El año del Chancho
Arrasaron en el Festival de Viña. De paso fueron
paparazzeados como celebridades. Están por cumplir diez años y ahora sacan el primer disco en vivo de su carrera para probar cuánto los quiere su audiencia. Es el año de Chancho en Piedra. Y quieren cumplir muchos más.
David Ponce 16/4/2004
Chancho en Piedra lanzará esta semana el disco número seis de su carrera. Han tenido veinte éxitos en la radio desde el
cover de Nicanor Parra que hicieron en “Sinfonía de cuna” (1995). Y el 1 de mayo cumplirán diez años, contabilizados desde el primer concierto de la actual formación del grupo. Pero más allá del pasado y el patrimonio, Chancho en Piedra está pensando en el futuro.
- Más adelante mayo ya no va a ser el Mes del Mar - predice, por ejemplo, el baterista Marcelo
Toño Corvalán, a propósito del mes aniversario del grupo-. Va a ser el Mes de Chancho.
- Intuíamos que íbamos a durar harto, así que instituímos un día de cumpleaños - explica el bajista Felipe Ilabaca- . Además el Primero de Mayo es el Día del Trabajo y ese día fuimos a trabajar. Así que nos enorgullece estar de cumpleaños ese día.
En contraste con ese temprano show de 1994, el que Chancho en Piedra dio el 6 de diciembre en el Estadio Víctor Jara fue una superproducción destinada a su nuevo trabajo: “Chancho seis”, el primer disco en vivo de la historia del grupo.
- Nos planteamos, como
fans de Chancho, en qué temas nos gustaría escuchar en vivo. Y la lista era muy grande. Era imposible meterlo en setenta minutos - calcula el cantante Eduardo
Lalo Ibeas, de modo que “Chancho seis” será un disco doble, cuya segunda mitad será lanzada en junio, además de un nuevo videojuego incluido en el CD y un DVD que cerrará la colección en agosto.
- Fue bueno demorarnos harto -agrega el cantante- , porque tenemos un carrete de no sé cuánto recitales...
- Quinientos sesenta y tantos - estima Toño, que lleva el registro. Por lo demás, el ítem “disco en vivo” es especialidad de los integrantes del grupo, cada uno de los cuales tiene sus favoritos.
- “Live after death”, de (Iron) Maiden -vota Toño.
- El “Loco live”, de los Ramones -agrega el cantante.
- “Circus”, de King Crimson - dice el guitarrista, Pablo
KVZón Ilabaca: a Chancho en Piedra le gusta desde el heavy metal hasta el rock progresivo.
- El “Exit... stage left”, de los Rush. “A show of hands”, de Rush. Qué monotemático - reconoce Felipe Ilabaca- . Déjame pensarlo y te respondo (luego mencionará a “Delicate sound of thunder”, de Pink Floyd).
- ¿Alguno chileno?
- Una vez lo escuché en la Rock & Pop, y me gustaría tenerlo: el de Buddy Richard - dice Lalo, en alusión al clásico LP “En vivo en el Astor” (1969).
- No sé si nombrarlo como disco en vivo, pero cuando era chico escuchaba harto el de Tito Fernández en el Olympia de París. Increíble también - recuerda Toño- . Y el de Hermógenes Conache en el Festival de Viña.
El efecto Viña: Dame uno a mí, chanchito
Si Iron Maiden tiene una mascota medio satánica llamada Eddie, Chancho en Piedra también tiene la suya. Es ese cerdito plástico, característico juguete chileno, adoptado por el grupo desde la carátula de su primer disco (“Peor es mascar lauchas”, 1995) bajo el nombre de Juanito. Y la población de Juanitos ha crecido de modo tal que, censada en una fiesta como la de los siete años del grupo, en 2000, ya era un mar de cerditos plásticos multicolores que inundó ese día la Estación Mapocho.
Sus actuaciones en los festivales de Olmué y Viña este año son algunos de sus más recientes éxitos de masas.
- Lo de Olmué para mí, personalmente, tiene casi más valor que lo de Viña, porque era otra música, otro público e igual los conquistamos - destaca Toño.
- Para la gente más tradicional, Chancho en Piedra es la banda que le toca a los cabros chicos y no una banda de música. Y fue bueno demostrar que, si bien tocamos una cueca, nuestro folclor también es Los Jaivas y cosas modernas que son parte de nuestra cultura - coincide el cantante. Pero el efecto de la Quinta Vergara fue claramente mayor, y para el grupo es algo así como el asalto y toma del morro de Viña.
- Mucha gente se impactó de ver tanta gente con Juanitos, todo el mundo saltando, y nosotros dijimos “Compadre, casi vinimos aquí para mostrar que esto pasa siempre, ¿cachai?” - recuerda Lalo Ibeas- . Y no sólo con Chancho. Pasa con grupos que tocan durante todo el año, va mucha gente a verlos y en los medios no pasa nada. Viña fue para probar que la música de verdad, no los que hacen pegar a la fuerza un tema en el verano, puede llegar al mismo escenario.
