SANTIAGO.- Como "muy importante para el proceso en curso" consideró el Gobierno la exposición hecha por el contralor general de la República, Ramiro Mendoza, ante la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, donde, a su juicio, éste dejó en claro que en el país "no hay corrupción ni irregularidades".
Tras afirmar que los argumentos de Mendoza fueron "de una claridad meridiana", el vocero de La Moneda, Francisco Vidal, destacó que "para el sentido común es curioso que se intente condenar a alguien cuyo fiscalizador máximo, el señor contralor, sostiene que no hay irregularidades, que no hay corrupción, y que se verá una vez que se entreguen los informes a mediados de este año".
Al respecto, el ministro Vidal aseguró que "resulta sorprendente" que la Alianza pretenda acusar a la ministra de Educación, Yasna Provoste, "a partir de investigaciones de la Contraloría, cuando el propio contralor general de la República dice que no está en condiciones de sostener si hay o no irregularidades -hasta ahora sólo desorden administrativo- y podrá concluir él a lo menos el segundo semestre de este año".
Por esta razón, el secretario de Estado manifestó que al Gobierno le habría gustado que Mendoza "hubiera ido bastante antes" a la comisión de la Cámara, porque hoy "ha despejado 10 ó 15 temas recurrentes de todos los días".
El portavoz de La Moneda resaltó además que el contralor dijo "que está trabajando mancomunadamente" con el Mineduc y la propia Provoste, para hacer las conciliaciones bancarias y determinar así si éstas son correctas o no.
En este punto, Vidal aseveró que las conciliaciones que evaluará Mendoza corresponden a los años 2004, 2005 y 2006, que suman un billón 400 mil millones de pesos.
En la misma línea, recordó que fue el mismo jefe del ente fiscalizador quien admitió que Provoste "usó bien" y "conforme a derecho" su facultad para sancionar al ex seremi metropolitano, Alejandro Traverso.
"Por eso digo que, desde el punto de vista del Gobierno, todo lo que ha pasado en la mañana en la comisión y la exposición del contralor, sólo ayuda a aclarar frente la opinión pública que estamos frente a un hecho de desorden administrativo (…) y que Chile no es un país corrupto", concluyó.