El ministro de Justicia, Luis Cordero, ahondó en los argumentos del Gobierno para oponerse a la indicación aprobada este jueves en la tramitación del proyecto de ley de Reglas del Uso de la Fuerza (RUF) que deriva a la justicia militar delitos cometidos por uniformados.
En conversación con EmolTV, el secretario de Estado señaló que la moción "es compleja porque es un gran retroceso en el sistema institucional".
"Esta fuera de toda discusión, por cierto, que nosotros tenemos que dictar RUF", acotó. Sin embargo, reparó que "cuando se involucra a la justicia militar, se distorsiona en parte el sistema, porque ya no estamos hablando de RUF, sino que estamos hablando de otro debate, que es la jurisdicción o el fuero penal en este tipo de asuntos".
En esa línea, explicó que "las razones por las cuales puede intervenir la justicia militar son cualificadas. Habitualmente tienen que ver con delitos militares, no con delitos comunes. En el caso de tiempos de guerra eso es evidente. En el caso de tiempos de paz, en el caso de delitos comunes que puede intervenir, lo que establece la legislación, es que son aquellos casos que ocurren dentro de un establecimiento militar o respecto de recursos militares".
"Además hay otra particularidad", añadió, "la justicia militar tiene un sistema de organización que no garantiza imparcialidad e independencia".
"Opera sobre la base de miembros de las FF.AA. que no tienen inamovilidad judicial. Entonces, descansa en un sistema extremadamente frágil, tan frágil que durante largos años los especialistas de todas las tendencias políticas han estado de acuerdo en que es un ámbito que hay que reformar", sostuvo.
Por estas consideraciones, Cordero señaló que entregarle competencia a la justicia militar, "en rigor es dar un privilegio respecto del cual el país había venido corrigiendo en los últimos años".
Ahondando en la posible desconfianza que parlamentarios tendrían en la justicia civil para juzgar actos cometidos por uniformados, el titular de Justicia advirtió que "si ese fuera el argumento, el contraargumento es el peor de los mundos".
"El diseño de la justicia militar está construido sobre la parcialidad: son funcionarios de los cuerpos militares sujetos a la estructura del mando que no tienen la independencia sobre la cual está construido el sistema judicial", expuso.
Y agregó: "De acuerdo a la legislación vigente, el único caso donde la justicia militar entra al conocimiento de delitos comunes, es en estado de guerra. De ese cambio de dimensión estamos hablando".