Son varias las interrogantes que se abren en torno a los resultados de la elección del próximo fin de semana. Esto, porque se trata de una votación obligatoria, lo que aún no tiene una suficiente evidencia para medir lo que podría pasar. A ello, se suma la relevancia que tienen estas elecciones como predictor de las presidenciales.
Por lo anterior, será clave cómo se comporten los clivajes: si el oficialismo -que arrasó en 2021 con varios municipios que estaban en manos de la centroderecha-, los podrán conservar o no.
De ahí, se podría tener algún tipo de "termómetro" o "tendencia" de voto de cara a la elección presidencial del próximo año, aunque esta elección trae una análisis de novedad: varios expertos creen que en realidad, será la contienda de gobernadores la que marque la pauta hacia los comicios de 2025.
En lo que sí hay cierto consenso es que ya no es predictivo lo que ocurrió en los dos referéndum de salida, aun cuando ambas propuestas constitucionales se hayan rechazado. Algunas voces hablan de una ciudadanía más "desilogizada", centrada en necesidades urgentes, sobre todo en seguridad, lo que también podría favorecer a sectores de la derecha más dura.
"Más allá de todos los análisis, hay varias características que hacen que esta elección comunal y regional va a tener más de una sorpresa; con elementos como un voto muy pragmático, marcado por la idea de que Chile sea un país más seguro. Esto sumado a los dolores de los ciudadanos en términos económicos, en concreto, en cómo estos se refleja en su bolsillo", comenta a Emol el analista político de la PUCV, Guillermo Hozlmann.
Por lo mismo, se torna relevante saber qué mirar la noche del domingo.
El comportamiento del voto obligatorio
El voto obligatorio de estas elecciones se transforma en un elemento más relevante que sólo las multas asociadas en caso de no cumplir con el deber cívico. Y es que por ahora, es complejo determinar el escenario que se abrirá en torno a las preferencias del votante "asiduo" versus el "votante obligado".
Holzmann comenta que son los votantes obligados los más complejos de predecir, "
pues entre ellos hay indecisos, también personas críticas del sistema político, con una visión lapidaria respecto al Estado. También son personas mucho más sensible a la sensación de temor y eso genera un efecto concreto en su comportamiento electoral".
El analista también pone atención en el voto joven, en aquellos que vivieron el estallido social y la pandemia mientras estaban en los primeros años de enseñanza media. "Y más allá que puedan compartir elementos de desigualdad que motivaron el estallido, son personas más escépticas, incluso más conservadoras. Tampoco es cierto que 'todos' los jóvenes son revolucionarios".
El nuevo equilibrio de poder municipal
El ex diputado y experto electoral, Pepe Auth, planteó a El Mercurio que la oposición aumentará su representación municipal, pero que el oficialismo seguirá con más presencia en alcaldes y concejales. En tanto, cree que el partido que podrá tener más votos será el Republicano. Además, apuesta porque a la oposición le irá mejor en gobernadores que en 2021.
En la misma línea,
Felipe Vergara, analista política de la UNAB, también cree que la oposición aumentará su representatividad municipal, "también a nivel de gobernadores y concejales".
En esa línea, dice que es importante hacer una diferenciación en la derecha, entre Republicanos y Chile Vamos, puesto que el analista cree que "Republicanos va a conseguir una representatividad importante en desmedro de Chile Vamos. Sin embargo, ambas fuerzas van a tener un resultado más positivo que hace cuatro años atrás, aunque no necesariamente mejor que los que obtuvieron los del actual Gobierno".
El posible buen resultado del Partido Republicano
Sobre la ventaja de Republicanos, Holzmann sostiene que esta elección estará marcada por "el miedo", es decir, por la sensación de temor que mantiene la ciudadanía a raíz de la crisis de seguridad.
"El ambiente electoral que se está viviendo, va a llevar, casi inevitablemente a que mucho voto pragmático va a estar influenciado por el miedo.
Si esta hipótesis el correcta, el partido que va a sacar más beneficio de eso va a ser el Partido Republicano, que ha mantenido de manera persistente, constante y hasta creíble, la idea de que las condiciones de seguridad son fundamentales para cualquier cosa que se quiera hacer en el país", dijo el analista de la PUCV.
Desde esa perspectiva, aún cuando los republicanos aún sean pequeños electoralmente -con un voto duro que oscila entre el 8% y el 12%- "se va a ver beneficiado de manera relevante".
A ello, se suma que la oposición en encarnan es "más cohesionada" que el resto; tanto por sobre Chile Vamos, como por sobre la "oposición" que enfrenta el propio Gobierno en sus filas, como por ejemplo, con el PC.
La relevancia de la Municipalidad de Santiago
Otro factor a observar es lo que ocurra en la Municipalidad de Santiago, considerada "la madre de todas las batallas", por tratarse de una zona apetecida que pueda inclinar la "percepción de triunfo" en determinado sector político.
Bien saben aquello los cinco candidatos a la alcaldía, quienes han puesto varios acentos en materia de seguridad, atentos a una de las principales demnadas ciudadanas: Karen Osorio (PDG), Rosario Carvajal (IND), Gaspar Ortiz (IND), Mario Desbordes (RN), y la alcaldesa Irací Hassler (PC).
