En una casa en el
Lago Lleu Lleu, a solo 10 kilómetros del lugar donde fueron encontrados los tres cuerpos calcinados de los carabineros. Ahí fue capturado
Tomás Antihuén.El sujeto era el último prófugo por el triple homicidio del 27 de abril y que conmocionó el país. El 29 de julio del 2024 ya habían caído sus hermanos Felipe y Yeferson, pero él había logrado huir.
Desde ahí se desplegó una incesante búsqueda. Alertas internacionales, en las fronteras. "Aunque siempre se tuvo la certeza de que estaba en la zona, la conoce tan bien que
sabía dónde esconderse", señala un conocedor de la indagatoria.
Es así como ya hace unas semanas dieron con esta casa.
Pertenece a otro de los sujetos que está detenido por el caso, quien cayó en flagrancia por porte de armas.Carabineros desplegó un equipo que realizó vigilancia en el lugar. La orden de detención ya estaba, pero ahora el fiscal Carlos Burgos pidió la orden de entrada y registro.
"Lo tenían cercado, ya sabían que estaba ahí, que muy pocas veces salía. Era el momento oportuno para atacar. El temor era que se sabía que podía estar armado, aunque no qué arma tenía", relatan a Emol.
Fue así como un grupo especializado del OS9 derribó la puerta e ingresó. Ahí estaba Antihuen, con buzo, polera azul. No opuso resistencia, lo que facilitó la labor policial.
En el lugar lograron encontrar una
subametralladora UZI, un armamento de guerra "que estamos esperando analizar si había sido utilizado en otros atentados".
Tras su detención, y bajo un amplio operativo policial, fue llevado al Hospital de Curanilahue para constatar lesiones.
