"Cuando empecé a escribirlo mi editor me dijo: ‘Estás loco. Un libro de espadachines. Eso quién lo va a leer".
BUENOS AIRES.- "Con lo leído. Con lo vivido. Con los restos del naufragio. Con eso he construido a Alatriste. No soy yo. Pero para vivir le he dado algunas cosas en que sí creo". Arturo Pérez-Reverte habla del "héroe de corazón oscuro", el Capitán Diego Alatriste. Un "tercio" de Flandes, espadachín del Siglo de Oro español, cuyas estocadas disfrutan doctos y colegiales.
Corresponsal de guerra durante más de dos décadas, este escritor español sabe de temperamentos mercenarios. También del castellano de Lope de Vega y Góngora. En su biblioteca hogareña de trece o catorce mil volúmenes -cuenta- hay "unos tres mil que son de los siglos XVI y XVII".
Con ellos, y no poco sudor, acometió la tarea de inventar un español que transmita el espíritu y los fraseos de esa época y, al mismo tiempo, fuera lo suficientemente "contemporáneo" para un lector actual.
"El caballero del jubón amarillo" es la quinta criatura nacida de aquel matrimonio. Y no será la última. Ni la más dura. Mientras, con US$ 30 millones y las carnaduras de Viggo Mortensen, Gael García Bernal y Elena De Anaya (la vampira de la recientemente estrenada "Van Helsing"), la historia empieza rodarse, en diciembre, para el cine.
En Buenos Aires, Pérez-Reverte desayunó con Emol y habló de su hijo literario tan dilecto como amargo.
- El capitán Alatriste no fue muy bienvenido originalmente, ¿no?
- "Cuando empecé a escribirlo mi editor me dijo: ‘Estás loco. Un libro de espadachines. Eso quién lo va a leer’. No sé. Me da igual, le respondí. Lo hago porque me apetece contar esa historia. Porque me apetece contarle a mi hija lo que fue el Siglo de Oro en cuatro o cinco episodios. Porque pensaba contar, en cada uno, una parte de la vida de lo que fue este siglo decisivo para todo lo que es español o hispánico. Primero, la política. Segundo, la religión, la Iglesia y el fanatismo de la Inquisición. Tercero, las guerras de Flandes. Cuarto, el oro de América. Y quinto, la cultura. Después se han cruzado un par de asuntos más. Lo he ampliado. Para mi sorpresa fue un éxito".
- Hasta ahora se extendió más de lo esperado...
- "A medida que he ido escribiendo, he visto un par de enfoques extras. Pero tampoco le voy a dar muchos más libros. Porque Alatriste no es un fórmula. Estoy contando distintos episodios diferentes de aquella España. Cuando los agote, se acabará. Pues cuando vea que estoy repitiendo pues ya, paremos".
- ¿Qué libros faltan?
- "Lo que no voy a hacer es una serie de esas permanentes, largas. Ese no es el objetivo. Mientras sentarme frente a Alatriste signifique que voy a pasarlo bien, lo querré. Serán dos o tres más. Lo que nunca haré será repetir una fórmula. El problema está en que ahora, con que está en los colegios, con que está la película que va a hacer Viggo Mortensen, el éxito y todo eso, los americanos están pidiendo constantemente que les deje traducirlas. Por la película".
- ¿Cuándo se empezará a rodar el film? ¿Será en España?
- "Se empezará a rodar entre diciembre y enero. Va a ser en España toda. Incluso Flandes se iba a hacer en Holanda, pero al final se encontraron sitios en España que son praderas. Será Viggo Mortensen quien haga de Alatriste. Gael García Bernal de Iñigo Balboa. Será Elena de Anaya quien haga de Angélica de Alquézar Mayor. Es una actriz estupenda que acaba de hacer “Van Helsing”, es la vampira, esa guapa. Y están ahora viendo el resto de los personajes. Es una película muy cara y compleja. De 30 millones de dólares".
