El debate sobre el uso de terapias hormonales para cambio de sexo en menores de edad se reactivo con fuerza este ano, tras difundirse el denominado Informe Cass, realizado por la pediatra británica Hillary Cass en Reino Unido, que levantó las alertas respecto de los efectos secundarios de los llamados "bloqueadores de pubertad" en dichos segmentos de la población, y apuntó a la falta de evidencia científica robusta para persistir en su utilización. A partir de esto, a nivel mundial los países comenzaron a revisar el uso de este tipo de tratamientos en niños y adolescentes, y Chile no ha sido la excepción. El 14 de junio, la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, emitió una circular a la red de salud en la que recomendaba suspender nuevos "tratamientos con bloqueadores de las gonadotropinas y terapia hormonal cruzada en adolescentes, hasta que se emitan lineamientos específicos por parte del Ministerio de Salud". Al mismo tiempo, el ministerio convocó a un comité de expertos, integrado por miembros de sociedades médicas y universidades, para discutir el asunto y emitir directrices para la red.