"Prefectura detectó dos buques que navegaban desde Malvinas sin autorización argentina". Así comienza informando el gobierno argentino el incidente ocurrido el pasado 14 de abril, que involucra a un remolcador de bandera chilena y a un presunto pesquero taiwanés.
El hecho ha abierto un fuerte debate en redes sociales pero también saltó al Parlamento, donde varios diputados han apuntado a acciones de "hostigamiento" por parte de Argentina hacia Chile. Incluso, el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, Vlado Mirosevic (PL), anunció una sesión especial para abordar el tema.
Parlamentarios como
Diego Schalper (RN) incluso ligaron el episodio a la reciente reivindicación del reclamo antártico por parte del Presidente Javier Milei y a la compra de aviones militares. A su juicio, se trata de "señales que cualquiera debiese considerar preocupantes".
En tanto, el diputado Raúl Soto (PPD), planteó que "esto se ha transformado en una política permanente de hostigamiento de parte del gobierno argentino a Chile"; mientras que la diputada Carmen Hertz (PC), comentó que "esta no va a ser la última oportunidad en que el gobierno argentino esté intentado crear un conflicto artificial con nosotros".
No obstante aquello, el canciller Alberto Van Klaveren descartó ayer un "hostigamiento" por parte del país vecino. "Estamos preocupados por este tema, estamos en conversaciones con Argentina, pero lo que quiero aclarar es que este no es un problema específico hacia Chile. Esto deriva de una aplicación general de la legislación argentina que afecta a buques de distintas banderas. De hecho, en este caso estamos hablando de un remolcador que es de origen chileno, pero también un buque taiwanés", sostuvo.
El contexto regional "crispado"
En conversación con Emol, expertos analizaron el incidente, recordando el contexto crispado que atraviesa toda la región, lo que ha llevado a que varios jefes de Estado realicen declaraciones polémicas en contra de otros países o existan algunas acciones que les den réditos de consumo interno en medio de sus propias problemáticas. No obstante, afirman que la situación con Argentina "es delicada" y se debe abordar con cautela.
En medio de esa "crispación" en la región, han surgido otras materias que han abierto debate en nuestro país. Una, dice relación con los dichos del Presidente de Argentina, Javier Milei, el pasado 9 de abril, donde afirmó que
la futura instalación de una base de los Estados Unidos en la sureña provincia argentina de Tierra del Fuego es parte de la estrategia de su Gobierno para recuperar las islas Malvinas, bajo dominio británico y cuya soberanía reclama el país sudamericano.
Días más tarde, se conoció que el gobierno de Milei firmó con Dinamarca la compra de 24 aeronaves de combate F-16, luego de años de que el país trasandino no pudiera renovar su flota de combate, por incapacidad de pago. Pese a aquello, algunos desdramatizaron la posibilidad de una amenaza, puesto que Chile no sólo tiene mayor capacidad en esa materia, sino que el pie con el que se encuentra el país no es bélica, sino que de paz y diálogo.
El incidente marítimo
El pasado 1 de abril, el Gobierno de Argentina informó que la tripulación del guardacostas Prefecto Derbes, "custodiará los espacios marítimos nacionales y controlará que los buques extranjeros no ingresen dentro de las 200 millas".
Esa jornada, el guardacostas de la Prefectura Naval Argentina zarpó desde Puerto Madryn hacia una campaña de patrullaje y control de los espacios marítimos de ese país, para que buques pesqueros extranjeros "no ingresen en tareas de pesca a nuestra Zona Económica Exclusiva".
El 14 de abril, en tanto, la Prefectura Naval Argentina informó que había
logrado la detección de dos buques que navegaban desde las Islas Malvinas sin la correspondiente autorización argentina.
La Fuerza advirtió que "dos buques ("Beagle", de bandera chilena, aparentemente remolcando al pesquero "AN FONG NO.136", de bandera Taiwán) navegaban a velocidad reducida dentro de la Zona Económica Exclusiva del país, al través de la ciudad de Comodoro Rivadavia, a 245 millas náuticas de la costa", señala el reporte trasandino.
No obstante, la Zona Económica Exclusiva abarca hasta las 200 millas de la costa, por lo que el remolcador estaba 45 millas más alejado.
En el reporte añaden que las embarcaciones mencionadas "presentan la particularidad de haber zarpado de las Islas Malvinas simultáneamente, con rutas idénticas, lo que sugiere que el remolcador podría estar prestando asistencia al buque pesquero "AN FONG NO.136".
La intervención se justificó en el decreto del Poder Ejecutivo Nacional 256/10 y su ordenanza reglamentaria N° 01/2010, que establece que "todo buque que se proponga transitar entre puertos ubicados en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, atravesar aguas jurisdiccionales argentinas en dirección a estos últimos y/o cargar mercaderías a ser transportadas en forma directa o indirecta entre esos puertos, deberá solicitar una autorización previa expedida por la autoridad nacional competente".
