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¿Agenda "derechista" o "realista"?: El debate que abrió la tesis de Dammert por las medidas en seguridad del Gobierno

La socióloga y ex jefa de asesores del Segundo Piso de La Moneda, afirmó que el Ejecutivo está discutiendo temas que "no son propios, digamos, del ethos de la izquierda".

25 de Marzo de 2025 | 08:02 | Redactado por Daniela Toro, Emol.
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Presidente Gabriel Boric en La Moneda.

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Una agenda más "centrista o derechista" en temas de seguridad. Ese es el diagnóstico de la socióloga Lucía Dammert, en torno a las medidas que ha tomado el Gobierno en esta materia. Su visión crítica y análisis, además, va ligado al tiempo en que se desempeñó como jefa de asesores del Segundo Piso de La Moneda, desde la instalación de la administración del Presidente Gabriel Boric, hasta septiembre de 2022.

En conversación con El Mercurio, Dammert planteó que "varias de las cosas que se propusieron hacer no tenían la capacidad política de implementarse en el marco del juego democrático".

"Considerando eso, en temas de seguridad e inmigración, por ejemplo, creo que se ha hecho una agenda bastante más centrista, derechista, si tú quieres, en algunas áreas. Este Gobierno tiene muchas leyes aprobadas en la materia, logró crear el Ministerio de Seguridad; entonces, que está discutiendo temas que son fundamentales y que no son propios, digamos, del ethos de la izquierda. Entonces, también la izquierda o la centroizquierda logra matar un mito", agregó la socióloga.

En conversación con Emol, analistas abordan la tesis de Dammert y debaten respecto a la ruta que ha seguido la agenda de seguridad del Gobierno. Para algunos, hubo un cambio "forzado" a una agenda -incluso inexistente hasta antes de llegar a La Moneda-, en vista de la mayoría de oposición en el Parlamento. Otros, en tanto, apuntan a que más que centrista o derechista, el Gobierno debió diseñar una agenda "más realista" de acuerdo a los problemas país con los que se enfrentó.

Seguridad "sin complejos"


El Gobierno del Presidente Gabriel Boric ha impulsado una serie de medidas en seguridad, a raíz de la presencia del crimen organizado en el país, a raíz de la llegada de grupos transnacionales como el Tren de Aragua, y el contacto criminógeno que esto ha significado con bandas locales.

En junio 2022, el Ejecutivo anunció el Plan Nacional de Seguridad, una estrategia con 33 medidas para el fortalecimiento institucional en materias como la prevención del delito, protección y acompañamiento a víctimas, persecución del crimen organizado, control de armas, entre otros. "Nos vamos a hacer cargo en conjunto para que la seguridad sea abordada sin complejos y como primera prioridad de nuestro Gobierno", dijo entonces el Mandatario.

Los dichos -y el anuncio del Plan- buscaban apaciguar las críticas -o lo que Dammert llamaría "el mito"- en torno a la postura de seguridad que se le criticaba al Ejecutivo, principalmente radicado en las posturas que tuvo Boric como diputado y en una primera fase como candidato. La oposición se encargó de recordar que el ahora Mandatario había apuntando a refundar Carabineros, y se le cuestionó en varias ocasiones por no "respaldar" a la institución.

En marzo de 2023, posterior al asesinato de la sargento de Carabineros, Rita Olivares, el Gobierno reforzó el giro que venía dando a la relación con la institución desde que se asentó en La Moneda. El Presidente Boric, hizo una suerte de reflexión y autocrítica, donde planteó que "creo que vale la pena reflexionar respecto a nuestras actuaciones en el pasado", añadiendo que "siempre creo que vale la pena reconsiderar y actuar de acuerdo al contexto que estamos viviendo en Chile".

Un mes más tarde, el Gobierno lanzó el Plan Calles Sin Violencia -tan mediático como criticado-, que en febrero de este año tuvo un "reforzamiento". Según anunció la entonces ministra del Interior, Carolina Tohá, desde que existe el plan, por primera vez en ocho años, "se frenó el alza de homicidios y ha empezado a haber un retroceso", aunque reconoció que "no es suficiente, pero es una inflexión".

Seguridad: ¿Un asunto de "ethos" o de "realidad"?


Claudio Fuentes, director Instituto de Investigación en Ciencias Sociales UDP, dice que "es evidente" que hubo un giro en el programa de Gobierno del Presidente Gabriel Boric, "que tuvo que ser adaptado a las condiciones políticas del Congreso. Enfrentó el dilema de o mantener su programa, o adaptarlo para poder obtener votos del centro y la derecha. Y eso es lo que hizo".

