Bailes, aplausos, pasos de cumbia, pero también perreo. Una vieja fórmula se asoma por estos días en distintos actos públicos y en manos (y pies) de figuras que aspiran a La Moneda, o podrían hacerlo. Tal es el caso de ex ministra del Interior y precandidata del PPD, Carolina Tohá; y la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC).
Ayer, en el Centro Cultural Chimkowe, en Peñalolén, el Gobierno celebró la promulgación de la reforma de pensiones, y lo hizo con orquesta y baile. El propio Presidente Boric y el ministro de Hacienda, Mario Marcel, se animaron a moverse al ritmo de la cumbia, pero quien tuvo su momento estelar fue la ministra Jara.
Junto al diputado Eric Aedo (DC), la titular del Trabajo se movió por la improvisada pista de baile, con pasos que incluso
recordaron a los bailes que hizo Michelle Bachelet, tanto en sus épocas de candidata como de Presidenta.
Jara ha sido sindicada como la gran artífice y negociadora de la reforma de pensiones, lo que le brindó un alza en conocimiento y popularidad. Ese envión se ha mantenido en el tiempo, e incluso ha sonado como una posible carta presidencial. "¡Presidenta, Presidenta!, gritaban desde el público mientras Boric le daba uno de sus sentidos -y clásicos- abrazos. Esto llevó a que Chile Vamos, quienes se restaron del acto, intensificaran sus críticas al acto, afirmando que, en realidad, lo que se hizo fue "proclamar una candidata presidencial".
Sin quedarse atrás, ayer Carolina Tohá hizo lo propio en Radio Corazón. "Estoy en un ciclo muy Kid Vodoo, porque mi hija me lo presentó, y yo dije ya, reggeatón de nuevo no... y me puso una música y no, que música más linda, es muy bueno. Tiene una canción que estuve cantando el otro día que dice ponte loquita, y tiene un estribillo que dice te voy a tocar toa', toa', toa', y la voy a tomar de jingle (...) a mí la música me pone loca", dijo Tohá, no sin ponerse a bailar al estilo de la música urbana.
Otros bailes
La ex Presidenta Bachelet, una suerte de ícono de inspiración para varios políticos de su sector, ha sido una de las candidatas -y en su calidad de Jefa de Estado, dos veces-, que más conectada ha estado con el baile.
Cierres de campaña, las fiestas patrias, o eventos como "Pasamos Agosto" en 2015; e incluso la entrega de conjuntos habitacionales en Peñalolén, en 2016 -donde bailó con el entonces intendente de la RM, Claudio Orrego-; o en 2017, desde Valparaíso, con Jorge Sharp; todas fueron siempre una buena excusa para bailar, la mayoría de veces, al ritmo de la cumbia. Lo hizo tantas veces, que sus pasos quedaron grabados en la memoria colectiva.
De ahí que los bailes de Jara, ayer, muy parecidos, trajeran a la memoria lo que alguna vez hizo Bachelet.
Pero también hay otras figuras que entraron en la dinámica: en noviembre de 2021, en plena campaña presidencial, la senadora Yasna Provoste (DC) -candidata por esos días de Unidad Constituyente- protagonizó un debate con Sebastián Sichel (Ind. pro Chile Vamos), donde la parlamentaria citó a Wikipedia. Al día siguiente, para ironizar con lo ocurrido, apareció bailando en un video de Tik Tok una canción de Katy Perry junto a su hija.
Provoste también explotó su faceta de fanática de la música por ese entonces, incluso, en un matinal de CHV confesó que le encantaban los karaokes. "Mi marido, cuando éramos más jóvenes, me decía ¿cómo te puedes saber tantas canciones?", contó.
Entre candidatos también ha existido fiebre de baile. Ese 2021, el candidato Sebastián Sichel compartió un video en su cuenta de Instagrm, bailando al ritmo de la canción Do Ya Think I'm Sexy de Rod Stewart, con la siguiente frase: "Con ganas de bailar este viernes... Y ustedes? Acá van mis pasos para estos 'momentos'". De hecho, en el video, ironiza con el baile de José Antonio Kast (Republicanos) quien también aspiraba a La Moneda.
En tanto, el ex Presidente Sebastián Piñera, también es recordado por su baile de la canción Thriller de Michael Jackson (en 2010), y porque no se restó de mostrar sus pasos de cueca durante las Fiestas Patrias cuando fue Mandatario.
El baile como estrategia
En conversación con Emol, expertos comentan cuánto peso tiene la "fórmula" del baile en los actos en pleno contexto electoral, y cómo interpretar la performance de la ministra Jara en la actividad de Peñalolén.
Tomás Duval, analista político de la U. Autónoma, comenta que "en general, las(os) candidaturas buscan tener cercanía y empatía respecto de las personas como una forma de contrarrestar la lejanía y crítica o simplemente desprecio por la política que muchos ciudadanos tienen hoy".
"Cuando alguien es candidato o candidata, debe generar un espacio de empatía y cercanía con actividades que sean comunes, que sean neutras ideológicamente, pero que dan cuenta de la sensibilidad social, humana, en términos de lo que el baile significa".
Guillermo Holzmann, analista político PUCV
En la misma línea, Guillermo Holzmann, analista político de la PUCV, dice que cuando alguien es candidato o candidata "debe generar un espacio de empatía y cercanía con actividades que sean comunes, que sean neutras ideológicamente, pero que dan cuenta de la sensibilidad social, humana, en términos de lo que el baile significa".
"Esa es una estrategia que va desde el punto de vista de campaña electoral: primero, plantear posicionamiento y visibilidad. Es muy claro, un político bailando demuestra una empatía, un acercarse a una normalidad social que le importa. Entonces el tema del baile siempre ha sido un recurrente en términos que significa hacer algo distinto a lo que puede hacer la seriedad o al discurso ideológico político en un mítico, en una reunión. Entonces es ahí donde se acude", complementó.
Respecto a Jara, Duval comenta que "me parece que lo que se busca, es además, expresar que ella tiene algo de Bachelet. Hay que tener en cuenta que tiene la mejor valoración ciudadana de todas fuerzas políticas oficialistas y es una figura nacional además para la ministra Jara cualquier parecido con ella es valioso ya que se alejaría del las imágenes que el PC proyecta en la ciudadanía considerando que es un partido con pocos votos ciudadanos". "Así una posible candidatura presidencial de la ministra Jara podría partir desde otra perspectiva pero en el contexto del oficialismo", cerró.
En tanto, Holzmann sostiene que la comparación que ha surgido entre ambas, u otras que se puedan producir, "son parte de la curiosidad y del elemento que permite ver que, si Bachelet bailó y le fue bien, eso también puede ser posible, pero es una comparación que se da de forma natural. Si se baila bien o baila mal, ya hay varios casos en los cuales, independiente de que baile mal o bien, finalmente logra visibilidad y un primer posicionamiento empático con el electorado", cerró.