"Ante esto, personal del guardacostas Prefecto Derbes notificó a los capitanes de los buques infractores, por incumplir la mencionada norma al haber operado en las Islas Malvinas, sin el correspondiente aval argentino", añaden. Además, se confirmó que ambos buques tenían previsto dirigirse al Puerto de Montevideo.
Barco pesquero taiwanés (izquierda) y remolcador chileno (derecha) detectados por el guardacostas Prefecto Derbes. Imágenes: Prefectura Naval Argentina.
La normativa argentina y el refuerzo de la vigilancia
De acuerdo a Pescare, medio argentino dedicado a la industria pesquera y naval, desde que entró en vigor el decreto 256/2010, la Prefectura Naval Argentina había detectado -hasta septiembre de 2023- un total de 683 buques en presunta infracción, de los cuales 371 fueron sancionados.
La administración de Javier Milei ha tenido acciones en la línea de reforzar la vigilancia marítima. En enero, el ministro de Defensa, Luis Petri, encabezó una operación de vigilancia y patrullaje, tras abordar un buque patrulla oceánico en Mar del Plata. No obstante, la operación -llamada Grifón XVII- ya tenía 16 intervenciones anteriores.
"¡Ningún buque extranjero operará ilegalmente en nuestra Zona Económica Exclusiva! En Argentina, desde el 10 de diciembre, con el Presidente Javier Milei, el que las hace, las paga".
Luis Petri, ministro de Defensa de Argentina
La operación apunta principalmente a terminar con la presencia de buques pesqueros extranjeros en la Zona Económica Exclusiva, de los cuales el 80% serían de origen chino. En esa oportunidad, se informó que de acuerdo a la información de los radares de las Fuerzas Armadas, había una presencia de 340 pesqueros extranjeros apostados en el límite de la milla 201.
Según recoge el diario argentino La Nación, Petri sostuvo que "no se puede hacer siempre lo mismo si queremos que las cosas funcionen. Si queremos ser efectivos y eficientes en el control y vigilancia de nuestro espacio marítimo, tenemos que cambiar la forma de patrullaje. Queremos garantizar que ningún buque de bandera extranjera sin permiso cruce la milla 200 y comprometa nuestros recursos naturales".
Ese día, además, anticipó que promovería un nuevo marco regulatorio y sancionatorio, previo establecimiento de una mesa con todos los actores involucrados en la materia, como la Armada, la Prefectura Naval, Ministerio de Seguridad, de Defensa, las áreas de Pesca y de Trabajo.
El pasado marzo, Petri volvió a tomar protagonismo en el tema, participando en un despliegue contra un buque chino al que acusó de realizar actividades de pesca ilegal. "Patrullando el Mar Argentino desde el Hércules. La Armada Argentina lidera los operativos de comando y control en la milla 200 para proteger nuestros intereses nacionales en el mar. La corbeta ARA Espora se suma al patrullero oceánico ARA Contraalmirante Cordero, reforzando nuestra seguridad marítima", escribió el ministro trasandino en su cuenta de X.
En esa línea, advirtió: "¡Ningún buque extranjero operará ilegalmente en nuestra Zona Económica Exclusiva! En Argentina, desde el 10 de diciembre, con el Presidente Javier Milei, el que las hace, las paga".
No obstante, desde la Embajada de China en Argentina, salieron a aclarar que el escenario denunciado pro Petri no era tal. "De acuerdo con la información fehaciente que la embajada China maneja, el buque pesquero de nacionalidad china no da indicios de pesca ilegal, y ahora se encuentra en aguas internacionales realizando actividades normales".
Una de las imágenes compartidas por el ministro de Defensa de Argentina, Luis Petri, durante el despliegue contra un buque chino acusado de pesca ilegal, situación que la embajada de China en Argentina desmintió. Foto: Twitter/luispetri.
¿Afecta la norma argentina a la libertad de navegación?
Los expertos consultados plantean que una primera lectura tras el incidente se vincula precisamente con el decreto interno de Argentina, que de una u otra forma, afecta la libertad de navegación, estipulado en el artículo 87 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982.
"Si se prohíbe el viaje, están afectando una norma internacional, es un tema interno de Argentina", comenta al respecto John Griffiths, jefe de Estudios en Seguridad y Defensa de AthenaLab.
"Chile tiene una política que reconoce que las Malvinas deben ser argentinas, pero al mismo tiempo, Chile tiene una prolongada relación de amistad con el Reino Unido (...) el tema de las Malvinas sigue vigente de una manera tácita".
