SANTIAGO.- Un retrato hablado del enigmático facultativo que atendió a Pablo Neruda horas antes de su muerte, conocido como doctor "Price", realizó el médico cirujano Sergio Draper Juliet (70), quien estuvo a cargo del tratamiento que siguió el vate en la Clínica Santa María en septiembre de 1973.
La diligencia fue encargada por el ministro Mario Carroza, quien lleva la causa tendiente a esclarecer si el deceso del Premio Nobel fue producto del cáncer que sufría, por una eventual sobredosis de medicamentos o debido a la intervención de terceros que lo habrían envenenado, como cree su ex chofer Manuel Araya.
La declaración de Draper se llevó a cabo ante efectivos de la Brigada de Derechos Humanos y del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones, y en ella, el facultativo -quien actualmente se desempeña en la Caja de Previsión de la Defensa Nacional- entregó tres nuevos nombres de médicos de la clínica que habrían tenido contacto con "Price".
Por lo anterior, el abogado querellante y sobrino de Neruda, Rodolfo Reyes, solicitó nuevas diligencias a Carroza en relación a los tres profesionales mencionados en el último testimonio de Draper, las que ya fueron acogidas por el magistrado.
Estas se refieren a la citación de los mismos con el objetivo de que, en caso de haber conocido al sujeto, entreguen un nuevo retrato hablado para que posteriormente sea comparado con el descrito por el médico cirujano.
Según los antecedentes incluidos en la carpeta de investigación, al momento de los hechos el médico en cuestión habría tenido 27 o 28 años y es descrito como un joven de un metro 80 de estatura, rubio y de ojos azules.
Dichas características, a juicio de Reyes, podrían claramente ser comparadas con la apariencia de ese entonces del ex agente de la DINA, Michael Townley, o del ex miembro de Colonia Dignidad Hartmut Hopp, actualmente en Alemania y procesado por su complicidad en delitos de violación de menores y abusos sexuales en Villa Baviera.
Tampoco descartó que podría tratarse del doctor Manfred Jurgensen, quien habría colaborado con la Central Nacional de Informaciones CNI.
Exámenes toxicológicos
Respecto a los avances en la investigación, aún se esperan los resultados de los exámenes toxicológicos de las muestras que fueron enviadas a Carolina del Norte para determinar la eventual presencia de sustancias que hubiesen provocado la muerte por envenenamiento de Pablo Neruda.
En tanto, las pruebas realizadas en el país por el Servicio Médico Legal a los restos del premio Nobel concluyeron que el poeta efectivamente padecía de un cáncer de próstata avanzado y metastásico.