Ante el Tribunal de Apelación de Londres,
el príncipe Harry intentará revocar la decisión que le priva de una protección policial durante sus visitas a Reino Unido, una de las acciones legales emprendidas por el hijo menor del rey Carlos III.
Este caso, que se examinará durante dos días,
enfrenta al duque de Sussex, residente en Estados Unidos,
y al Ministerio de Interior británico, que ya ha obtenido la razón en dos ocasiones en este expediente.
Harry llegó poco antes de las 10:00 horas GMT al tribunal, en una
audiencia que se llevará a cabo en parte a puerta cerrada para proteger información de seguridad "altamente confidencial".
El príncipe, de 40 años, sonriente, saludó al llegar a la sede del Tribunal de Apelación, sin parar ante los periodistas que lo esperaban.
Durante esta primera jornada de la audiencia,
Harry, con un cuaderno y un bolígrafo en sus manos, tomando notas,
se sentó detrás de sus abogados, en una sala llena.
Harry y su esposa Meghan, que se trasladaron a vivir a Estados Unidos tras su ruptura con la familia real en 2020,
perdieron la protección policial sistemática a cargo de los contribuyentes británicos, ya que
el Ministerio de Interior optó por una protección caso por caso.
El Tribunal Superior de Londres dio la razón al Ministerio de Interior en febrero de 2024, considerando que la decisión no constituía una "injusticia" y que la estrategia de la policía era "legalmente fundamentada".
En la primera jornada, este martes, la abogada del príncipe, Shaheed Fatima, señaló que su defendido "no acepta que se piense que una medida de seguridad hecha a medida signifique mejor".
"No es que debería tener el mismo nivel de protección que se le otorgaba cuando era miembro activo de la familia real, sino
estar sujeto al mismo proceso que cualquier persona que se considere que merece protección", añadió.
El duque de Sussex se ha mostrado muy sensible en este tema después de que su madre, la princesa Diana, perdiera la vida en un accidente de tránsito en París en 1997, mientras era perseguida por fotógrafos de prensa.
En abril de 2024, un juez desestimó una solicitud previa de Harry y le ordenó pagar casi la totalidad de los gastos judiciales que tuvo que hacer frente el ministerio. Una suma de aproximadamente un millón de libras (casi 1,3 millones de dólares), según el diario The Times.
Batallas judiciales
El príncipe Harry había intentado, en un primer momento,
obtener una protección policial proponiendo pagarla con sus fondos personales, pero esta posibilidad le
fue denegada por la justicia británica en mayo de 2023.
Paralelamente,
el duque de Sussex ha iniciado varias batallas judiciales contra los poderosos tabloides británicos, con los que mantiene relaciones tensas.
En enero, dentro de esa batalla contra la prensa, llegó a un acuerdo económico con el propietario del diario The Sun.
El príncipe Harry, enfrentado a su familia desde sus revelaciones explosivas sobre la monarquía y la publicación de su autobiografía "En la sombra" (2023),
viaja ocasionalmente a Reino Unido, especialmente para sus actividades caritativas.
Por ejemplo, Harry regresó en septiembre para una ceremonia de premios de la organización WellChild, que apoya a los niños enfermos.
La audiencia ante el Tribunal de Apelación se lleva a cabo pocos días después de un duro golpe para el hijo menor del rey, quien anunció a finales de marzo que había renunciado a ser el patrocinador de su ONG Sentebale, fundada en 2006 en Lesoto para ayudar a huérfanos que habían perdido a sus padres debido al Sida.
El regulador británico de organizaciones caritativas se hizo cargo del litigio el 3 de abril al abrir una investigación, lo que para Harry significó un "alivio", denunciando las "mentiras" de la actual presidenta, Sophie Chandauka.
Desautorizada por los administradores de la ONG, esta abogada zimbabuense de 47 años había acusado al príncipe de "acoso e intimidación".