"Hoy estamos en una encrucijada de la historia", dijo el Presidente Sebastián Piñera este martes en su última cuenta pública ante el Congreso Pleno, dando cuenta de la importancia que tendrá el proceso constituyente que se desarrollará a partir de este año en Chile, el cual se originó tras una crisis social que a su juicio "sigue latente".
Al inicio de su discurso en un semivacío Salón de Honor de la sede del Parlamento en Valparaíso, debido a los protocolos sanitarios establecidos ante el covid-19, el jefe de Estado afirmó que "a lo largo de su historia, nuestra patria ha conocido tiempos de triunfos y tiempos de derrota, tiempos de unidad y tiempos de división".
"Desde que recuperamos nuestra democracia, surgió una sociedad más abierta, más plural, más diversa, pero también con precariedades y fragilidades como los problemas de la infancia, la vejez, la enfermedad, el endeudamiento o la soledad", añadió,
detallando la serie de avances que se registraron en las últimas tres décadas.
En ese contexto, realizó una defensa de los avances construidos en los últimos 30 años en el país, recordando que "todos los Gobiernos, desde que recuperamos la democracia, hicieron su aporte para hacer de Chile un país mejor", mencionado los principales hitos de Patricio Aylwin, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.
"Estos avances y progresos, con sus luces y sombras, son reales y debemos no sólo reconocerlos, sino también valorarlos. Fueron fruto del esfuerzo, aporte y visión de varias generaciones de chilenas y chilenos y de gobiernos de distintos signos políticos, que nos permitieron crecer y reducir la pobreza", subrayó.
No obstante, reconoció que "estas tres décadas de progreso también dejaron grietas y personas postergadas, que debemos reconocer y acoger. Ellas hoy nos interpelan y con justa razón (…) Nos transformamos en un país mejor, pero aún distante del país que queremos y podemos ser".
"Son esos pilares, construidos durante 30 años, el punto de partida que nos permiten hoy reflexionar sobre la misión que juntos debemos emprender en las próximas décadas"
Sebastián Piñera, Presidente de la República
"Son esos pilares, construidos durante 30 años, el punto de partida que nos permiten hoy reflexionar sobre el Chile y la misión compartida que juntos debemos emprender en las próximas décadas. Hoy vivimos nuevamente tiempos de adversidad. Pero los tiempos difíciles también son tiempos de oportunidades, cambios y esperanzas", dijo.
En esa línea, Piñera recalcó que "la historia es siempre una buena consejera, y especialmente cuando los países y los pueblos viven momentos decisivos", haciendo un repaso por crisis pasadas que azotaron al país, mencionando entre ellas las de los años ’20, que decantó con la Constitución de 1925, y la generada por el quiebre de 1973.
En ese punto, valoró que, a diferencia de cómo se resolvieron esas tensiones, el retorno a la democracia "supimos enfrentarlos con unidad, resiliencia y sabiduría. No sólo recuperamos nuestra democracia en forma pacífica y ejemplar. También construimos con diálogo y acuerdos los pilares del progreso para Chile".
"Esta vez, la política sí estuvo a la altura. Es ese mismo espíritu de diálogo y acuerdos, el que debe guiar la construcción del Chile del futuro, que se apronta a iniciar una nueva etapa. Hoy nuevamente estamos en una encrucijada de la historia", enfatizó, en referencia al proceso constituyente.
Visión sobre el estallido
Para Piñera, "la crisis del 18 de octubre sigue latente. Estamos recorriendo un camino hacia una nueva Constitución para recuperar nuestros lazos compartidos, pero la confianza y la cohesión social siguen debilitadas. Enfrentamos además una recesión económica sin precedentes".
"En resumen, estamos nuevamente en un momento crucial en el que las acciones y omisiones de hoy marcarán, confiamos que, para bien, nuestro destino y el de las próximas generaciones. Nuestro Gobierno hará su aporte, pero no será el Gobierno que complete esta misión", advirtió.
Según el gobernante, "en octubre del año 2019, se manifestó un profundo dolor que
tenía sus raíces en las grietas y postergaciones de décadas anteriores. Escuchamos con atención la voz de las personas y repensamos con humildad nuestras prioridades, para responder al momento histórico que comenzaba a vivir Chile".
El Mandatario reconoció que fue "un Estallido Social en demanda pacífica de mayor justicia, mayor igualdad de oportunidades, menos abusos, más dignidad y menos privilegios", pero condenó con fuerza la "ola de violencia irracional" que desató la crisis, poniendo énfasis en los saqueos, destrucción y pérdida de vidas.
Ahí fue cuando reiteró su "condena total a toda forma de violencia y atropellos a los derechos humanos, y expreso mi más profunda solidaridad con todas sus víctimas, civiles y uniformadas", junto con recalcar que dicha "ola irracional de violencia la enfrentamos con todos los instrumentos de la Constitución y la Ley".
Asimismo, expuso que "apenas establecimos el Estado de Emergencia redoblamos nuestra preocupación y ocupación por asegurar el pleno respeto de los DD.HH. de todos", dando facilidades a organismos Internacionales "para que pudieran observar, en el terreno y con total libertad y autonomía, lo que estaba sucediendo en Chile".
"Estamos recorriendo un camino hacia una nueva Constitución para recuperar nuestros lazos compartidos, pero la confianza y la cohesión social siguen debilitadas"
Sebastián Piñera, Presidente de la República
No obstante, igual reconoció que hubo casos dónde no se respetaron los protocolos policiales "y
se cometieron delitos, abusos y atropellos de DD.HH. Nuestra política, en conjunto con Carabineros y la Policía de Investigaciones, fue siempre condenar categóricamente estos hechos".
En otro aspecto, sobre quienes fueron detenidos por protagonizar hechos de violencia durante el estallido, remarcó que "en Chile no hay presos políticos, porque no hay ninguna persona que esté privada de libertad por sus ideas. Hay personas privadas de libertad por delitos graves", dijo, junto con anunciar su rechazo a un indulto.
Luego de detallar las reformas que realizará a las policías a raíz de lo ocurrido en el estallido, el Presidente destacó el valor del acuerdo que permitió el inicio del proceso constituyente, asegurando que "en momentos muy complejos para nuestro país, nuestro norte fue siempre el diálogo y la defensa de la democracia".
En ese pasaje del discurso, puntualizó que "tenemos el deber de seguir asegurando que el proceso constituyente se desarrolle en forma democrática y pacífica, como ha sido hasta ahora", celebrando la exitosa realización del Plebiscito de 2020 y las mega elecciones del pasado 15 y 16 de mayo, "honrando así nuestra tradición republicana".
Sobre el contenido de la nueva Carta Magna, Piñera advirtió que "
la Constitución no debe ser nunca un factor de división. Muy por el contrario, en los países sabios, es siempre el gran marco de unidad, de estabilidad y de proyección de los países y pueblos hacia el futuro".
"Una Constitución nunca debe partir de cero. Debe recoger siempre los aportes de las generaciones pasadas, la voluntad de las generaciones presentes y las esperanzas de las generaciones futuras. Una Constitución debe recoger las tradiciones republicanas de la nación y los valores y principios de la ciudadanía", ilustró.
Por ello, indicó que "un acuerdo sólo será posible si estamos dispuestos a dialogar y escucharnos entre todos y a abandonar la política de las trincheras. Que la historia, esa hermosa historia que juntos estamos construyendo, los recuerde como los forjadores de un mejor futuro para Chile".
"Esta Convención Constituyente es autónoma e independiente. Seremos respetuosos de la libre deliberación de sus miembros. Este proceso también es una invitación para que juntos pensemos en el Chile que queremos", concluyó.