"Coincido con Lucía en que eso (seguridad) no está en el ethos de la izquierda, y de hecho, en privado, algunos dirigentes confiesan que les costó subirse a esta agenda. Pero no es por convicción que lo han hecho, sino más bien por sentido de supervivencia".

Roberto Munita, académico U. Andes
Según reflexiona, uno de los "déficit de la izquierda" es "precisamente la ausencia de una reflexión más profunda sobre temas asociados a seguridad pública y en particular sobre el uso de la fuerza. Sin embargo, la izquierda también ha puesto en el debate legislativo la reforma institucional que es crucial en una mirada de largo plazo".

Por su parte, Roberto Munita, académico de la U. Andes, planeta que lo que ha hecho el Gobierno del Presidente Boric "no es más que un baño de honestidad brutal. La sensación de inseguridad está completamente instalada en la opinión pública, y no armar una parrilla programática frente a estos frentes habría sido nefasto para la salud del oficialismo".

"Coincido con Lucía en que eso no está en el ethos de la izquierda, y de hecho, en privado, algunos dirigentes confiesan que les costó subirse a esta agenda. Pero no es por convicción que lo han hecho, sino más bien por sentido de supervivencia", reflexiona.

"Más que una agenda centrista o derechista, es una agenda más realista (...) cuando se enfrentaron a la realidad, se dieron cuentan que habían ciertos temas que ellos consideraban que no eran de tal relevancia o que podían abordarse de una manera distinta. Un claro ejemplo de ello, es lo que pasó en la macrozona sur y la visita de Izkia Siches".

Felipe Vergara, analista político UNAB
En un tono similar, Ricardo Hernández, Coordinador del programa de Política y Sociedad del Instituto Res Publica, destaca que "al estallar la crisis de seguridad, el Gobierno no tenía una agenda propia en la materia, lo que queda de manifiesto en el programa de Gobierno de Apruebo Dignidad y lo plasmado en la propuesta constitucional rechazada en septiembre de 2022".

En este sentido, añade, "el oficialismo se vio forzado a adherir a los proyectos que eran impulsados por la derecha como la Ley Naín-Retamal o la ley de usurpaciones, o heredadas del gobierno anterior, tales como el Ministerio de Seguridad. Sin embargo, las iniciativas en seguridad fueron duramente resistidas por buena parte de la izquierda, tanto dentro del propio gobierno, como por parlamentarios del Partido Comunista y el Frente Amplio. La denominación de 'gatillo fácil' al proyecto Naim-Retamal o las polémicas indicaciones sobre perspectivas ideológicas presentadas a las reglas de uso de la fuerza son algunos ejemplos de aquello".

Una opinión distinta tiene Felipe Vergara, analista político de la UNAB, quien cree que "más que una agenda centrista o derechista, es una agenda más realista, de acuerdo a los problemas país con los que se enfrentó. En el periodo de campaña, el gobierno actual miraba otra realidad, tal como dijo el Presidente Boric 'otra cosa es con guitarra', pero cuando se enfrentaron a la realidad, se dieron cuentan que habían ciertos temas que ellos consideraban que no eran de tal relevancia o que podían abordarse de una manera distinta. Un claro ejemplo de ello, es lo que pasó en la macrozona sur y la visita de Izkia Siches".

"El Gobierno tuvo que adaptar sus prioridades, y el gran mérito de esto es asumir que su mirada era distinta y estar dispuesto a modificarla. Me atrevería a decir que más que contradicción, hay un giro, y ahí diría que es un giro realista que no tiene corriente política", cerró.

El "commodity" de la seguridad en año electoral


Consultados por el precedente que marca el tono de la agenda del Gobierno en materia de seguridad, en pleno año electoral, donde precisamente ese es el tópico principal de preocupación ciudadana, los expertos destacan dos factores clave.

De acuerdo a Fuentes, experiencia de este Gobierno es relevante para el año electoral, por cuanto "el aprendizaje central es que cualquier gobierno que asuma no puede hacer promesas que no cuenten con un respaldo legislativo suficiente. La oferta programática debe ir de la mano de un apoyo legislativo".

Por su parte, Munita destaca que puede haber un efecto no buscado en este "giro" en las prioridades programáticas, y es que "la seguridad se convirtió en un commodity".

"Ya no es patrimonio de ningún sector, y probablemente estará en las campañas de todos los candidatos, de izquierda y derecha. No será un relato diferenciador, y eso obligará a que los candidatos deban diferenciarse en otros ámbitos: el combate a la delincuencia y el control de inmigración irregular sin duda serán temas relevantes de la campaña, pero si todos los candidatos están en frecuencias similares, el ojo estará puesto en las otras agendas, en las otras prioridades", cerró.
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