El próximo fin de semana se cumplen
cinco años desde que el estallido social de octubre de 2019 irrumpió en varios frentes clave del país. Uno de ellos, quizás de los que dejan los vestigios más tangibles, son el espacio urbano y los inmuebles que enfrentaron en "primera persona" todas las manifestaciones que se concentraron, al menos en la Región Metropolitana, en la llamada "
zona cero".
Un ícono de los actos violentos que circundaron el estallido social fue la estatua del General Baquedano. Luego de varios rayados e intentos de derribarla, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) finalmente determinó, en 2022, trasladarla hasta el Museo Histórico Militar (MHM), donde permanece a la fecha.
En noviembre de 2019, la
entonces sede de la Universidad Pedro de Valdivia, ubicada en el histórico Palacio Schneider, fue incendiada y saqueada. El inmueble funcionaba como rectoría de la casa de estudios.
Cuando apenas habían transcurrido dos meses desde el 18-O, un estudio de Georesearch cuantificaba algunos daños: 286 principales comercios de la zona cero permanecían cerrados (77%), mientras que a febrero de 2020, 198 aún se mantenían en ese estado (69%). Entre esos locales, otro ícono: la ex Fuente Alemana, de propiedad de Carlos Siri, que en múltiples ocasiones fue foco de intentos de saqueo e incendio.
La recuperación fue lenta y hubo varios retrocesos en el camino. Cada aniversario del 18-O significó -y en cierto grado, sigue siendo- un momento de preocupación para los locatarios y vecinos de la zona.
En enero de 2020, por ejemplo, la Parroquia de la Asunción, ubicada a metros de Plaza Baquedano, fue completamente quemada por vándalos; misma suerte corrió la iglesia San Francisco de Borja -antes iglesia de Carabineros-; y en febrero de ese año, desconocidos también replicaron estos actos con el café literario del Parque Bustamante, y con el Museo Violeta Parra.
El arquitecto Yves Besançon Prats, reflexiona que "a cinco años de la revuelta de octubre de 2019, vale la pena mirar hacia atrás para asumir con preocupación cómo este hecho de extrema violencia, cambió nuestras ciudades y la vida de la gran mayoría de los chilenos".
En el análisis, el experto pone como ejemplo cómo el comercio sigue cubierto por paneles "como para resistir un huracán o locales que simplemente quebraron", además del daño y destrucción sistemática "de nuestro patrimonio cultural y arquitectónico, el rayado de fachadas, la toma del espacio público por bandas de vendedores ilegales y okupas", lo que llevó a enfrentar una "incivilidad insoportable".
¿En qué condiciones están cada uno de estos íconos del 18-O a la vuelta de cinco años?
Sede Pedro de Valdivia
La sede de la extinta universidad Pedro de Valdivia operaba al interior del Palacio Schneider, construido en 1914. Fue vandalizado en el estallido social y al año siguiente, quemado.
Producto de aquello, en septiembre de 2020 un joven de entonces 20 años, identificado como Alejandro Carvajal, fue acusado por el delito de incendio consumado con la agravante de conmoción pública. En febrero de 2021,
fue condenado a cinco años y un día de presidio.
Ese año, el inmueble lucía en un aspecto deplorable: no sólo con múltiples rayados y destrozado, sino que también había sido ocupado ilegalmente por varias personas.
En 2020, el Comité Olímpico de Chile (COCH), dueño del terreno, evaluó la posibilidad de venderlo, no obstante, desde el organismo señalaron a Emol que en abril del 2022 se realizó el desalojo de las personas que se habían tomado las instalaciones, y ese mismo día se reforzaron los muros perimetrales para que no se lo pudieran tomar de nuevo. Desde entonces, la determinación ha sido que siga cerrado.
Añadieron que "hemos recibido algunos acercamientos de ofertas para la compra por parte de distintos desarrollos inmobiliarios, pero todavía no hay nada cerrado. Ese recinto se arrendaba a una universidad, y luego del estallido social nunca más se pudo arrendar, por lo que el COCH dejó de contar con ese ingreso".
Incendio de la rectoría de la extinta Universidad Pedro de Valdivia, en 2019. Foto: Aton.
