El encuentro entre el español y la actriz estadounidense –tres años mayor que él- se produjo en 1995, cuando fueron convocados para filmar “Two much”, película en la cual toman esponsales. Melanie asegura que fue amor a primera vista.
Lo cierto es que Banderas rompió con Ana Leza y en junio de ese año se instaló en EE.UU. a vivir con Griffith, lo que derivó en un escándalo en la prensa rosa. Su mujer le reprochó el engaño y luego, lo acusó de haber tenido malos tratos con ella.
En medio de la polémica, los nuevos enamorados consiguieron el divorcio de sus respectivas parejas –la actriz estaba unida al actor Don Johnson- y el 14 de mayo del ’96 se casaron en Westminster, Londres.
Despechada, la española logró reponerse al recibir como compensación tres casas (dos en España y una Nueva York), una pensión alimenticia de 15 mil euros al mes y 3 millones y medios de euros, además de la mitad de los derechos de por vida de las películas que rodaron cuando estaban juntos.
Pero la relación de Banderas con Griffith habría de pasar por muchas otras tormentas. Aunque la llegada de su hija, Stella del Carmen, el 24 de septiembre de ese mismo año, en Málaga, los hizo inmensamente felices, lo cierto es que el pasado de Melanie comenzó a oscurecer el horizonte de la pareja.
La rubia actriz arrastraba años de alcoholismo y dependencia a los tranquilizantes, cuestión que la tenía muy demacrada y afectada físicamente. Banderas, en una muestra del amor que siempre le ha profesado, se propuso rehabilitarla y el 2000 consiguió que ella se internara para un tratamiento médico.
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