La asamblea municipal de
Kioto, una de las ciudades más visitadas de Japón, aprobó este martes un
drástico aumento de su impuesto a las pernoctaciones hoteleras que multiplica por diez el gravamen máximo actual, una decisión motivada por el
fuerte aumento del volumen del turismo en la urbe.
La ciudad introdujo un sistema impositivo de varios niveles en 2018 con un límite
de 1.000 yenes ($6.192) por noche, pero a partir del 1 de marzo de 2026
subirá la tarifa máxima a 10.000 yenes ($61.924), con el objetivo de incrementar los fondos locales para implementar medidas contra el sobreturismo y otros fines.
En la actualidad, los visitantes pagan entre 200 yenes ($1.236) por estancias que cuesten menos de 20.000 ($123.848) por persona y noche, y un máximo de 1.000 yenes ($6.192) por pernoctaciones de 50.000 yenes ($309.622) o más por noche.
El nuevo sistema impositivo dividirá las tasas a pagar en cinco niveles: el mínimo continuará siendo de 200 yenes ($1.236), pero ahora para pernoctaciones con un coste de hasta 6.000 yenes ($37.154), y se introducirán más cantidades, hasta un máximo de 10.000 yenes ($61.924) cuando el coste de la noche sea superior a 100.000 yenes ($619.245).
Se espera que tras el incremento impositivo,
los ingresos locales por este impuesto asciendan a unos 12.600 millones de yenes ($78.024.946) anuales, desde los 5.200 millones de yenes ($32.200.771) que supusieron en 2023, según los datos más recientes de la Oficina Nacional de Turismo de Japón (JNTO).
Este impuesto será
el más alto entre los once municipios nipones que han adoptado este tipo de medidas en los últimos tiempos para afrontar el auge del turismo que experimenta el país, que recibió una
cifra récord de 36,87 millones de turistas extranjeros en 2024.
Kioto es la tercera prefectura más visitada del país asiático, solo por detrás de las de Tokio y Osaka, y es un destino muy popular tanto entre los visitantes internacionales como los nacionales.