Dio la cara ante los medios.
EFE
SANTIAGO.- Los días pasan pero la selección mexicana no puede encontrar la calma con miras a su participación en el Mundial de Rusia 2018.
La escandalosa fiesta sexual realizada por ocho jugadores antes de partir a Europa todavía sigue generando revuelo.
Pero desde el plantel azteca se muestran firmes. Primero el técnico Juan Carlos Osorio defendió a sus dirigidos, asegurando que "era su tiempo libre". Y ahora fue el turno de uno de los capitanes del equipo, Andrés Guardado.
El volante del Real Betis descartó un acto de desobediencia de sus compañeros e incluso justificó la organización de la juerga sexual, la que ocurrió a sólo una semana de la cita planetaria.
"No hemos hecho ningún acto de indisciplina, no estábamos en una concentración y eso nos deja tranquilos. El grupo está unido pensando en lo que viene que es un Mundial", manifestó este viernes el mediocampista en conferencia de prensa.
La fiesta en cuestión habría sido realizada el pasado lunes 4 de junio y estarían involucrados Guillermo Ochoa, Carlos Salcedo, Héctor Herrera, Jesús Gallardo, Jonathan y Giovani Dos Santos, Raúl Jiménez y Marco Fabián de la Mora. Además habrían asistido 30 escorts vip.
A juicio de Guardado, este acto tiene excusa porque "antes de jugadores de fútbol somos personas y como personas tenemos derecho a hacer con nuestras vidas lo que queramos en los tiempos libre".
"Obviamente cuando una situación así se presenta el aspecto personal va encaminado, porque si estás bien en todos los aspectos vas a rendir en la cancha", complementó el mediocampista.
Las declaraciones del volante ocurrieron antes de la derrota 2-0 que México sufrió ante Dinamarca, la que aumentó aún más las críticas contra el equipo norteamericano.