Al tío Oscar le gusta jugar, varias son las anécdotas que ha protagonizado el caballero del pedestal. Por nombrar algunas, Walt Disney recibió un galardón con un diseño especial en 1939. Una estatuilla de tamaño real y siete miniaturas que representaban su premio honorífico por “Blancanieves y los siete enanitos”, en reconocimiento al aporte que la película de animación le dio al mundo del cine.
Por seguir el recuento, 55 estatuillas fueron robadas de un muelle de carga semanas antes de la gala el año 2000. Por suerte, la mayoría fueron recuperadas gracias a un poblador del sector, Willie Fulgear, quien las encontró cerca de un vertedero en el barrio coreano de Los Ángeles. En agradecimiento la Academia dejó asistir a Fulgear a la ceremonia como invitado especial y como recompensa recibió 50 mil dólares.
Aunque la Academia organice y maneje la gala con la mayor precisión, nada puede ser perfecto. Durante las 79 versiones: exhibicionistas, borrachos y contestatarios personajes -entre otros personajes- han pisado el escenario hollywoodense. Aquí un recuento de algunos de ellos.
1942
Record parlanchín. Greer Garson, la actriz que pasó a la historia por películas como “Adiós Mr. Chips” y “La señora Miniver”, pareciera que no se conformó con el Oscar. Como si quisiera también ganar un lugar en el Guiness, pronunció el discurso de agradecimiento más largo de la historia, que duró más de cinco minutos.
1969
XXX. El film “Cowboy de medianoche”, de John Schlesinger, es la única película clasificada como triple X en Estados Unidos que ha ganado un Óscar.
1973
Sin pudor. Cuando David Niven, presentador de ese año, estaba nombrado las nominaciones al mejor sonido, apareció entre bastidores un exhibicionista haciendo un signo de la paz. Niven con toda la calma salió del impasse con su frase: “Hemos tenido la oportunidad de ver sus pequeñeces” mientras el público del lugar soltó grandes carcajadas.
1974
Unas copas de más. Todo el glamour de la celebración de ese año se vio opacado con la entrada de Jack Lemmon, quien tuvo que ser ayudado por dos personas cuando fue a recoger el Oscar por “Salvad al tigre” debido a su borrachera.
1977
Sagrado clarinete. Ni los premios Oscar pueden interrumpir los lunes de Woody Allen, un amante del jazz. El director y actor ha recibido más de 10 nominaciones y nunca ha asistido porque la ceremonia se realiza el lunes por la tarde y él, ese día toca en un club el clarinete. Incluso faltó a los Oscar de ese año cuando ganó dos premios por Mejor Director y Mejor Guión Original, en la película “Annie Hall”.