PARIS.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) prevé un crecimiento del 2,5% este año en Sudamérica, donde la mayor parte de los países experimentan una clara recuperación, a excepción de Argentina, donde la situación sigue siendo "frágil", y de Ecuador "donde la crisis financiera no ha sido resuelta", según las Perspectivas Económicas divulgadas este martes.
"El crecimiento será sin duda alguna moderado (aproximadamente del 2,5%) porque se deberá endurecer aún la política presupuestaria en la mayoría de los países, y porque hay presiones al alza sobre los tipos de interés a nivel internacional", explica la OCDE.
En su informe semestral, señala que el ajuste presupuestario puesto en marcha en muchos Estados sudamericanos y la prioridad dada a las reformas del mercado de trabajo y otras reformas estructurales "han contribuido a una actitud más favorable de los mercados hacia esa región".
La OCDE prevé que el crecimiento de la producción en Sudamérica se acelerará en el 2001.
De las economías sudamericanas tirarán en el 2000 las exportaciones en el primer semestre y la demanda interna en el segundo, indica la OCDE que, en un apartado dedicado a países no miembros, aconseja que se endurezca la política presupuestaria.
Advierte que el mayor riesgo "sería una reacción desfavorable de los mercados internacionales de capitales" a la subida de los tipos de interés en Estados Unidos, junto a un eventual debilitamiento de la actividad.
El Producto Interior Bruto (PIB) brasileño, que creció un 0,8% en 1999, aumentará un 3,2% este año y un 4,1% el próximo, gracias a un entorno exterior propicio y a un consumo interior estimulado por la mejora del empleo y la progresión de los ingresos en términos reales.
Las tensiones inflacionistas de este país se han visto atenuadas por la apreciación del real desde octubre pasado, y el índice de precios al consumo subirá un 7,5% en el 2000 y un 5,5% en el 2001.
La OCDE destacó que Brasil tuvo un excedente en su balanza comercial de US$ 26 millones en el primer trimestre del año, después de un déficit de US$ 816 millones de dólares en el mismo periodo de 1999.
Los principales peligros que acechan a la economía brasileña son la subida de los tipos de interés internacionales y "una relajación de la disciplina presupuestaria en ausencia de reformas a medio y largo plazo, en particular en el ámbito de la Seguridad Social".
En Argentina, "la actividad industrial presenta por fin ciertos signos de recuperación, que se limitan por ahora a los sectores volcados a la exportación y al sector automovilístico", mientras la demanda interna se mantiene en la atonía, y el PIB, después de haber retrocedido un 3% en 1999, progresará un 2,6%
este año y un 3,5% en el 2001.
El déficit comercial argentino se reduce por la subida del precio del petróleo, las fuertes exportaciones de trigo y las importaciones que se sitúan a un nivel débil.
Los autores del informe recuerdan que el nuevo Gobierno argentino, que asumió en diciembre pasado, ha aprobado "una reforma del mercado de trabajo relativamente modesta" y ha preparado un programa "completo" de reformas estructurales en otros ámbitos.
Como apoyo al conjunto de esta estrategia económica, señalan, Argentina ha llegado a un acuerdo en marzo pasado con el Fondo Monetario Internacional para un préstamo de US$ 7.200 millones en tres años.
Con esas reformas a la vista, "la mejora de la confianza de los mercados y un contexto propicio desde el punto de vista de la demanda exterior deberían apoyar la recuperación", aunque el aumento de la fiscalidad frenará el consumo privado.
