¿Cambia demasiado rápido nuestra vida por el desarrollo científico?, ¿confiaríamos más en una vacuna hecha en Chile, o menos?, ¿tienen niños y niñas las mismas habilidades para las matemáticas? Esas fueron algunas de las preguntas incluidas en la III Encuesta Nacional de Percepción Social de la Ciencia y Tecnología, realizada en 2022 y cuyos resultados acaban de ser publicados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
La medición buscaba evaluar la imagen de la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación, de las aplicaciones científico-tecnológicas, el interés de los chilenos en estos temas, el consumo de información científica y tecnológica y el impacto que tienen en la vida cotidiana la ciencia y la tecnología.
La encuesta reveló que existe una positiva evolución en la percepción que los chilenos se están formando de la ciencia y la tecnología desarrollada en el país. Un
74,2% cree que esas materias han sido un aporte al desarrollo de Chile en los últimos dos años y un 81% dice que su desarrollo en los próximos 20 traerá bastantes o muchos beneficios. Un 51,8% asoció los avances científico-tecnológicos a bastante o mucho riesgo, cifra que, sin embargo, disminuyó significativamente desde 2019, cuando ascendía a un 74,3%.
En términos de valoración del conocimiento ancestral, un 68,1% de los encuestados cree que los conocimientos de los pueblos originarios son un aporte necesario a la sociedad actual. Por otro lado, un 61,4% está de acuerdo con la frase "dependemos demasiado de la ciencia y no suficiente de la fe".
"Esta encuesta es útil para el Ministerio de Ciencia y para todos los actores de la comunidad científica tecnológica", explicó la ministra Aisén Etcheverry. "Motivar el pensamiento crítico y la curiosidad es un desafío país. Tenemos que desmitificar la idea de que la ciencia es algo lejano, que está solo en el laboratorio, cuando en realidad ocurre en el día a día: nos explica el agua que tomamos, por qué sale el sol, nos ayuda a construir los artefactos que usamos. La importancia de
reconocerlo es que eso nos abre la mente a todos, y a nuestros niños, de que es posible comprender el mundo desde el conocimiento, y eso es muy valioso en tiempos de desinformación y de crisis porque genera espíritu crítico".
La subsecretaria de Ciencia, Carolina Gainza, recalcó que más del 80% de los encuestados consideró que el desarrollo científico y tecnológico hace que sus vidas sean más fáciles y cómodas, y casi el
48% dijo que ayudará a disminuir las desigualdades sociales: "Como ministerio tenemos que seguir trabajando por la democratización de los conocimientos y para que cada vez más, niñas, niños, jóvenes, personas de todas las edades, género y condición social tengan acceso a las ciencias y los conocimientos".
En cuanto a la brecha de género, uno de los resultados es que todavía un
18,2% de los encuestados está de acuerdo con la afirmación "las niñas tienen menos habilidades para las matemáticas que el resto de los estudiantes", y un 27,3% no está de acuerdo con que las mujeres tienen las mismas posibilidades de convertirse en investigadoras que otros géneros. "Este dato debe llamarnos a la reflexión. Es una cuestión cultural creer que los niños son mejores en matemática y las niñas mejores en lenguaje y es una idea que se traduce después en que existan carreras que sean más o menos feminizadas", insistió Gainza.
Sobre fuentes de información científica, un 40,5% dice leer este tipo de noticias en diarios o prensa digital (en mayor proporción que documentales, redes sociales o internet), y un 35,9% en programas de radio o podcasts. Respecto de las actividades que han realizado en el último año, un 17% dice haber asistido a una exhibición o museo de ciencia, en contraste con un 78,2% que asiste a centros comerciales.