- Pero yo no creo eso -discrepa KVZón- . Haber llegado (a ese festival) puede ser un premio..., pero lo hicimos bien, como siempre lo hemos hecho en cualquier escenario. No me han reconocido más por ir a Viña.
- Discrepo - discrepa a su vez Felipe-. Por ejemplo para los adultos que nos miraban como un grupo ajeno, que no están metidos en la escena rockera, que no van a conciertos, es obvio: ahora somos súper importantes. Ayer (domingo) andaba en el Cajón del Maipo, estaba tomando micro y se me acercó un compadre: “Oye, tú soi el Felipe de los Chancho”. “Sí”. “¿Y andái en micro? ¿Por qué no andái en tu auto?”. “No, no tengo auto”. “Ah, seguro, si con las Gaviotas ganaron cualquier plata”.
- Antes llegábamos a un recital y nos pedían autógrafos los jóvenes - distingue Lalo- : llegaban con los papás y era (con tono ronco) “Ya, pídelo luego y nos vamos”. Ahora es (ronco, pero buena onda) “Oye, dame uno a mí, poh, chanchito”. Mucha gente del “ambiente” rockero ocupa el término “se vendió”, pero al contrario: creo que aquí toda nuestra gente llegó ese día a la Quinta, la llenó de Juanitos y después se fue. Fue como una toma de Chancho en Piedra.
No fue la única toma: también tomó por sorpresa a los propios Chancho en Piedra el reportaje publicado en un diario sobre una incursión sexual no consumada entre el cantante y una falsa
groupie- era en realidad una periodista- en el hotel.
- Eso también fue histórico. ¿A qué grupo de rock “paparazzean” en Chile?
- Le pasó al Toño - dice Lalo-. Él te puede decir cómo fue.
- No, no quiero referirme a lo que pasó con Pampita - descarta el baterista, riéndose- , que nunca se supo nada.
- Sí, pues. Eso da rabia - agrega el cantante-. Que lo que pasa con Pampita no se sabe y lo que pasa con esta mina sale.
El efecto karaoke: Chancho en vivo
En “Chancho seis” hay un ruido que recorre todo el disco: la audiencia canta fuerte cada melodía del concierto, especialmente hits como “Guachperry” y “Peor es mascar lauchas”, la primera pista del primer disco del grupo. Allí el efecto karaoke se oye todavía más fuerte en los nombres de la serie de personajes sacados de la TV local de los ’80 que inaugura la canción. Es el público el que recita “Peter Rock, Mandolino, Enrique Maluenda, El Mago Oli, Viking Valdés, Wildo, El Tío Memo, Pepe Tapia, Yeruba... Chancho en Piedra”.
- Es como una voz multipicada. Se siente como una presencia con la cual tuvimos que lidiar en vivo - dice Felipe Ilabaca -. Tuvimos que luchar contra esa fuerza: estábamos en contra de miles de personas. El papel de quinto miembro de Chancho siempre se atribuye a Juanito, que fue una forma de personificar a cualquiera que quisiera integrarse. Éste nunca ha sido un grupo hermético.
- ¿Cuándo se les ocurrió poner “Mi equilibrio espiritual” (uno de los éxitos de “31 minutos”) en medio de “Guachperry”?
- Ya el año pasado la gente me decía “Freddy Turbina” o “Buena, Freddy” - dice KVZón, que encarna a ese personaje y es coautor de “Mi equilibrio espiritual”- . Así que fue para darle el gusto a la gente. Aparte que yo mostré “Mi equilibrio espiritual” para meterlo en “El tinto elemento” (el anterior disco de Chancho en Piedra). Pero no hubo
quórum (sonrisas).
- ¿Qué tenían en la cabeza los otros tres cuando rechazaron esa canción?
- Yo voté a favor - se excusa Lalo- . Así que...
- Yo fui uno de los detractores - se hace cargo el bajista, junto al baterista- . Pero no porque no me gustara, sino porque había demasiados temas.
- Pero las cosas llegan igual por otros caminos - dice el cantante. Una canción reciente como “Mono porfiado” es, según él, un avance de cómo será el próximo disco. Y el grupo ya tiene en mente incluso un segundo disco en vivo.
- Son planes ambiciosos porque lo pasamos bien tocando. Tenemos mucha música que ya hemos hecho. Imagínate la que todavía no hacemos y seguimos aprendiendo - dice KVZón, pensando en el porvenir: cuando el Mes del Mar ya sea el Mes de Chancho y cuando, posiblemente, el primero de mayo ya haya dejado de ser el Día del Trabajo.
- El Día del Marrano - predice Toño.
- Con tal que sea feriado, que sea el día de lo que sea - dice Lalo.
- Cuando pusieron a Chancho en Piedra al lado de Yeruba o Wildo en el ’95, ustedes eran desconocidos. Ahora son más famosos que ellos. ¿Eso también estaba planeado?
- Pero es que la idea de eso no fue que, después del Tío Memo o Wildo, nosotros algún día fuéramos tan famosos, sino que algún día, cuando llegue nuestra decadencia total, vamos a ser iguales a ellos - dice KVZón- . Y ahí se va a reir de nosotros un grupo de cabros chicos - completa Lalo. Chancho en Piedra tiene todo calculado.
