TOKIO.- La economía japonesa vuelve a dar muestras de debilidad que se reflejan en el fuerte descenso de la bolsa de Tokio, que perdió hoy más de un 2% y cerró en un nivel mínimo en 16 meses.
El primer ministro Yoshiro Mori, que inauguró este viernes una sesión parlamentaria extraordinaria con el compromiso de anteponer la recuperación de la economía a cualquier otro objetivo, continúa sin ofrecer recetas económicas nuevas que devuelvan el optimismo al mercado.
Desde que Mori asumió el cargo, el pasado 5 de abril, la bolsa ha caído un 22,5%, y hoy cerró en 15.838,47 puntos, un 2,12% por debajo del nivel de la víspera.
Fuentes del mercado achacaron el fuerte retroceso del día a la debilidad de empresas de alta tecnología como Sony, Fujitsu, Hitachi, Toshiba, NEC y Kyocera, o la de telefonía móvil NTT DoCoMo, contagiadas todas ellas por la caída el jueves del índice tecnológico Nasdaq en EEUU, que sufrió un desplome de 145 puntos, un 3,65% de su valor.
El ministro de Finanzas, Kiichi Miyazawa, comentó lacónicamente que "los mercados tienen alzas y bajas" y no extendió su reflexión sobre la tendencia bajista.
El ministro de la Agencia de Planificación Económica (EPA), Taichi Sakaiya, se mostró confiado en que la reciente inseguridad tenga un carácter temporal, pero instó al gobierno a vigilar el comportamiento del mercado estos días.
Las ventas, según los analistas, las están lanzando los fondos de inversión extranjeros. En 1999, los estadounidenses y europeos compraron 11 billones de yenes (US$ 99.100 millones) más de los que vendieron en títulos japoneses, pero de abril a junio de este año se han desprendido de unos 2 billones de yenes (US$ 18.020 millones).
"Las continuas ventas de los extranjeros son una buena excusa para que los inversores japoneses también abandonen el mercado", indicó un agente de la agencia de valores Daiwa.
Además de factores de coyuntura como los citados, algunos indicadores económicos continúan empeorando.
Hoy se dio a conocer una subida del 0,1% del desempleo que lo sitúa en el 4,7%, con lo que afecta ya a unos 3,21 millones de personas.
También se hizo público el gasto en los hogares de los asalariados, que cayó un 2,6% y se colocó en 316.904 yenes (US$ 2.880) en junio, primer descenso en tres meses.
Mori, en su discurso ante el Parlamento, renovó su compromiso de devolver el pulso a la economía y apeló a un espectro amplio de reformas a las que llamó "Plan de Renacimiento", que abarcarán desde más inversión en tecnologías de la información para crear puestos de trabajo en nuevos sectores laborales, hasta reformas de la Seguridad Social para permitir que se trabaje hasta los setenta años.
A pesar de su discurso, el mercado dio la espalda a sus propuestas y algunas analistas se preguntaban qué ocurrirá cuando el Banco de Japón (BOJ) eleve sus tipos de interés, situados desde febrero de 1999 en torno al 0,5 por ciento.
Los mayores temores recaen en las empresas constructoras, incapaces de eliminar multimillonarios acumulados incobrables desde finales de los años ochenta, entre las que
se teme que haya bancarrotas en pocos meses que podrían afectar a los grandes bancos.
La quiebra este mes de los grandes almacenes Sogo ha disparado el temor entre las más de 8.000 empresas directamente vinculadas al grupo cuyo futuro es incierto.
"El gobierno no debe permitir la condonación de las deudas e inyecciones de fondos públicos a empresas que estén en proceso de reorganización", dijo Mori en su discurso.
Los únicos datos económicos positivos del día los ofreció el ministerio de Comercio Internacional e Industria (MITI) al anunciar un mejora del 1,7% de la producción industrial en junio, más notoria en el sector de automóviles y en la telefonía móvil.