Enrico hacía una buena carrera, pero no pudo seguir.
Archivo personal
AREQUIPA.- Bien entrada la noche, cuando la mayoría de los pilotos ya habían dejado sus vehículos en el parque cerrado que se montó en la localidad de Moquegua, se vio llegar al chileno Giovanni Enrico.
El nacional venía rengueando, adolorido, y con un semblante que lo decía todo. "
Me caí, tuve que abandonar. Estoy muy apenado", dijo de manera escueta en su arribo al lugar.
Y su reacción es totalmente justificada.
Enrico venía siendo uno de los pilotos destacados en la categoría de cuatrimotos, donde hasta la tercera etapa había mostrado un notable desempeño, ubicándose incluso en el cuarto puesto de la general hasta ese momento.
Pero luego cambió todo. La cuarta etapa, una que dejó a varios pilotos lesionados, terminó por acabar con las esperanzas de Enrico en el presente Rally Dakar.
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Me caí al principio de la etapa, en el kilómetro 2, en un chuscal. Entré muy fuerte, perdí el control del quad, se me fue de costado y salí volando. El quad dio un par de vueltas y se rompió todo lo que es la instrumentación. Así que ahí a martillazos, con piedras, intenté enderezar todo. Arreglando los cables que se cortaron perdí mucho tiempo", explicó a Emol el corredor criollo.
Pero aquello le costó caro. Estuvo, según aseguró, varias horas tratando de solucionar los problemas mecánicos que resultaron de su caída. Y aunque pudo continuar, su quad ya estaba suficientemente dañado.
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El motor tragó mucha tierra y empezó a fallar. Había una puerta que cerraba a las 18:00 y lamentablemente no alcancé a llegar, además porque el quad me venía fallando. Al final me dejaron fuera, así que abandoné. Es una pena, porque venía haciendo una muy buena carrera. Estoy muy apenado", agregó.
La autocrítica por lo sucedido
"Personalmente me siento culpable, la moto estaba en buen estado y por un error mío quedamos fuera. Así que intentaré subir el ánimo de alguna forma. Estoy bien decaído, no quería quedar fuera de esta forma", reconoció el chileno, con un tono de voz que demostraba toda la pena que estaba sintiendo.
"Anímicamente es fome lo que pasó. La verdad que no lo esperaba. Ando fuerte, pero no soy un piloto que arriesgue, que ande más allá del límite. Conozco mis límites, lo que puedo andar, entonces no debería haberme caído hoy, menos de la forma en que me caí. Fue muy de novato todo", complementó.
Y aquello, el dolor que le provocó esta caída y posterior abandono, lo tienen con la mente lejos de un próximo desafío en el Dakar. "Todavía no lo he pensado. Quiero salir de este primero. Volver a Chile, estar con mi familia, mis amigos, para salir de este mal rato", concluyó.
