BERLÍN.- El seleccionador alemán, Joachim Löw, ha puesto en duda su continuidad en el cargo más allá del Mundial 2010 tras discrepancias con la Federación Alemana de Fútbol (DFB) en torno a los planes de renovación de su contrato.
"Hasta el Mundial no habrá conversaciones. así se lo ha decidido la cúpula (de la DFB) y tengo que aceptarlo. Tal vez me pregunten si quiero negociar y yo también tengo que preguntarme si estoy dispuesto a negociar", dijo Löw en una entrevista que publica hoy la revista "Kicker".
Las discrepancias empezaron después de que el presidente de la DFB, Theo Zwanziger, dijera que se había llegado ya a un pacto de caballeros para la renovación de Löw, lo que el seleccionador negó posteriormente.
"No fue mi intención dañar la imagen de Theo Zwanziger o calificarle de mentiroso. Pero teníamos interpretaciones distintas de la conversación que tuvimos antes de navidad", dijo Löw.
Según Löw, después de aquella conversación quedaban muchos detalles sin aclarar por lo que no se podía decir que su renovación estuviese prácticamente sellada.
Löw se quejó además de que la DFB le hubiera presentado una oferta de renovación que el debía aceptar o rechazar en un plazo de 24 horas.
"Llevo seis años en la DFB y cuatro años como seleccionador, nadie tiene porque ponerme un ultimátum de esa naturaleza", dijo Löw.
Löw además insiste en que su renovación tiene que estar asociada a la de Oliver Bierhoff como manager general de la selección.
El seleccionador se negó a proporcionar detalles sobre las negociaciones pero negó que las diferencias tuviesen que ver ante todo con asuntos económicos y dijo que su principal interés es seguir renovando las estructuras de la DFB.