Entre los dos últimos, en tanto, es donde se prevé que se medirá la principal contienda, lo que enfrenta a la capacidad de la izquierda de conservar el municipio que conquistó en 2021, y a la derecha, para recuperarlo tras la caída del exalcalde Felipe Alessandri.
Sobre este tema, Eric Latorre, director del magíster de gobierno y administración pública de la Universidad Autónoma, destaca que son varios los elementos simbólicos presentes en la disputa por Santiago.
"Si el tema de la seguridad y la delincuencia se toma en la agenda como los temas más importantes para la próxima elección presidencial y la actual elección municipal, en Santiago se concentran este tipo de problemas. Por consiguiente, el candidato que gane sea Desbordes o Hassler, va a mostrar una señal de quién está siendo percibido por la ciudadanía como la coalición que pueda, razonablemente, abordar mejor este tipo de problemas", sostiene.
De todas formas, para el experto, el triunfo de Hassler puede no ser tan relevante para el sector por cuanto ella no es una figura "nacional" dentro de la alianza de Gobierno. Desde esa perspectiva, el triunfo de Desbordes es mucho más relevante para la oposición, puesto que sería una ayuda para Evelyn Matthei -quien ya le otorgó su pleno respaldo-, esto, además, sería un aliciente en medio de la baja que tuvo en las encuestas la carta presidencial de Chile Vamos.
El predictor de la presidencial
Para Auth, será en realidad la segunda vuelta de gobernadores regionales -balotaje del 24 de noviembre-, la elección más predictora respecto a la presidencial. De acuerdo al analista, esto se fundamenta en que antes la municipal era la única elección de "de medio término" (entre ambas presidenciales), pero este Gobierno ya enfrentaría su cuarto proceso de votaciones (dos plebiscitos y la elección del Consejo Constitucional).
Pero además, porque "
está demasiado fragmentado el escenario", con "muchas cartas independientes o varios postulantes de un mismo sector, salvo en caso excepcionales, como Viña del Mar (donde la oficialista Macarena Ripamonti se enfrenta al opositor, Iván Poduje). Esto, sumado a que todos "están apostando a la despolitización", lo que se expresa en que no es fácil conocer el sector de cada candidato o no hay fotos con Boric en los carteles.
En la misma línea, Vergara también plantea que la elección de los gobernadores será la más predictiva. "Más allá de que haya gestiones buenas y otras débiles, es una elección que se ha politizado demasiado, y ya no necesariamente se vota por quien lo haga bien o mejor, sino que hay un voto netamente político, y por ende, creo que esta es la elección más significativa y daría luces de cómo viene el escenario para el próximo año".
Añadió que esta elección en concreto será distinta a como fue hace cuatro años, donde "la actual corriente oficialista más la DC sacaron 15 de 16 gobernaciones, y sólo perdieron en La Araucanía. En esta oportunidad, el resultado debería ser bastante más competitivo".
Factor "independientes"
La reflexión anterior de Auth en torno al factor de los independientes también es compartida por Vergara, quien destaca que es clave poner atención a los resultados que obtengan: "van a tener una representatividad alta e interesante, que debería tenerse en consideración", señala.
Y es que en esta elección, los candidatos 100% independientes son: 10 para gobernadores, 687 para alcaldes, y 85 a las concejalías.
En tanto, los independientes con cupo de partido son:
en los candidatos a gobernadores, 27; candidatos a alcalde, 396; y concejales, 7.525.
Y este "auge" de los independientes, tanto en esta elección como en los últimos años, va ligada al fraccionamiento político, la mala evaluación ciudadana de los partidos y su poder de coerción y legitimidad. "Pero también por las decisiones internas de los partidos y coaliciones que continúan "siendo extremadamente cerradas y poco democráticas”, según explicó Auth.
Este escenario se ve, además, agudizado por las destituciones y acusaciones constitucionales contra ministros de la corte Suprema -tanto por el caso Audio como por filtraciones-, además de la "condena" al sector oficialista que puede significar la denuncia por abuso sexual contra el ex subsecretario Manuel Monsalve.
Voto nulos y blancos
Holzmann prevé que en esta elección -y a raíz del voto obligatorio- se podría generar "un aumento considerable" de los votos nulos o blancos, "los que debieran estar entre 0,5% que era lo usual, hasta el 2% al 3% como máximo en esta oportunidad", sostiene.
Esto, porque en general, el ciudadano, aunque deba ir a votar obligatoriamente "vota por alguna preferencia", por lo tanto "los votos nulos y blancos no van a ser tan incidentes en el resultado final".
Auth, por su parte, apunta a que podría existir un "alto número" de nulos y blancos, al menos en contraste con otras elecciones municipales -sin voto olbigatorio-. Como referencia, en gobernadores de 2021 esta cifra no superó los 500 mil, pero en la elección de consejeros constitucionales el año pasado -ya con sufragio obligatorio-, alcanzó los 2 millones 688 mil sufragios.
"La norma universal es que en una elección con solo dos opciones es muy simple decidir: sí o no. Es distinto cuando tienes que elegir entre más", afirmó el analista al citado medio. Por eso, cree que en concejales y consejeros regionales, donde hay más candidatos y menos conocidos, la cifra de nulos y blancos se podrían empinar sobre los 3 millones.