Luego del desalojo del Palacio Scheider, el Comité Olímpico de Chile determinó mantener el inmueble, pero sin actividad. Foto: El Mercurio.
Ex Fuente Alemana
La ex Fuente Alemana fue uno de los tantos locales del perímetro de la Plaza Baquedano que fue vandalizado. Sufrió rayados, intentos de saqueo y de quema. Por eso, su dueño, Carlos Siri, incluso barajó la posibilidad de trasladar el local al sector oriente de la capital.
Según relata Siri a este medio, la decisión de salir del sector fue desechada conforme se fue "normalizando" la situación en la zona cero. Eso sí, cuenta que ese proceso comenzó recién hace
un año y medio, pero aún las ventas están entre el
60% y 70% de lo que tenían antes del 18-O.
"Estamos un poco más tranquilos durante el día, y la gente y los clientes históricos han ido volviendo, porque muchos pensaban que estábamos cerrados. Hemos ido subiendo en las ventas lentamente, pero al menos, no hemos retrocedido", comentó Siri.
Respecto a la infraestructura, comenta que conservará el blindaje del frontis, aunque aún no han reparado la fachada -dañada tras los intentos de incendio-, lo que esperan hacer "cuando algún día se puedan retirar las cortinas de acero, pero tampoco la seguridad ayuda".
Así permanece el frontis de la Antigua Fuente, la que conserva el recubrimiento metálico tras los hechos vandálicos del 18-O. Foto: Cedida.
Parroquia de la Asunción
La Parroquia de la Asunción fue vandalizada en 2019 y quemada en 2020. Desde entonces, la iniciativa de recuperar la iglesia la tomó la organización Ayuda a La Iglesia que Sufre, quienes elaboraron un proyecto que han sacado adelante con donaciones, de manera de reunir el presupuesto que, hasta ahora, en esta primera etapa, supera los $462 millones.
La directora de la organización, Magdalena Lira, comenta a Emol que tomaron la tarea de ayudar, con el diseño de un proyecto -con participación de la comunidad-, que ya consiguió los permisos necesarios, tanto en la Seremi de Bienes Nacionales como en la Dirección de Obras de la Municipalidad de Santiago.
Desde ahí, las obras de rehabilitación del templo se comenzaron a ejecutar este año, lo que absorvió $252 millones del presupuesto.
"Se le va a poner techo, que será liso, además de puertas y ventanas, la vamos a pintar por fuera y por dentro, que sea antisísmica, con sistema eléctrico, para que quede habilitada para que se pueda volver a usar en esta primera etapa. La idea es que luego se pueda avanzar con la torre y se vean otros detalles de arquitectura", comentó Lira. Esto, con el objetivo de "poder celebrar la Navidad dentro de la iglesia", comentó.
Así luce hoy el interior de la Parroquia de La Asunción, ubicada en Avenida Vicuña Mackenna. Foto: Cedida.
Iglesia San Francisco de Borja
La Iglesia San Francisco de Borja, quemada en enero de 2020, estaba en manos de Carabineros desde 1976; pero el hecho no fue aislado, sino que se repitió en al menos cinco ocasiones más. El templo de estilo gótico, ubicado en calle Carabineros de Chile Nº 160, frente al ex Edificio Diego Portales, fue ordenado construir por las Hermanas de la Caridad junto al desaparecido Hospital San Borja, cuando era administrado por esa Congregación.
En
abril de 2023, el
Ministerio de Bienes Nacionales tomó la administración del inmueble, luego que Carabineros se lo cediera a raíz de los altos costos que implicaba su reconstrucción. En ese traspaso, la cartera instaló una reja perimetral, contrató a una empresa de seguridad, y se hicieron reparaciones en pintura y fachada, por un costo cercano a los $170 millones.
En enero de 2024, Bienes Nacionales traspasó la iglesia a través de una concesión de uso gratuito al Arzobispado de Santiago, para que vuelvan a habilitar el templo. No obstante, el párroco de la iglesia, Jaime Tocornal, detalló a este medio que la cartera no ha especificado todavía por cuánto tiempo será la concesión, de hecho, afirma que el ministerio aún tiene el templo a su resguardo. "Fue más un punto de prensa lo que se anunció, una demostración de buenas intenciones", añadió.
