qué retomar el debate: La dimensión simbólica
Una de las principales razones que exponen conocidos arquitectos para retomar la idea de retomar el proyecto, aunque aportando las mejoras que el actual contexto requiere, es el uso que se le está dando y la dimensión simbólica que hay, especialmente, en Plaza Italia.
"Lo que hace el traslado de la estatua es simplemente volver a denotar una urgencia que veníamos sintiendo hace mucho tiempo respecto a que Plaza Italia se ha convertido en un lugar simbólico para la sociedad chilena y que requiere un debate respecto a su destino, rediseño y su uso".
Eduardo Bresciani, director Escuela Arquitectura UC
"Hoy día, más allá de la protección transitoria de la estatua, estamos enfrentados a un debate que es el destino de la Plaza Italia, que probablemente es lo más discutible o relevante respeto al futuro. Lo que hace el traslado de la estatua es simplemente volver a denotar una urgencia que veníamos sintiendo hace mucho tiempo respecto a que Plaza Italia se ha convertido en un lugar simbólico para la sociedad chilena y que requiere un debate respecto a su destino, rediseño y su uso", explicó el
Director de la Escuela de Arquitectura UC, Eduardo Bresciani a
Radio Universo.
Consultado sobre si hacer un ajuste en la zona en este momento sería una suerte de provocación a quienes hoy se reúnen en el lugar para manifestarse, Poduje plantea que "creo que no se puede estar a merced de grupos que no han mostrado ninguna consideración por la democracia, ni por la opinión del resto o de los vecinos. Si se molestan o no, es completamente indiferente. Probablemente se van a sentir provocados, pero ellos se sienten provocados por cualquier cosa", analizó.
A su juicio, la rotonda de Plaza Baquedano se ha transformado actualmente "en un punto de control territorial violento, donde básicamente te apropias de un lugar que pertenece a todos los ciudadanos, es un problema que está extendido en todo Santiago y acá pasa lo mismo, eso no es aceptable".
La dimensión arquitectónica: diseño del espacio
Ambos arquitectos coinciden en que el sector requiere modificaciones en cuanto a su diseño, por considerar que "lo que hay hoy día, es una rotonda vial, mal llamada plaza, donde la gente no puede acceder a ella, incluso antes del estallido. Es ornamental solamente, y muy angosta. Eso hace que sea necesario moler esa rotonda", explica Poduje.
Por su parte, Bresciani también recuerda que la propuesta original "ya planteaba que este espacio requería un cambio fundamental, eliminar esta condición media de jardín de principios del siglo XX que tenía una rotonda con flores y un monumento al centro, y darle una condición mucho más cívica que hoy no lo tiene. Por eso, retomar el proyecto Alamenda-Providencia me parece fundamental".
La idea entonces, dice Poduje, es que al eliminarla, sea posible "juntar las Alamedas, la que va al oriente y al poniente. Al juntarla, las desplazas al sur, liberando espacio en el norte, donde será posible conectar el Parque Forestal con el Parque Balmaceda", lo que en definitiva, permite ganar más áreas verdes.
Por eso, el arquitecto es partidario de retomar el proyecto sin el corredor de buses y en lugar de construir una explanada de cemento, "que a la gente no le gusta", dar paso a una ganancia al espacio público, resolviéndolo a través de un nuevo diseño.
Proceso participativo
Bresciani analizada que, probablemente en plena coyuntura -a raíz del vamos a la remoción del monumento para reparaciones-, hoy no sea el lugar óptimo para hacer modificaciones, "pero hay que tomar la decisión pronto, de iniciar un proceso participativo, de manera que para todos, lo que se haga en esa plaza, represente lo que esperamos de ese lugar: que hoy es símbolo de marchas, pero también de celebraciones, o incluso para quienes vienen de regiones", explicó.
Por eso, propone que "ese proceso podría partir durante este semestre, y me parece que los debates constituyentes podrían ayudar, y la elección de un gobernador regional después de abril, que podría ayudar a canalizar un debate más amplio". Esto, de modo que "los próximos 100 años, el lugar que tengamos sea respetado por todos, y podría ser magnífico para cerrar el 2021", zanjó.
