SANTIAGO.- Harry Maguire se ha convertido en una de las grandes sorpresas del Mundial de Rusia. Fuerte, espigado (1,94 metros) y muy firme en el mano a mano (pesa 100 kilogramos), el defensor de Inglaterra ha sido uno de los puntos altos de su selección en la cita planetaria.
El jugador de 25 años comandó la victoria 2-0 del conjunto británico ante Suecia por los cuartos, al
marcar con un certero cabezazo la apertura de la cuenta, lo que le dio a su país la clasificación a semifinales después de casi tres decepcionantes décadas.
Sin embargo, hace sólo dos años la vida de Maguire era totalmente distinta: defendía los colores del Wigan Athletic, de la segunda división inglesa, y ni siquiera figuraba en los planes del técnico de la selección, Gareth Southgate.
De hecho, el actual jugador del Leicester City reveló que el 2016 acompañó al combinado británico en la Eurocopa de Francia, aunque no en su calidad de futbolista, sino que como un hincha más de su país.
"Hace dos años estaba viendo la Eurocopa como fan con mis amigos y ahora son ellos los que me están viendo a mí y a Inglaterra. Han sido dos años extraordinarios. El viaje que he tenido ha sido increíble", recordó el zaguero.
A juicio del central, dicha experiencia le ayuda a tener más empatía con los seguidores de su país. "Sé lo que significa y los sacrificios que ellos hacen. Es un viaje costoso. Por eso daremos todo lo que podamos para tener éxito", complementó.
La carrera de Maguire dio un vuelco radical tras aquel torneo europeo que ganó Portugal. Luego pasar a los "Foxes" el 2017, el defensor comenzó a llamar la atención de todos en la Premier League por su estatura y buena salida con los pies, hasta que finalmente fue citado por Southgate a la selección.
"Tiene una gran personalidad y buenas cualidades defensivas. Casi todo aterriza en su cabeza en ambas áreas", elogió el entrenador, destacando además la increíble historia de superación de su pupilo. "Tiene un temperamento muy agradable, muy calmado. Y un potencial espectacular", concluyó Southgate.
Y la vida le dio su recompensa al zaguero. El anonimato absoluto quedó en el olvido y ahora es una pieza clave en el andamiaje del cuadro inglés, que llega a enfrentar a Croacia en semifinales como fuerte candidato al título del Mundial.