- ¿Y el director?
- "Agustín Díaz Yanes que hizo, como sabéis, "Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto". Y es un guionista magnífico. Y además es historiador. Estoy encantado con él. Ha entendido bien el personaje".
- ¿Estarán los cinco libros en la película?
- "Sí. Sólo que en la película está previsto que salga también toda la vida de Alatriste. Lo que aún no he contado, también".
- En "El caballero del jubón amarillo" se anuncia su muerte en batalla...
- "Sí, pero bueno, dentro de veinte años en Rocroi (la batalla de 1643, perdida ante los franceses, que marcó el ocaso de España como potencia europea). Alatristre debe morir con esa España. Y esa España muere el '43 (del siglo XVII) en Rocroi. Y yo quería que partiera con ella".
- ¿Las aventuras de Alatriste no se han traducido al inglés?
- "Yo no he querido".
- ¿Por qué?
- "Qué cojones sabe un inglés de la España del Siglo de Oro. Si no es un hispanista. Qué entiende un tío de Arkansas hablándole de lo que era un rey y una reina. Y lo que eran los Austrias. Voy a poner un ejemplo. Para el primer guión de la película -que se iba a hacer primero con los americanos, después al final se las quité y decidí hacerla en una coproducción europea- vinieron dos guionista americanos a España a hacer el guión. Guionistas de Hollywood, hostias. De verdad. De películas grandes. Me dijeron lo que tenían previsto: Alatriste y la Reina habían crecido juntos en el mismo barrio (risas). Y después, con la vida, a la Reina le había ido bien -la Reina era una ‘trepa’ (trepadora)- y se había hecho reina (risas). Lo juro por mi hija. Pero Alatristre, como seguía en el barro y en el arroyo, ya la Reina no quería saber nada con él. Ese era el planteamiento. A lo cual dije ‘se ha terminado’. Rompí el contrato. Tenía una cláusula para incumplimiento que la usé en ese momento. Estos no pueden hacer Alatriste. Aunque se los explicara durante seis años. Aunque le dieran todo, estos tíos no pueden hacer Alatristre".
- ¿Y no se puede traducir al inglés ‘isabelino’?
- "Lo que sí he exigido, por contrato, es que quien traduzca el libro sea o un hispanista o bien sea un tipo que esté asesorado por un hispanista. Sino es imposible que se puedan captar todo los detalles del lenguaje y la referencias de la época".
- Acaba de salir una muy buena traducción de “El Quijote” al inglés…
- "Sí. Hay gente que lo hace muy bien. Pero es que tú sabes que el mundo editorial es muy puñetero. No siempre el traductor es el que traduce "El Quijote". Pueden poner un traductor que no tenga que ver con eso. A lo mejor ponen, que se yo, el de García Márquez, pero no un traductor de textos del Siglo de Oro. Y quiero que se mantenga ese aroma y ese espíritu".
- Un espíritu un buen poco amargo.
- "Yo he querido explicarle a mi hija que bueno ‘mira, somos lo que somos, porque fuimos lo que fuimos’. La España de las autonomías, la lengua que estás hablando y la cultura y el peso de la Iglesia en la vida española. Todo eso arranca de aquí. Dije entonces, ¿cómo lo hago? Contando una historia con unas peripecias y espadachines, pero que además de eso, aparte de mucha acción, espada, lances y estocadas, tenga por debajo cosas mucho más serias: la dolorosa lucidez de ser español o ser hispano. El decir qué mala suerte hemos tenido los latinos. Siempre bajo curas, bajo reyes, bajo ministros corruptos y fanáticos. Esa combinación de estupidez, fanatismo y corrupción que siempre nos ha llevado a la ruina allá y acá. No son libros nostálgicos".
- Se nota.
