SANTIAGO.- "Debe tener 15 pulmones. De lo contrario, no entiendo cómo puede correr tanto", dice Paul Pogba, una de las figuras de Francia. "Es un gigante, el mejor del mundo en su posición", sostiene Didier Deschamps, DT de los galos. ¿El elogiado? El incansable N'Golo Kanté, volante que ha sido pieza clave en el andamiaje del finalista del Mundial de Rusia.
El mediocampista posee características ideales para el funcionamiento del conjunto "le blues", que tras eliminar a Bélgica quedó a un paso de obtener su segundo título planetario.
Según las estadísticas de la FIFA, Kanté es el jugador que mayor distancia ha recorrido en toda la copa, con 62,7 kilómetros. Un infatigable. Un todo terreno que siempre sabe dónde ubicarse y que fue protagonista indispensable en el histórico título de la Premier League que el Leicester City consiguió el 2016, y del campeonato que ganó el Chelsea un año después.
El esfuerzo, el sacrificio y la naturaleza de maratonista no son algo nuevo para este pequeño futbolista de 1,68 metros. De acuerdo a una historia recogida por Marca, desde muy niño que Kanté debía colaborar para ayudar a sus ocho hermanos (4 hombres y 4 mujeres), dado que sus padres, unos inmigrantes que llegaron desde Malí a Francia en la década de los 80, no tenían recursos suficientes para mantenerlos a todos.
¿Su tarea? Caminar kilómetros y kilómetros por los suburbios de Les Gerániums, en la localidad de Rueil Malmaisonpara, recogiendo cartones y chatarra para reciclar y obtener dinero. Rutina que tuvo que reforzar a los 11 años, cuando su padre falleció, lo que complicó aún más la vida de la familia de Kanté.
Pero el luchador N'Golo nunca se ha doblegado. En ese entonces, el fútbol era su vía de escape. Su perfil cumplidor pero claro a la hora de descargar y armar juego ya comenzaba a desplegarse y florecer. Sin embargo, otro obstáculo aparecería en su camino: la "inferioridad" física.
Según ha reconocido el propio Kanté, clubes como Rennes, Sochaux y Lorient lo rechazaron por su delgadez y baja estatura cuando adolescente. "No elegí mi tamaño. Cuando juego, no creo ser más pequeño que otros. Hago lo mejor que puedo. Me adapto y peleo con lo que tengo", afirmó hace un tiempo. El único equipo que apostó por él fue el club amateur JS Suresnes, donde se formó y se estrenó como futbolista.
No obstante, Kanté estaba para cosas grandes. Y en poco tiempo lo demostraría. Desde que debutó el 2009, año a año se fue superando hasta llegar a lo más alto del balompié mundial: El 2011 pasó al Bolougne, el 2013 al Caen, el 2015 fichó por el Leicester y el 2016 dio el gran salto al Chelsea, donde actualmente figura como titular indiscutido.
De este período, las últimas tres temporadas han sido especialmente exitosas para el volante galo. Tanto el 2016 como el 2017 resultó electo por sus colegas como el mejor jugador de la Premier League. Distinciones que reflejan el espectacular rendimiento que ha expuesto, y que hoy en día lo tienen como uno de los grandes líderes del plantel francés que pelará por el título mundial el domingo.
"Con Kanté todo parece fácil y simple, y yo sé que no siempre es así porque yo jugué en su misma demarcación", elogia el DT francés Didier Deschamps, a quien considera uno de sus máximos emblemas de la mediacancha y el que le permite darle mayor libertad a Antoine Griezmann y Paul Pogba.
Sin embargo, a pesar de todos estos logros, Kanté continúa igual de modesto y bajo perfil que siempre. The Sun publicó hace unos meses que el jugador galo sigue usando el mismo Mini Cooper que ha utilizando durante años y que se rehúsa a cambiarlo y a esforzarse en andar a la moda.
Los millones de euros que gana mensualmente no han cambiado su perfil. Su familia y el fútbol continúan siendo sus únicos objetivos.