"No rehúyo mi responsabilidad, pero no soy abogado", argumentó esta tarde la senadora Isabel Allende en su discurso de despedida del Senado, luego de que el Tribunal Constitucional decidiera, por amplia mayoría, destituirla de su cargo a raíz de la fallida compraventa de la casa de su padre, el expresidente Salvador Allende.
"Quizá mi error fue el no haber consultado más, pero en ningún momento, ningún ministerio, ningún funcionario, ninguna autoridad involucrada nos advirtió o recordó que existía una posible inactividad constitucional", agregó la legisladora.
Tras su discurso, las opiniones en el Partido Socialista continúan divididas: mientras algunos sostienen que aún quedan responsabilidades políticas y administrativas que asumir por el error, otros consideran que la polémica ya está zanjada.
El senador Fidel Espinoza (PS) acusó que "yo no he visto una autocrítica al Presidente, lamentablemente. Yo quiero y respeto mucho al presidente Boric, pero aquí tiene que haber una autocrítica. Él se obsesionó con esta idea de la casa de Salvador Allende para pasar como parte del legado, de la historia. Está bien que haya tenido una idea que haya sido positiva, pero no se dieron cuenta que estaban cometiendo errores".
En cuanto a la responsabilidad de los asesores del Presidente Gabriel Boric, en particular de la jefa de la División Jurídica-Legislativa de la Secretaría General de la Presidencia, Francisca Moya — quien admitió haber estado al tanto de la inhabilidad constitucional pero sostuvo que no era su función advertir al Mandatario — Espinoza abogó por su remoción del cargo. En esa línea, criticó que en el Gobierno "prima más el amiguismo, y eso es negativo". Además, enfatizó: "Un Presidente siempre tiene que gobernar con leales, no con incondicionales. Ese es el problema que tiene este Gobierno".
Una visión diferente compartió el diputado Raúl Leiva (PS), quien aseguró que no es necesario que Moya renuncie a su cargo. Eso sí, enfatizó que "cada uno tiene que asumir su responsabilidad, efectivamente se tienen que instruir los sumarios administrativos correspondientes. Este hecho es grave, el propio Presidente de la República lo planteó, que tiene un reproche penal en curso, que tuvo un reproche político con la acusación constitucional, donde se hicieron efectivas las responsabilidades políticas con la solicitud de renuncia de la ministra de Bienes Nacionales y queda ahora por dilucidar si efectivamente desde el punto de vista jurídico hay infracción constitucional o no".
Al ser consultado sobre en qué pie quedan las relaciones con Gobierno, sobre todo porque la senadora Allende acusó que nadie del Ejecutivo le advirtió de esta inhabilidad, el parlamentario señaló que la relación está en "un buen pie".
Además, a su juicio, "hubo una serie de errores respecto a esa tramitación (compraventa de la casa), sin embargo, desde el punto de vista estrictamente jurídico, tal como reiteró fundamentalmente la Constitución General de la República, ese acto no tenía vicio de inquietud de ninguno".
Ante las presiones por la salida de Moya, la senadora y presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, dijo que "el día de ayer nosotros como mesa del partido tuvimos oportunidad de estar con el Presidente de la República y hacerle ver lo mismo que habíamos declarado el día viernes, que se ejercieran las responsabilidades políticas y administrativas, es él finalmente quien puede tomar esa decisión, entendemos que esa es su facultad final, y la verdad es que claramente aquí ha habido más que desprolijidades, lo dijo él ayer cuando estuvimos en su oficina, así que no tenemos más opinión que esa".
Además, indicó que "los temas con el Gobierno se solucionaron, se hablaron con el Presidente en el día de ayer, esto no tiene ninguna reparación posible, porque no se trata de ningún tipo de conversación pendiente. La verdad es que no tiene solución y hay que simplemente acompañar a Isabel Allende ahora".
Mesa del Senado
El presidente del Senado, Manuel José Ossandón (RN) señaló que todas las bancadas de la Corporación accedieron a que la senadora Allende diera un discurso de despedida, y como otro poder del Estado, no le corresponde opinar sobre el fallo.
Por su parte, el vicepresidente, Ricardo Lagos Weber indicó que "Isabel Allende en tres oportunidades de su intervención hizo una autocrítica, ya, desde la buena fe pero la asumió, lo que cabe ahora es que si hay otras personas que tengan que asumir sus responsabilidades también".
Sobre la declaración que dio Francisca Moya, el legislador dijo que "es bien fuerte desde el punto de vista de lo que es el rol que tiene que jugar un director jurídico (…) suenan un poco a contrapelo de la legalidad que se busca de los actos. Señalar que no está dentro de su mandato, tal vez habría que clarificar mejor que quiere decir eso".