- "El que los lee se da cuenta. Es una visión muy amarga de España. A medida que va creciendo Iñigo va viendo a Alatriste y al mundo mucho más siniestro de lo que le parece cuando es niño. Es una visión desgarrada y dolorosa de lo que es el hecho de ser español o latino".
- Alatriste es un héroe sombrío y por momentos cruel.
- "Si hubiera presentado a mi hija un modelo de héroe de corazón puro, ingenuo, romántico, la estaría engañando. Mi hija saldría a buscar esos héroes y no los encontraría. La engañarían como una tonta por ahí. Tengo que decir: ‘No. Ahora el héroe es así. El héroe tiene el corazón oscuro’. Eso no me lo han contado. Eso lo he visto. Tengo que ser consecuente en lo que creo. Y creo que el héroe es de corazón oscuro. Es que allí está el interés: Cómo en ese lado oscuro del héroe todavía aparecen virtudes. Admirables. El desafío era hacer un asesino a sueldo. Un mercenario. Un tipo que mata por dinero, hacer de él un referente con valores éticos".
- ¿Un asesino ético?
- "(Los libros de) Alatriste se estudian en algunos colegios en clases de Etica. Claro. Si lo piensas, hay razón. Porque Alatriste tiene sus reglas. Tiene sus códigos. Tiene sus retorcida lealtad a las cosas a las cuales es leal. Tiene su dignidad. Entonces cómo en mitad de toda esa mierda… En mitad de esa España, de este mundo que se va a la mierda, sin remisión ninguna, todavía es posible -incluso en los peores- encontrar virtudes, encontrar cosas que salvan al ser humano. Creo que cualquier novela, la que sea, con el mínimo compromiso social con el mundo en que se vive, debe ser un manual de supervivencia para el lector".
- En la última novela, cuando habla un personaje como “Cagafuego” aparece una jerga, un lunfardo distinto del habla culta del Siglo de Oro ¿Sobre qué fuentes lo construyó?
- "Mi discurso de entrada en la Academia se llamaba “El habla de un bravo del siglo XVII”. Conozco ese tema por muchas razones. Me he movido mucho en zonas marginales. Era reportero. Convivía con delincuentes, con terroristas, con traficantes, con todo tipo de marginales. Descubrí, y además es verdad, que en este momento en que se está empobreciendo la lengua española, con los teléfonos móviles y toda esta cosa, los únicos que crean lenguaje son los delincuentes. Los grupos marginales crean lenguaje por supervivencia. Por razones defensivas. Necesitan no ser entendidos. Eso les obliga a un esfuerzo creativo que no se da en la vida social normal. En una cárcel encuentras una riqueza lingüística que no existe en una universidad. Y paradójicamente, un preso habla mejor, habla un español más rico que un universitario. Lo cual es muy interesante como fenómeno. Pero no es mi asunto. Yo soy sólo un escritor".
- En la novela “corchetes” son unos guardias que acompañaban al alguacil. ¿De dónde viene la palabra?
- "Los llamaban “corchetes” porque los “corchetes” eran lo que antiguamente se usaba en las ropas. Todavía las mujeres lo utilizan. Los sujetadores. Los brassiers (sostenes). En España se dice sujetador. Esos son “corchetes”. Entonces se les decía así porque iban juntos y agarraban. Iban dos para agarrar".
- ¡Bellísimo!
- "Es apasionante cuando uno habla español, que es una lengua maravillosa. Cuando uno trabaja con las fuentes. Cuando uno asiste a la creación de un lenguaje como éste. Cuando uno ve cómo puede estar Quevedo metiendo palabras griegas y latinas. Pero -al mismo tiempo- la calle te está dando otras. Y la combinación de esa palabra culta y la palabra popular… es un placer. Soy un tipo que no me emocionó con facilidad. Pero me he llegado a emocionar a veces cuando he encontrado el origen de una expresión que usamos ahora. Es una lengua tan hermosa. Ya quisieran los cabrones de los ingleses tener esta lengua".