En 1993, este galán sorprendió al mundo cinematográfico con su interpretación de un joven deficiente mental en “¿A quién ama Gilbert Grape?”, un rol que incluso le dio su primera nominación al Oscar como actor secundario.
Su carrera estaba comenzando y ese trabajo le abrió las puertas para convertirse en una joven promesa, un ascenso que llegó hasta “Titanic” (1997), la superproducción que lo transformó en el galán de moda en Hollywood.
Su nuevo estatus no le acomodó y el actor se ha pasado los últimos nueve años trabajando para demostrar que su labor va más allá de ser una simple cara bonita.
En este camino, uno de sus principales apoyos ha sido Martín Scorsese, el realizador lo reclutó primero para “Pandillas de Nueva York” y luego le abrió las puertas para que se integrará a “El aviador”.
Curiosamente, las apuestas previas de los Oscar apuntaban a que este año el actor sería nominado por “Los infiltrados”, su nuevo trabajo con el realizador estadounidense.
Pero la Academia le dio su nueva nominación por “Diamantes de Sangre”, la película Edward Zwick (“El último samurai”) donde interpreta a un traficante de diamantes que intenta encontrar una gran gema con la ayuda de una fotógrafa y un africano.
Su suerte es incierta, tiene a rivales fuertes y el rol de criminal con problemas de conciencia se ha visto demasiadas veces en el cine.
Este interpete usó los puños de Mohammad Ali el año 2001 para ingresar en la historia de los Oscar, con su primera nominación.
Cinco años después vuelve a ser considerado, pero esta vez por la historia de un esforzado vendedor de artículos médicos que busca cambiar su suerte como corredor de bolsa.
Un camino en el que deberá superar un problema tras otro, enfrentar penurias económicas y preocuparse de que a su hijo no les falte nada. En resumen: la clásico historia de esfuerzo que suele conmover los emotivos corazones de los espectadores.
El problema con esta película es que a veces, pese a que está basada en hechos reales, cuesta creer que alguien pueda soportar tantas cosas y seguir con el mismo empeño, dándole al “basado en” una valoración distinta.
Las opciones de quedarse con la estatuilla para Smith pasan por cuánto haya podido conmover con su interpretación a los botantes.
En su caso, recibir un Oscar sería un nuevo impulso en su carrera, que ha estado marcada por éxitos de público como “El día de la independencia” u “Hombres de Negro”, pero aún le faltan más títulos un poco más serios como este.