"De todas formas, estamos en los estudios preliminares de qué pasos habría que seguir, una vez logrado lo del ministerio, para comenzar la reconstrucción", precisa. Así, la parroquia hoy está una suerte de pausa, aunque Tocornal afirma que hay algunos lineamientos en mente, como "limpiar y asegurar los muros, y que el lugar esté abierto a algunas actividades culturales, para no tenerla cerrada todo el tiempo".
También se buscará rehabilitar las oficinas aledañas que resultaron afectadas, para que allí funcione la Vicaría de la zona centro, y que a su vez, se pueda prestar cierto servicio a la junta de vecinos.
La iglesia San Francsico de Borja fue quemada en enero de 2020. Foto: Aton.
En la actualidad, la parroquia continúa con graves daños en su infraestructura. Foto: Cedida.
Café literario de Parque Bustamante
El 31 de octubre de 2019, el Café Literario del Parque Bustamante, en Providencia, fue quemado por un grupo de encapuchados y saquearon parte del mobiliario para hacer barricadas en las cercanías. Pese a las reparaciones que hizo el Municipio, el 22 de febrero de 2020, un grupo de cuatro sujetos ingresó al inmueble forzando su entrada y quemaron el primer piso.
Dicho siniestro, además, destruyó la colección de 10 mil libros avaluada en $132 millones y dejó pérdidas por más de $60 millones en el mobiliario.
Pasaron tres años para que el Café Literario pudiera ser reabierto, en octubre de 2023, luego de un proyecto de recuperación que implicó una inversión de
$1.600 millones; entre las novedades, se instalaron cortinas metálicas en su exterior, de modo de poder contener algún tipo de acción vandálica.
No obstante, el inmueble volvió a ser vandalizado en septiembre de 2024, aunque gracias a los protocolos de seguridad, nadie resultó lesionado. Desde su reapertura (en 2023), el espacio ha recibido a más de 100 mil personas provenientes de toda la RM, se han realizado cerca de 30 actividades mensuales -como clubes de lectura, ciclos de cine, talleres de manualidades, entre otros-, y en promedio, 9 mil personas lo visitan al mes. El peak se registró en julio, con 15 mil visitantes, cifra impulsada por las vacaciones de invierno.
Café Literario del Parque Bustamante tras su reapertura en octubre de 2023. Foto: El Mercurio.
Actividad desarrollada en diciembre de 2023 en la entrada sur del Café Literario. Foto: Municipalidad de Providencia.
Museo Violeta Parra
El Museo Violeta Parra, ubicado en Vicuña Mackenna 37, a sólo pasos de la "zona cero", había comenzado a funcionar en octubre de 2015, pero casi cinco años más tarde, enfrentó tres incendios intencionales en menos de tres semanas: el 7, 28 y 29 de febrero de 2020.
Luego de los siniestros, el museo se "trasladó" a la Universidad Católica, a raíz del ofrecimiento que hizo a fines de 2021 el rector Ignacio Sánchez, a Isabel Parra, la hija mayor de la artista. Ya en marzo de 2022 comenzó el desembarco de las obras al plantel, que hace un año inauguró la Casa de Violeta Parra, en Campus Oriente.
En tanto, en el informe de la cuenta pública 2023 del museo, se aborda la "reapertura progresiva de actividades" en el inmueble de Vicuña Mackenna. Las actividades presenciales sumaron 14.151 participantes, entre ellas, para "conciertos o tocatas" (37%) y "actividades de mediación" (23%). También se han realizado muestras y exposiciones, talleres, conferencias y conversatorios, y otras actividades como funciones, lecturas dramatizadas, proyecciones audiovisuales y capacitaciones.
Como parte de sus actividades, ayer 11 de octubre, el Museo Violeta Parra se sumó a las actividades del Ministerio de las Culturas y formó parte de la noche de los museos.
Primer incendio que afectó al Museo Violeta Parra, en febrero de 2020. Foto: Bomberos de Santiago/Archivo.
