Este lunes se confirmó el primer caso en Chile de una persona contagiada con el hongo "Sporothrix brasiliensis", originario de Brasil y que afecta principalmente a los gatos.
Se trata de una mujer de 59 años que vive en Concón, Región de Valparaíso, quien fue diagnosticada con la enfermedad que causa este hongo, conocida como esporotricosis. La confirmación la realizó el Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso (CDIEI-UV).
Según informó el centro, la paciente lo contrajo a través de su gato doméstico, quien a su vez lo habría adquirido al mantener contacto con otros felinos del sector.
El infectólogo Rodrigo Cruz, director del CDIEI, dijo que "si bien hasta ahora se trata de un caso aislado, no se puede descartar que pueda haber más gente infectada, ya que hay indicios de que este agente patógeno está circulando en esta zona a través de animales domésticos, en particular gatos".
Por esto, llamó a la población a que "vigile a sus mascotas y esté atenta a los signos iniciales de esta enfermedad, la que de no ser tratada a tiempo puede generar graves daños a animales y a los humanos que interactúan con ellos".
Qué es y qué efecto puede causar en la salud de los humanos
El Sporothrix brasiliensis es un hongo de carácter virulento, originario de Brasil y detectado también en otros países de Sudamérica, que tiene la capacidad de producir esporotricosis, una infección que ataca principalmente la piel.
"La esporotricosis es una infección micótica que puede afectar a seres humanos, gatos y otros mamíferos, es decir, una zoonosis", explica la Dra. Marcela Cárcamo, epidemióloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes.
Según señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés), cuando esta infección afecta a los gatos, éstos con frecuencia presentan lesiones en la cara, a menudo alrededor de la nariz. La entidad detalla que "estas lesiones se desarrollan a partir de heridas que ocurren durante peleas con un gato infectado" y que "los gatos que se lamen heridas infectadas en otras partes del cuerpo pueden también transferir los hongos a su cara y boca".
Éste puede propagarse directamente desde un animal infectado a otros animales y también a una persona, enfermándolos de esporotricosis. Las personas pueden contraer esta enfermedad a través de la mordedura o el rasguño de un gato infectado, señala el CDC. Aunque apunta que "las personas pueden contraer esporotricosis de gatos infectados aun si estos gatos no las muerden ni rasguñan" y que "algunas personas han contraído esporotricosis después de tocar un gato infectado y luego tocarse los ojos".
El infectólogo Reinaldo Rosas, de Clínica Alemana, explica que en el lugar que ocurre la mordedura o arañazo del gato portador del hongo, provoca que éste se disemine y viaje a través del sistema linfático, por lo que la lesión cutánea visiblemente va avanzando y además es una herida que no sana con el transcurso de los días".
La Dra. Marcela Cárcamo, de la U. de los Andes, dice que "generalmente, causa pústulas y abscesos aislados". Sin embargo, advierte que "existen casos en que puede propagarse a los ganglios linfáticos e incluso provocar infecciones diseminadas que afectan los huesos, pulmones o el sistema nervioso central".
La académica menciona una serie de síntomas que puede presentar una persona que esté contagiada. Los signos más frecuentes son: lesiones en la piel, como nódulos o abscesos subcutáneos; lesiones ulcerosas; y aumento de los nódulos linfáticos. Con menor frecuencia, puede provocar lesiones oculares, infecciones respiratorias y encefalitis y meningitis.
El Dr. Rosas detalla que "la población más susceptible de contagiarse son las personas con un sistema inmunológico débil, como son los niños y las personas que padecen alguna enfermedad crónica, desencadenándose en una enfermedad osteoarticular, conjuntival respiratoria o neurológica". Y, aunque es infrecuente, puede llegar a producir la muerte.
Tratamiento largo y difícil
Esta enfermedad tiene tratamiento tanto en las mascotas como en los humanos. Éste sigue la misma línea de las enfermedades infecciosas, con una duración de dos a tres meses y, dependiendo de la severidad de la enfermedad, hay medicamentos que se pueden administrar por la vía venosa, comenta el Dr. Rosas.
Entre 2 y 3 mesespuede durar el tratamiento contra este hongo
El CDC indica que el tratamiento principal de la esporotricosis es el itraconazol, que se administra por vía oral hasta que los signos y síntomas desaparezcan. "No obstante, el tratamiento lleva muchos meses, las infecciones no suelen responder al tratamiento y los efectos secundarios son frecuentes", advierte.
Los expertos enfatizan en la importancia de que las personas tomen precauciones, especialmente los veterinarios y los cuidadores de animales, cuando tengan contacto con gatos tanto en Brasil como en los países vecinos. El llamado es a ser cauteloso con los animales que no se conocen y limitar el contacto entre los gatos domésticos y los salvajes, así como entre aquellos sanos y los enfermos.
“Es importante recalcar el concepto de tenencia responsable de mascotas lo que conlleva que las mascotas tengan sus controles y vacunas al día; es importante que los animales domésticos se mantengan al interior del hogar debido a que el hongo está presente en los suelos de vegetación descompuesta", subraya el Dr. Rosas. Ante las dudas, sugiere consultar a un especialista en dermatología o infectología.
Rápida expansión por Sudamérica
Esta enfermedad no es nueva. El infectólogo de Clínica Alemana comenta que "tras la década de los 90, este hongo fue capaz de adaptarse específicamente a los felinos, convirtiéndose en portadores del hongo por medio de sus uñas, pudiendo trasmitir el hongo a otros gatos, perros y a humanos".
De acuerdo a los datos de la CDC, hasta 1990, estaba circunscrito al sureste de Brasil, cerca de São Paulo y Río de Janeiro. Sin embargo, se expandió rápidamente hacia otros estados y, recientemente, también se ha encontrado en Argentina y Paraguay, y existe preocupación de que pueda propagarse a otros países a través del desplazamiento de animales enfermos.
Según cifras de la entidad, entre los años 1998 y 2016 se identificaron más de 4.500 casos de seres humanos contagiados por gatos. "El Sporothrix brasiliensis está causando infecciones generalizadas en Brasil y se está extendiendo a países vecinos (...) La experiencia en Brasil muestra que, una vez que se establecen en una población, estas infecciones pueden propagarse ampliamente", señala.
En la misma línea, el Dr. Rosas señala que "cada día queda más claro que la salud es de carácter global debido al fácil desplazamiento de las personas".