Una jornada crítica se vivió la tarde de ayer, luego del masivo corte de electricidad que afectó a más de
19 millones de personas, entre las regiones de
Arica y Parinacota, hasta
Los Lagos, provocando de paso el colapso del transporte público y la interrupción de las comunicaciones.
"Nos vamos a asegurar que los responsables de esta emergencia tengan que responder a la institucionalidad. También queremos las instituciones funcionen bien y termine esta emergencia", dijo tajante el Presidente Gabriel Boric, al hacer un balance durante la noche. El Mandatario aseguró que actuarían con dureza contra las empresas responsables del hecho.
A esas hora ya había comenzado el toque de queda decretado por el Gobierno, entre las 22:00 horas de la noche y las 6:00 horas de la mañana. A la vez que se había suspendido la tercera noche del Festival de Viña del Mar, pese a que muchas personas habían arribado al recinto.
En su intervención en La Moneda, Boric estuvo acompañado por la ministra del Interior, Carolina Tohá y el titular de Energía, Diego Pardow, quien se encontraba en Chillán al momento que inició la emergencia, pero que luego se sumó al despliegue del Gobierno.
En Senapred estuvieron desde el inicio las primeras vocerías, lideradas por Tohá, quien estuvo acompañada del subsecretario del Interior, Luis Cordero, la ministra de Salud, Ximena Aguilera y el Titular de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, entre otras autoridades.
Evaluación al despliegue
Pese a ello, desde a la oposición han salido a cuestionar al Gobierno por la lentitud de la respuesta, señalando que no fue la adecuada e incluso acusando falta de información y negligencia de parte del Ejecutivo.
Algo que el subsecretario del Interior, Luis Cordero, desestimó esta mañana, señalando que "yo no conozco una experiencia previa de una decisión para un incidente de estas características con la rapidez con la cual se actuó, con los servicios digitales del Estado interrumpidos".
Según el académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, el Gobierno pasó por cuatro etapas: desinformación, incertidumbre, confusión y resolución. Sobre la primera etapa dijo que "no sólo el Gobierno, sino que la ciudadanía, tampoco el coordinador eléctrico, ni los encargados de la empresa de distribución de energía, sabían sobre el origen de la falla. En consecuencia, el gabinete no podía hacer más que tratar de recolectar información con el fin de entregar cierta certeza a la ciudadanía, y de ahí que hayan descansado nuevamente en la ministra Tohá, que ya parece una suerte de botón de pánico para el Gobierno, con el fin de enfrentar la crisis. Creo que el Gobierno actuó de manera correcta" en la primera etapa.
Sobre la incertidumbre, acotó que "nadie podría garantizar a qué hora se repondría el servicio y el gabinete poco podía hacer respecto a esa materia, porque cualquier compromiso que hubiese suscrito frente a la ciudadanía, podría actuar como un efecto boomerang". En ese sentido, cree que el Gobierno "actuó comunicacionalmente de manera correcta".
Respecto a la tercera etapa, apuntó que "cuando los gobierno no tienen certidumbre sobre la resolución de la crisis, se cofunden y en lugar de transmitir racionalidad (...) responden emocionalmente. Y lo hizo el Presidente Boric, transmitiendo rabia e indignación, cuestión que lo ha hecho en oportunidades anteriores, cuando dijo que era necesario revisar la concesión para Enel".
Para Ricardo Hernández, coordinador del programa de Política y Sociedad del Instituto Res Publica, "el despliegue del Gobierno en principio contó con buena parte de los titulares de las carteras competentes y con la incorporación posterior del ministro de energía quien se encontraba en la región del Ñuble en un evento oficial".
"No obstante, no todas las medidas fueron adoptadas a tiempo, tales como el anuncio del estado de emergencia o la suspensión de algunos eventos como el Festival de Viña del Mar y varios expertos criticaron que dichos anuncios no fueron comunicados por el sistema de alertas de emergencia, lo que pudo deberse una decisión del Ejecutivo o problemas técnicos", expresó Hernández.
Hernández consideró que "la espera hasta cerca de las 09:00 horas para tomar ambas medidas pudo deberse a una estrategia de comunicacional que buscaba demostrar una situación controlada y generar una sensación de normalidad que a esas horas aún no retornaba. La tardanza en estas decisiones pone alto riesgo tanto a los asistentes a dichos eventos como al resto de la ciudadanía, principalmente por la ocurrencia de grandes aglomeraciones en momentos que la ciudad no cuenta con un normal funcionamiento de sus servicios básicos y sobre todo por la distracción de personal policial que podría estar atendiendo las reales urgencias del momento".
El académico de la Universidad Autónoma, Tomás Duval, apuntó que si bien Tohá asumió la crisis de buena manera, "el problema fue la entrega de información (ausencia de los órganos especializados del Estado como ministerio energía y la superintendencia) que son relevantes en esa coyuntura, dejando expuestas las debilidades del Estado y la oportunidad de la comunicación con la ciudadanía especialmente con el anuncio de medidas estado emergencia en un momento en que ya se sabía que las comunicaciones con la ciudadanía (telefonía y otras) estaban caídas y no había forma de información para la ciudadanía".
Ante esto, Duval opinó que "lo ocurrido con el Festival fue un desastre de punta a cabo, ya que nunca se pensó en la ciudadanía y menos en esos jóvenes que entraron a la Quinta Vergara no sólo el gobierno, sino también los organizadores".
"El discurso del Presidente me pareció una expresión propia del Boric, en el sentido de expresar indignación que la población también la sentía. Pero si es preocupante qué siempre los problema son de otros. El Estado tiene un rol más allá de los gobiernos. Naturalmente el episodio del helicóptero (donde sobrevoló algunas comunas) estuvo de más y fue para la foto", expresó Duval.
Sobre el festival, Morales cree que al no conocerse el horario de reposición de la luz, "mal el Gobierno le podía dar garantías a los organizadores del Festival y también mal los organizadores del Festival le podía entregar certezas al público respecto a que el evento se iba a realizar (...) hoy nos parece que fue muy tarde la medida de la suspensión, pero en ese momento no sabíamos bien a qué hora se iba a reponer el servicio".
En relación al toque de queda manifestó que "el Gobierno tuvo que tomar una decisión que hoy nos parece extraña, el estado de excepción y el toque de queda, pero que en ese momento tenia toda la fundamentación (...) es mejor muchas veces pasar como alaraco que de indolente".