El fin de semana, el oficialismo avanzó en la configuración para sus candidaturas de cara a las primarias presidenciales del sector. Si bien Carolina Tohá (PPD) anunció hace varias semanas que competiría, el sábado fue oficialmente proclamada por su tienda. Lo mismo hizo la senadora Paulina Vodanovic (PS), la última oficialista en embarcarse en la aventura presidencial.
Pero la proclamación de la timonel PS no estuvo ajena a tensiones en el oficialismo, puesto que el domingo no sólo marcó distancia con el Gobierno, sino que también lo hizo con Tohá, y aseguró que el PS y el PPD no eran tiernas hermanas. Ayer, Tohá también salió a marcar distancia con el Gobierno, descartando ser la contraparte de la continuidad, pero mostró discrepancia con la senadora, pues a su juicio, ambas tiendas "son partidos hermanos".
Los dichos generaron algunas expresiones de sorpresa y molestia en algunos personeros de esas tiendas. El senador
José Miguel Insulza (PS), dijo no estar de acuerdo con los dichos de Vodanovic, mientras que el
timonel PPD, senador Jaime Quintana, manifestó a CNN Radio que el hecho de que Vodanovic 'desermane' a un partido, "es un poquito fuerte".
Pese a las declaraciones cruzadas, los seis candidatos presidenciales del oficialismo acudieron al llamado de la ex Presidenta Michelle Bachelet, quien los citó en su fundación, Horizonte Ciudadano, para ordenar los naipes "dispersos" de estos días, convocando a la unidad del sector. Tras la reunión, la ex Jefa de Estado, aseguró que el oficialismo "puede construir un acuerdo común", y convocó a los candidatos a que estas primarias sean "buena onda".
En conversación con Emol, el sociólogo y ensayista, Ernesto Ottone, pondera los roces entre el PS y el PPD, los desafíos para Tohá y Vodanovic en su postura de diferenciarse de un Gobierno que, a su juicio, "no deja una obra muy frondosa", y los destinos del Socialismo Democrático de cara a construir una "izquierda más moderada y negociadora".
— Vodanovic descartó la "hermandad" entre el PS y el PPD. ¿Ve un quiebre entre ambas tiendas en este punto?
Yo no veo propiamente un quiebre en eso, en los discursos, porque son cosas propias de una campaña, digamos. Lo que me parece que no es bueno para la diferenciación interna, para el surgimiento de algo que se llame Socialismo Democrático, o que manifieste una posición que se aleje de una izquierda radical, me parece que es malo que se hayan generado dos candidaturas. Lo que digan importa menos. El hecho más grave es que existan dos candidaturas, porque naturalmente eso le resta posibilidades de ir generando las bases, pienso yo, para que en el futuro adquiera una identidad mayor una izquierda democrática que sea más bien ligada a una experiencia socialdemócrata, que Chile necesita mucho
— ¿Cuánto pesa para el Gobierno del Presidente Boric, que está atravesando "el pato cojo", que figuras como la exministra Tohá y la senadora Vodanovic, estén intentando diferenciarse?
Hay una cosa que es natural, que los gobiernos, en la medida en que se acerca el fin de un gobierno, naturalmente el gobierno va perdiendo centralidad en la política. Por eso siempre se señala que las cosas más importantes hay que hacerlas al principio de un gobierno, cuando ese poder está, por decirlo así, intacto, tiene un futuro, pero aquí ese futuro ya está muy cerca.
— ¿Cuáles son las líneas delgadas de Tohá y Vodanovic en este discurso de 'diferenciación' de un Gobierno del que fueron parte?
Es un tema de interpretación, porque ellos fueron parte de ese Gobierno, pero hay que recordar que partieron como una parte más bien pequeña, que estaba fuera del grupo dirigente (FA), y después como las cosas no les fueron bien al grupo dirigente, comenzaron a tener una presencia mayor. Hubo que recurrir al conocimiento, a la experiencia acumulada por estos partidos durante la Concertación, para poder, por decirlo así, evitar males mayores y poder tener una mejor gestión. Entonces, cuando dicen que no va a haber continuidad, es precisamente en esa dirección, me imagino yo, de ir generando sobre todo una serenidad que permita enfrentar los problemas de seguridad, una mayor disposición al crecimiento... todos esos elementos que fueron mezquinos durante este Gobierno.
— ¿Y dónde se situarían si no van a ser "continuidad"?
Continuidad no pueden ser, porque este es un Gobierno que, ya se puede decir, que no nos deja un activo impresionante. Tuvo un comienzo donde trató de hacer una suerte de refundación a través de la primera Convención Constitucional, y como eso fracasó, posteriormente tuvo que adaptarse a cambios muy graduales, y logró algunas cosas interesantes, como lo de pensiones, pero que de todas maneras no constituyen un gobierno con una obra muy frondosa. Además estamos viviendo una situación mundial tremendamente peligrosa, complicada, y por lo tanto, se van a tener que tomar muchas medidas de protección de la economía chilena. En fin, no son momentos como para dar saltos hacia adelante, sino más bien para proteger y poder avanzar en condiciones difíciles.
— El ex Presidente Ricardo Lagos tenía esta especie de "sueño" o "meta" de que el PS y el PPD se unieran, y hoy eso parece muy lejano...
Claro, pero hubo tiempos mejores cuando el ex Presidente Lagos planteó esa posibilidad. Eran tiempos en donde, en primer lugar, eran partidos que estaban en la dirección, junto a la DC, de gobiernos exitosos. Y donde la diferencia entre estos partidos era mínima. Entonces, ese planteamiento era posible. Pero hoy día no estamos en esos tiempos. Estamos en tiempos duros, en tiempos rígidos. Y por lo tanto, hay una lucha mucho más fuerte por una cierta identidad, una identidad que se mantenga. Y también hay cálculos respecto a los aspectos parlamentarios, hay cálculos de sobrevivencia también. Entonces, naturalmente, surgen los patriotismos de partido. O sea, la propuesta de Lagos fue en tiempos más venturosos.
— ¿Qué tan frágiles ve las relaciones al interior del Socialismo Democrático?
Creo que las relaciones de los partidos (del Socialismo Democrático) van a depender de ellos, porque si comienzan a tratarse mal, a tratarse con ironía, con sarcasmo, etc., naturalmente se van a ir abriendo heridas. Yo creo que deberían por lo menos tratarse bien y mostrar que pertenecen a un mismo espíritu político. Me parecería un error agregar al error otro error. Empezar a tratarse mal. Pero espero que eso no se profundice si queremos seguir teniendo algo que Chile necesita tanto, que es una izquierda más moderada, más negociadora, que pueda ayudar a sacar al país en una situación tan difícil como en la que está el mundo y como naturalmente está también el país.