Entre las supuestas amantes se mencionaron su antigua asistente, Rebecca Loos; la modelo Sarah Marbeck; y la hija de un pastor, Celina Laurie, quien aseguró al diario británico “The People” que el futbolista “no mostró ninguna pena por su mujer”. Por otro lado, el inglés también fue vinculado a la actriz española Ana Obregón, protagonista de la serie “Ana y los siete”, con quien Victoria habría protagonizado una fuerte discusión en un gimnasio de la capital española.
Según el “Sunday Mirror”, David le admitió a Victoria sus infidelidades, y llorando “como un niño” le dijo: “Lo siento, nunca, nunca volverá a pasar’’
Posh no flaqueó. Dispuesta a salvar su matrimonio, decidió abandonar sus aspiraciones musicales y cambiar la vida en el Beckhingham Palace, como se le llama a la mansión de los Beckham en Hertfordshire, por las tapas y el jamón ibérico.
A sólo semanas de haber llegado a España, y pese a todos los acosos mediáticos por las infidelidades de Becky, ella declaró: "Nunca me he fijado en otros hombres ni he pensado que podría tener algún romance, ya que estoy completamente enamorada de David". El matrimonio logró recuperarse y el 20 de febrero de 2005, Victoria dio a luz en Madrid a Cruz, el tercero de los Beckham.
Pese a que hace dos años Victoria dio por superado el impasse de los romances de David, y que hoy a la pareja se le considera como una de las más estables de la farándula internacional, aún persisten los comentarios que hablan de un mal pasar entre la Posh y Spice boy. Sin tomar en cuenta los propagandísticos comentarios de Victoria, quien ha catalogado a su marido como un “animal en la cama” y un hombre con “las pelotas de oro”, el año pasado se conoció que, por disfunciones sexuales, David le habría regalado a su esposa un vibrador de platino y diamantes, de 2 millones de dólares.
Son lujos, detalles y comentarios que sólo la realeza del papel cuché se puede dar.
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