José Rodríguez Elizondo
En la misma línea, José Rodríguez Elizondo, diplomático y académico, plantea que Argentina no estaría actuando conforme al Derecho del Mar, por cuanto "según mi información, la nave con bandera chilena estaba fuera de las 200 millas argentinas, técnicamente estaba en alta mar". Además, precisa que "la normativa argentina no tiene imperio en Chile; si dicen que toda nave que salga de las Malvinas tiene que pedir permiso, es una cosa más bien con sentido estratégico respecto al Reino Unido".
De todas formas, Griffiths plantea que muchas veces, situaciones como el incidente del 14 de abril ocurren "no porque Milei haya ordenado que se tome 'preso' al buque, sino que son procedimientos normativos normales que, al existir, la gente los cumple. Luego de eso, nos encontramos a un hecho que ocurre, hay que dar explicaciones, y hay que estar dispuesto a ello".
Rodríguez Elizondo añade una segunda lectura, vinculada a la política argentina hacia las Malvinas y su relación con Chile. "Porque Chile tiene una política que reconoce que las Malvinas deben ser argentinas, pero al mismo tiempo, Chile tiene una prolongada relación de amistad con el Reino Unido (...) el tema de las Malvinas sigue vigente de una manera tácita, y si nosotros tenemos o no que respetar la normativa argentina que nos obliga a prohibir los viajes que recaen en las Malvinas, porque para ellos, son argentinas".
En tercer lugar, el también Premio nacional de Humanidades y Ciencias Sociales (2021), comenta que una tercera lectura apunta "al viejo principio bioceánico de la Armada Argentina. Es algo que no suele decirse porque está muy arraigado en el área oceáno-político argentino y que ya no tiene vigencia, por todos los tratados que tenemos, fundamentalmente el de 1984".
No obstante aquello, "hay muchos argentinos que siguen pensando que el control sur del pacífico-atlántico, les pertenece por la gracia de Dios". Esto, señala el experto, en base a la cita que data de 1948, del almirante Gastón A. Clement, jefe del Estado Mayor de la Armada, cuando manifestó que "Argentina, desde el punto de vista geopolítico, es dueña de todo el Estrecho de Magallanes, de sus canales derivados y de todo el Beagle". Esto, añade, "provoca mucho recelo contra Chile".
Las "señales" de Milei y el escenario político interno
Consultado por las "señales" a las que apuntan los parlamentarios en torno a las acciones de Milei, el experto de AthenaLab sostiene que "no podemos estar en condiciones de confirmar ni descartar, pero yo pondría paños fríos al tema, porque lo que ha ocurrido todavía no son hechos relevantes. Nosotros estamos entrando en una suerte de tener la piel muy delicada en todo suceso internacional, y se debe tener mucha tranquilidad para analizar los hechos, para tomar buenas medidas".
"(Existe) un escenario político interno de ese país, que refuerza un poco el tema de la soberanía, no sólo en el tema marítimo, sino que también en el tema Antártico y volver a posicionarse como un actor, quizás relevante en dentro del océano Atlántico".
Diego Rojas, Centro de Estudios Internacionales UC
"Creo que la relación con Argentina hay que cuidarla, creo que lo ocurrido no son hechos para escalar; sí para aclarar, conversar y acordar. El bien a cuidar hoy es la relación bilateral, porque si bien tenemos diferencias, también hay desafíos comunes", precisó.
En la misma línea, Rodríguez Elizondo, remarca que "todo el mundo" está atravesando un proceso de tensión, "por lo tanto, no quiero incidir en suposiciones. Argentina ha pasado de un gobierno kirchnerista que estaba cultivando una mejor relación con China, a tener una mejor relación con Estados Unidos, naturalmente eso debiese ser mirado con mucha atención por nuestra Cancillería y Defensa". No obstante, precisa que "no hay que suponer intenciones y hay que mantener la cabeza fría".
Para Diego Rojas, coordinador de investigación del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, estas "señales" son una mezcla de factores; por un lado, la discrepancia por la normativa interna de Argentina en torno al tránsito marítimo, y por otro, "con un escenario político interno de ese país, que refuerza un poco el tema de la soberanía, no sólo en el tema marítimo, sino que también en el tema Antártico y volver a posicionarse como un actor, quizás relevante en dentro del océano Atlántico".
El experto explica que estas accciones que podrían ser para consumo interno -a raíz de la tensión que vive el país por las duras políticas económicas- "son algo recurrente en América Latina, y quizás Argentina tiene una historia larga y más tangible con lo que pasó con las Malvinas. No hay que descartar que se refuercen ciertos intereses o reivindicaciones nacionalistas para poder aplacar sentimientos negativos externos".