Emplazado al norte de la región de la Toscana (Italia) se encuentra el pequeño pueblo de Vinci, cuna de Leonardo, maestro del Renacimiento Italiano, y que asoma como una excelente alternativa para arrancarse algunas horas de Florencia ubicada a tan solo 44 kilómetros de distancia.
Rodeada de un entorno natural que invita a realizar actividades al aire libre como bicicleta, senderismo y trekking, esta localidad aún conserva esa tranquilidad y aire fresco propio de las zonas campestres del norte italiano.
"Quienes pasen por acá deben también visitar el museo conocido como el Leonardiano. El lugar contiene una de las colecciones más importantes de artefactos, dibujos y bosquejos del artista”
COCHA
En la agencia de viajes COCHA comentan que "Vinci tiene una interesante oferta de actividades al aire libre, con lindos paisajes para disfrutar. Quienes pasen por acá deben también visitar el museo conocido como el Leonardiano. El lugar contiene una de las colecciones más importantes de artefactos, dibujos y bosquejos del artista”.
La muestra se encuentra en un bello castillo que data de la Edad Media, aproximadamente del año 1000, y que fue levantado por orden de los Condes Guidi. En 1919 la noble familia donó la fortaleza a la ciudad de Vinci y en 1953 se inauguró la muestra que con los años fue adquiriendo y construyendo los objetos que hoy ofrece a los turistas.
Los más interesados en la vida y obra de Leonardo da Vinci pueden tomar el camino que va hacia el pueblo vecino de Anchiano, y a unos 3 kilómetros encontrarán la granja donde nació el que es calificado como el mayor genio del Renacimiento.
Quienes viven en la zona, aseguran que los paisajes de esta vecindad permanecen iguales a como eran en tiempos de Leonardo. La escasa urbanización ha permitido que estos parajes no sufran mayores modificaciones a lo largo de los años. Su economía se sustenta en los viñedos y olivos, que dominan este paisaje toscano.
En la zona también se pueden encontrar bellos restaurantes para degustar la cocina local. Uno de ellos es La Torretta que sobresale por la calidad de sus pastas y carnes a las brasas. Se recomienda pedir “bistecca alla fiorentina”, uno de sus platos más tradicionales. Ahora bien, si desea algo más local, no dude en degustar "papardelle al ragù di cinghiale", que no es otra cosa que pastas con estofado de carne y salsa.
