Tripulación del "Apolo 1"
Foto: NASA
El 27 de enero de 1967, hace exactamente 53 años, se registró la tragedia del Apolo 1, la primera misión del programa lunar de la NASA.
El accidente, que cobró la vida de tres astronautas, se produjo mientras la nave espacial se encontraba realizando una prueba planeada en la órbita baja terrestre del módulo de mando y servicio del proyecto Apolo.
El comandante Virgil Grissom y los pilotos Edward White y Roger Chaffee, fueron los tripulantes que perecieron en el incendio que se ocasionó en la nave.
Tras lo ocurrido, la NASA convocó una "Junta de Revisión del Accidente" para determinar las causas del fuego. Asimismo, las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos pusieron en marcha sus propias investigaciones y supervisaron las indagaciones del órgano estatal.
Mientras se llevaban a cabo las diligencias que buscaban dar cuenta de lo que ocasionó el hecho, el senador Walter F. Mondale, dio a conocer de forma inédita "El informe Philips", en él se aludía a problemas con el contratista principal de la misión, la empresa North American Aviation.
El director de la NASA James E. Webb, desconoció la existencia de tal documento, y desde el Congreso estadounidense, si bien criticaron la falta de transparencia del organismo, dictaminaron insuficientes las causas reveladas, y permitieron a la entidad continuar con su programa.
A pesar que no se pudo conocer la causa final del siniestro, la muerte de los astronautas se atribuyó a defectos en el diseño y la construcción con materiales letal del módulo del comando del Apolo.
Durante 20 meses fueron suspendidos los programas espaciales para dar solución a los problemas en su fabricación.
La primera misión tripulada con éxito fue volada por el personal de reserva de la misión siniestrada, y se produjo con el Apolo 7 en octubre de 1968. Mientras, que el hombre pisaría la luna, por primera vez, en 1969.