Roger Federer se inclinó ante el sudafricano Kevin Anderson.
AFP
SANTIAGO.- El sudafricano Kevin Anderson salvó una bola de partido
y logró lo que parecía imposible, vencer a Roger Federer en el templo del suizo en Wimbledon, por 2-6, 6-7 (5), 7-5, 6-4 y 13-11, para alcanzar por primera vez las semifinales en este Grand Slam.
El gigante de Johannesburgo cambió el signo del encuentro cuando en el tercer set, con 5-4 para el de Basilea, y sirviendo el sudafricano, un tiro de revés de Federer se fue a la red. Se esfumaba así una bola de partido para el suizo, que casi dos horas después, perdía por primera vez en Wimbledon, desde las semifinales de 2016, contra Milos Raonic.
Relegado a la pista 1, saliendo de la central del club, por primera vez en tres años, Federer sucumbió después de ganar los dos primeros sets, mermado físicamente, sin velocidad en sus desplazamientos, y confiando únicamente en su servicio, en cuatro horas y 14 minutos, con 90 minutos en el último set, gran batalla cerrada con un punto de saque de Anderson.
Anderson, que se enfrentará en semifinales con el ganador del duelo entre el español Rafael Nadal y el argentino Juan Martín del Potro, se ha convertido ya en el primer sudafricano en lograr las semifinales de Wimbledon desde Kevin Curren en 1983.
El encuentro comenzó con el suizo dominador ganando los dos primeros sets, después de salvar una rotura en el segundo set, que supuso el fin de su saque inmaculado este año en Wimbledon, pero el de Basilea quebró en el quinto y logró ganar el desempate.
Federer llevaba 85 juegos de saques ganados (Tomas Berdych en el octavo juego del primer set de las semifinales del año pasado fue el último) hasta que llegó el gigante de Johannesburgo y le quebró, con 15-40 en aquel segundo juego del segundo parcial.
En el tercero, el finalista del US Open el año pasado, parecía irremediablemente condenado a su destino, pero el fallo de Federer en la bola de partido, le hizo emerger. Arrebató el saque al suizo a continuación y ganó el suyo poco después. Federer cedía el primer set este año en Wimbledon, y el torneo temblaba.
Federer no se movía hacia adelante, no quería ir a la red. Para colmo cometió una doble falta, la primera suya en el partido, en el 11-11, bola de rotura, preludio de una derecha a la red, rotura mágica para el sudafricano, que luego no falló a la hora de la verdad, para provocar la gran conmoción.