Para el segundo programa de “¿Entonces cómo subimos las pensiones?”, tuvieron de invitados a dos expertos: Elisa Cabezón, economista y directora de evidencia del Centro de Estudio Pivote; y Alejandro Charme, socio principal de Charme Consultoras. En esta oportunidad se abordó cómo un aumento de las tasas de cotización y la edad de jubilación puede contribuir a mejorar las pensiones futuras. Ambos puntos forman parte de las propuestas contenidas en la “Hoja de Ruta 555” de AFP.
La tasa de cotización es lo que define las contribuciones que los trabajadores y que los empleadores realizan al sistema mes a mes. Aumentar esta tasa podría tener un impacto en los ahorros previsionales y, por supuesto, consecuencias en el monto de las pensiones. En ese sentido, la "Hoja de Ruta 555" propone aumentarla al 18%, que es el promedio de los países que pertenecen a la OCDE, incrementándose de manera gradual en un 0,5% por 16 años.
Complementariamente, el documento plantea que el alza en la tasa de cotización se realice de forma diferenciada según los tramos de ingreso, con el fin de aliviar la presión sobre los trabajadores de menores ingresos y las pymes. Se confía en que estos segmentos recibirán una parte importante de la Pensión Garantizada Universal (PGU). Asimismo, esta hoja de ruta sugiere aumentar gradualmente la edad de jubilación a partir de 2025, alcanzando plena vigencia en 2037. Esta alza afectaría solo a aquellos que sean mayores de 40 años en 2025. Al elevar la edad de jubilación, se estaría en línea con los objetivos planteados. Se estima que los hombres podrían aumentar sus pensiones en un 8% y las mujeres en un 55% si se iguala la edad de retiro.
Al respecto, Elisa Cabezón mencionó que es relevante elevar la tasa de cotización hasta un 10% de los sueldos, ya que si se compara con los países más desarrollados de la OCDE, su promedio es de un 18%, casi el doble de lo que se cotiza en Chile. “Dos factores impiden que tengamos buenas pensiones: primero, el porcentaje de la población en edad de trabajar que cotiza es bajo; segundo, el porcentaje que cotiza lo hace por una tasa inferior del 10%”, sostuvo.
Entonces, para enfrentar estas condiciones más restrictivas, hay que aumentar la tasa de cotización de forma gradual. La rentabilidad de los fondos es menor que la que obtuvieron los actuales jubilados, y las generaciones actuales de trabajadores viven más años, por lo que ese ahorro acumulado con una tasa del 10% debe distribuirse a lo largo de más años, lo que reduce el monto de las pensiones, puntualizó la economista.
Por su parte, Alejandro Charme mencionó que las principales razones por las que las pensiones son bajas se deben a la densidad de cotizaciones, o "lagunas previsionales". Las mujeres cotizan menos del 50% de su vida laboral y los hombres, el 58%. Según los estándares de la OIT, cotizar 15 años otorga derecho a una pensión parcial. “Si consideramos esto como un "benchmark", muchos chilenos solo tendrían derecho a pensiones parciales, y quienes cotizan menos de 15 años no tendrían derecho a pensión. En el antiguo sistema de reparto, esto tenía una cierta lógica, ya que para pertenecer al sistema debías demostrar que habías trabajado. Hoy, con la capitalización individual, el dinero es tuyo, pero si cotizas menos de 10 años, quizás no debería llamarse pensión”.
¿Por qué no hemos avanzado?
De acuerdo a los expertos, elevar la tasa de cotización genera costos para el empleo formal. Si la subes de un 10% a un 13% o 16%, tiene dos efectos: primero, el empleador debe pagar más, lo que encarece la contratación y desincentiva la creación de nuevos empleos. Segundo, puede reducir el sueldo líquido del trabajador. A largo plazo, esto encarece la contratación formal, porque bajan los sueldos líquidos o aumentan los costos que el empleador debe asumir. “Sin embargo, subir la tasa de cotización también podría tener efectos positivos, ya que incrementa el ahorro, que a su vez puede traducirse en mayor inversión en el país y en más empleos formales”, argumentó la funcionaria de Pivote.
Otro problema que destacó el socio de Charme Consultorías fue que otros países reformaron sus sistemas de pensiones de manera continua, caso contrario al de Chile. “Nos hemos demorado mucho en hacer cambios. La última fue en 1980 y luego en 2002, con un pequeño ajuste, pero seguimos "pegados" sin avanzar en las reformas necesarias”.
Edad de jubilación
Respecto a la jubilación, la expectativa de vida es cada vez mayor, lo que requiere distribuir el ahorro a lo largo de más años, al respecto, el especialista señaló que es necesario postergar la edad de jubilación, como ya lo hacen muchos países de la OCDE. “Pero esto debe ir acompañado de medidas que incentiven a las personas mayores a seguir participando en el mercado laboral, como la flexibilización de la jornada para adultos mayores, o programas dentro de las empresas que permitan a las personas de mayor edad compartir su experiencia con los jóvenes”.
Además, Cabezón apuntó que es crucial subir la edad de jubilación de las mujeres y equipararla con la de los hombres. “Si una mujer se jubilara a los 65 en lugar de a los 60, su pensión podría aumentar entre un 35% y un 40%”.
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