SANTIAGO.- Los países latinoamericanos y caribeños registraron en el año 2000 un crecimiento promedio de 4,0% contra sólo 0,3% en 1999, informó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El único país con resultado negativo en cuanto a crecimiento es Uruguay con -1,0%. Argentina registra un 'crecimiento nulo' (0%).
Los países con las tasas más altas de crecimiento son República Dominicana (8,5% contra 8,3% en 1999), México (7,0% contra 3,7% en 1999), Chile (5,5% contra -1,1% en 1999) y Cuba (5,5% contra 6,2% en 1999).
La CEPAL explicó, sin embargo, que la fuerte expansión de México y el crecimiento más moderado de Brasil (4%) explican en buena medida la reactivación de la economía regional, ya que los restantes países en conjunto sólo crecieron 2,2%.
En el tradicional Balance Preliminar Anual de las Economías Latinoamericanas y Caribeñas, publicado por la CEPAL, el desempleo es señalado como el punto negro en esta evolución económica con una tasa media de 9%, lo que indica que "las mayores tasas de crecimiento no se reflejaron en los mercados laborales".
Para los expertos de CEPAL, uno de los factores que explican esta situación es el que las empresas, tras verse fuertemente golpeadas por la crisis asiática de 1998-99, continuaron sus esfuerzos por aumentar la productividad, con lo cual se crearon menos puestos de trabajo.
Otro punto negativo en este balance preliminar es que el aumento de los salarios fue de apenas un 1,5% en el año 2000, de acuerdo a un promedio de 10 países con datos disponibles, lo que no se compara con una inflación regional promedio de 8,9% (1999: 9,5%).
El informe agrega que 17 de los 22 países considerados en el balance registran una inflación de un solo dígito en el año 2000, aunque algunos estuvieron más expuestos a las presiones inflacionarias debido en parte al alza de los precios del petróleo, lo que "no indica una pérdida de control significativa". El caso inflacionario más dramático es el de Ecuador que pasó de un 60% en 1999 a 97% en el 2000.
La recuperación del crecimiento del PIB obedeció principalmente al auge de las exportaciones, que crecieron en más de 20% (17% si se excluye a Venezuela), porque la demanda interna fue menos dinámica de lo esperado, a pesar de que se aplicó una mayor flexibilidad en las políticas macroeconómicas, dice la CEPAL.
El nuevo crecimiento registrado por Estados Unidos, mayor que el de Europa, favoreció otra vez a México, su socio de integración, y a los demás países de la cuenca del Caribe.
El déficit regional en cuenta corriente en proporción al PIB se redujo de 3,1% en 1999 a 2,5% en el 2000, gracias a un aumento de 20% de las exportaciones de bienes y servicios contra sólo 17% de las importaciones.
Sin embargo, el déficit en cuenta corriente varía de acuerdo a la evolución que ha tenido el precio del petróleo, favorable principalmente a Venezuela. Si se incluye a este país, el déficit cayó de US$ 53.000 a 49.000 millones. Sin embargo, sin considerar a este país, se registra un aumento de US$ 58.000 a 63.000 millones.
La misma situación se aprecia en el cálculo del déficit comercial. Con la inclusión de Venezuela, este déficit bajó de US$ 19.000 millones en 1999 a US$ 13.000 millones en el 2000.
Contrariamente, sino se incluye a Venezuela se advierte un ligero aumento de este déficit de US$ 26.000 a 28.000 millones.
En el sector externo, la deuda desembolsada de América Latina y el Caribe ascendió a US$ 750.000 millones, mostrando una reducción nominal por primera vez desde 1988, al mejorar el coeficiente deuda-exportaciones que bajó a 180% en el 2000 contra 217% en 1999.
El ingreso de capitales a la región ascendió a US$ 52.000 millones en el año 2000. Pese a que este monto supera los US$ 40.000 millones de 1999, siguió por debajo de los US$ 70.000 millones registrados en 1998 y US$ 85.000 millones en 1997.
