Un
nuevo estudio arroja luz sobre el gran nivel de eficiencia con el que el
cóndor andino aprovecha las corrientes de aire para
permanecer volando durante horas sin aletear.
El cóndor tiene una envergadura de hasta tres metros y pesa hasta 15 kilos, lo que lo convierte en el
ave voladora más pesada de la actualidad.
Por primera ocasión,
un equipo de científicos amarró equipo de grabación a ocho cóndores en la Patagonia con el fin de
registrar cada aleteo durante más de 250 horas de vuelo.
Increíblemente,
las aves pasaron sólo 1% de su tiempo en el aire aleteando, principalmente al despegar. Uno de los cóndores
voló más de cinco horas sin agitar las alas, recorriendo más de 160 kilómetros.
"Los cóndores son pilotos expertos, pero nosotros simplemente
no preveíamos que serían tan expertos", dijo Emily Shepard, coautora del estudio y bióloga en la Universidad Swansea, en Gales.
Los resultados fueron publicados en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias.
"El hallazgo de que prácticamente casi nunca aletean y simplemente planean es impresionante", dijo David Lentink, un experto en vuelo de aves de la Universidad de Stanford que no participó en la investigación.
Para las aves, el cielo no está vacío, sino que
es un paisaje con características invisibles: ráfagas de viento, corrientes de aire cálido que sube y flujos de aire que es empujado hacia arriba por rasgos en el terreno, tales como las montañas.
El
aprender a desplazarse con las corrientes de aire les permite a algunas aves
viajar grandes distancias manteniendo al
mínimo el esfuerzo de batir las alas.
Los científicos que estudian a los animales que vuelan en general tienen en cuenta
dos tipos de vuelo: aleteando y planeando. La diferencia puede compararse a
pedalear una bicicleta colina arriba frente a dejarse ir colina abajo, dijo Bret Tobalske, experto en el vuelo de las aves de la Universidad de Montana, quien no participó en el estudio.
En investigaciones anteriores se ha mostrado que
las cigüeñas blancas y las águilas pescadoras aletean el 17% y el 25% del tiempo en sus vuelos migratorios sobre tierra, respectivamente.
La gran habilidad del cóndor andino para planear es esencial en su estilo de vida carroñero, que requiere horas de sobrevolar montañas en busca de animales muertos, dijo Sergio Lambertucci, coautor del estudio y biólogo en la Universidad Nacional de Comahue en Argentina.